Para que se instruyan los amigos del capitalismo!!!Excelente nota!!
Franca
En (Auto) Defensa de las Jirafas. Comunicado del EZLN
Por Subcomandante Marcos *
Si antes los "otros" eran los indios, los negros, los
amarillos o los rojos, ahora la globalización de
arriba nos ha traído una auténtica "democratización
mundial": los "otros" somos todos, Y TODAS, los que no
nos queremos parecer al modelo hegemónico, y nos
negamos a homogeneizar nuestra identidad
I.- Primera y breve, pero necesaria, semblanza de las
Jirafas.
Jirafa.- Animal de gran altura. Puede alcanzar los 5.3
metros. Es el animal más alto. Habita en las regiones
secas con arbolado disperso, al sur del desierto del
Sahara. Las Jirafas, hembras y machos, están provistas
de dos o cuatro cuernos cortos, romos, cubiertos de
piel.
El pelaje de las Jirafas ostenta manchas de pelos de
color oscuro sobre fondo crema, un camuflaje perfecto
entre el conjunto de luces y sombras de las enramadas.
Las Jirafas descansan y duermen de pie. La
comunicación
entre las Jirafas se realiza mediante la emisión de
gemidos y otros sonidos de notas muy bajas. Las
Jirafas
se defienden dando coces.
II." Un truco neoliberal: el "destíno para los de
arriba, la "libertad" para los de abajo.
En la gran televisión mundial, el canal uno, único y
eterno del neoliberalismo, presenta una imagen
repetida hasta el vómito: el rico es rico porque así
lo quiso el destino, dios o la herencia (según sea el
caso); y, en cambio, el pobre es pobre porque quiere
ser pobre.
Así, el rico debe sufrir la dictadura del destino y
"padecer", sin poder oponerse, toda una vida de lujos
e impunidades (aunque, bien vista, la impunidad es
también un lujo); mientras, el pobre disfruta de la
libertad de elegir ser pobre, y no tiene que sujetarse
a nada... porque nada tiene.
El neoliberalismo propone, en horario triple A, una
globalización arriba y otra abajo. Arriba la riqueza
se presenta, más que como en una pantalla de
televisión, como en una pecera. Los peces son
hermosos, sí, pero están prisioneros dentro del
cristal. Abajo la pobreza se presenta como la libertad
de elegir entre estar abajo o arriba...
Sin embargo, ésta es la cantaleta que se nos inculca,
de muchas formas y a todas horas: "No puedes ser como
nosotros (el destino nos ha reservado el derecho de
admisión). Pero, en cambio, tienes la libertad de
intentar parecerte a nosotros. Puedes elegir vestirte
como nosotros, el color de piel es secundario si se
cubre con ropa de marca. Puedes elegir cantar, bailar,
hacer el amor como nosotros. Pero sobre todo, debes
elegir pensar como nosotros."
En suma, la esclavitud disfrazada de "libertad
inducida".
III.- Cuando el Poder define al "otro", define al
enemigo.
Como nunca antes, la base de ese crimen de lesa
humanidad llamado "capitalismo" se aplica en todos los
rincones del planeta: quienes producen las riquezas
son "liberados" de todo lo que no sea su capacidad de
producción. Y la moderna "Operación Libertad" mundial
cuenta ahora con medios militares y financieros que
superan varias veces la capacidad "liberadora" de las
bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki.
La extraña alquimia de la globalización de los de
arriba ha conseguido la mundialización de un nuevo
dogma: liberación de la humanidad es igual a
liberación de los mercados. En todo el planeta y en
todos los idiomas, se repite el nuevo rezo y se adora
a un nuevo dios que, como todos los anteriores, no
deja de ser caprichoso, inestable e incomprensible: el
mercado.
Y, como los dioses anteriores, el mercado no camina
con racionalidades de cifras, estadísticas, leyes de
oferta y demanda, cálculos financieros. No, el nuevo
dios tiene paso de muerte y destrucción, de guerra.
Sin embargo, nunca reconocerá que destruye, sino que
reparte, democráticamente, homogeneidad con un vaivén
de identidades limitadas: comprador-vendedor. Todo, y
sobre todo, todos los que no pueden o no quieren ser
una y otra cosa, al compás estridente y frenético del
mercado, son "los otros".
Tampoco reconocerá que mata, sino que "humaniza"
imponiendo un orden que "repuebla" la faz de la
tierra: el orden de su hegemonía. Quienes no cumplen
con ese orden, son "los otros".
La nueva "verdad" no es tan nueva...
"Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de
los historia universal, siguen sufriendo la usurpación
de los últimos restos de sus tierras, y siguen
condenados a la negación de su identidad diferente. "
(...). Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron
ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se
cumplen en nombre del dios del Progreso" (Eduardo
Galeano. "Ser como ellos").
Si antes los "otros" eran los indios, los negros, los
amarillos o los rojos, ahora la globalización de
arriba nos ha traído una auténtica "democratización
mundial": los "otros" somos todos, Y TODAS, los que no
nos queremos parecer al modelo hegemónico, y nos
negamos a homogeneizar nuestra identidad, es decir,
nos resistimos a renunciar a nuestra diferencia.
En la diferencia, en su reconocimiento, en su tratar
de comprenderla, es decir, en respetarla, está la base
de la humanidad. Al definir al diferente como el
enemigo, el Poder define a la humanidad entera como el
contrario a aniquilar.
IV.- El Nuevo Orden Mundial en síntesis: los países
ricos lo son a costa de los países pobres.
La modernidad neoliberal ha modernizado también el
lenguaje: donde antes se decía "horca", ahora se dice
"pago del servicio de la deuda externa". Suena mejor,
pero es más letal.
En la gran televisión globalizada, los países pobres
producen riquezas y los países ricos producen
organismos financieros que cobran esas riquezas.
México, que es un país pobre, ha pagado en los últimos
diez años casi 350 mil millones de dólares por lo que
se llama "servicio de la deuda externa". Tan sólo en
lo que va del gobierno "del cambio" se gasta
anualmente, en pago del "servicio de la deuda",
alrededor de 6 veces más de lo que se gasta en combate
a la pobreza en el mismo periodo.
Del total pagado por México, que es un país pobre, en
los 10 últimos años, la cuarta parte ha sido al Banco
Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco
Interamericano de Desarrollo (que, o no son pobres, o
se maquillan muy bien), y cerca de las dos terceras
partes han sido para bancos de países ricos (de
Estados Unidos la mayor parte, y en menor medida de
bancos europeos, japoneses, canadienses y asiáticos).
América Latina, que es una región de países pobres,
por cada dólar que recibe de préstamo, paga 8 y queda
a deber 4. ¿Los acreedores? Bancos norteamericanos y
europeos (fundamentalmente ingleses, franceses y
españoles).
En suma, la globalización de arriba ha simplificado la
geografía: en el mundo ya no hay norte y sur, oriente
y occidente, ahora hay países que pagan y países que
cobran.
Y no sólo, si antes la "ley" era "el que paga manda",
ahora es "el que cobra manda".
Pero el nuevo dios tiene, como los anteriores, pies de
barro. Su andar tiene como motor principal no la
generación de riquezas, sino la especulación
financiera.
El mercado neoliberal, fascinado por el frenético ir y
venir de capitales (la ubicuidad del capital
financiero, milagro producido por las superautopistas
de la información), ha "olvidado" dos cosas
fundamentales para la reproducción del capital: las
mercancías y quienes las producen (la post modernidad
sigue siendo imperfecta: aún se necesita el trabajo
humano).
Así, un sistema parásito tiende a producir más
parásitos. Ávida en devorar ganancias, la
globalización de arriba no deja bienestar alguno donde
pone la pezuña. Al contrario, como los cuatro jinetes
del Apocalipsis, siembra, con garantía de una cosecha
inmediata, hambre, miseria, destrucción, muerte.
Ese rodar no hará sino destruir el mundo de la manera
más sencilla: destruyendo a quienes lo habitan. Claro,
eso si los "otros" lo permiten...
V.- El Neoliberatísmo corrigiendo "errores".
En la globalizada telenovela neoliberal, el otro ni
siquiera es el villano, es el monstruo cuya
eliminación es necesaria para el final feliz (o sea
que la "bonita" se case con el "bonito" y el villano
se redima -previo comprobante de una cuenta bancaria
sólida-).
Los "otros" son un error en la humanidad. Globalizar
desde arriba es corregir ese error en todo el mundo. Y
corregir es eliminar.
Para esto es necesario despojar a los "otros" de los
símbolos que les dan identidad. La diferencia es
entonces un error de la naturaleza. Los indios de
América eran eso, y "civilizarlos" era enmendarle la
plana a dios... en el nombre de dios.
Pero la modernidad neoliberal no promueve ya la
cacería de indios o negros. No, ahora se trata de
cazar humanos... o, mejor aún, de cazar identidades de
humanidad.
¡Y qué mejor identidad humana que la cultura!
Si la lógica del mercado es la de la ganancia (ojo,
que no es lo mismo que la de la generación de
riqueza), entonces toda cultura que no responda a esa
lógica debe ser eliminada. Si la cultura es
fundamentalmente un espejo vital (incluso cuando tiene
como tema a la muerte) que nos dice "esto soy, fui,
seré", entonces el ataque (por comisión o por omisión)
a la cultura es un ataque a la vida.
Hace dos años un periodista y escritor mexicano,
Vicente Leñero, en ocasión de la entrega de los
premios nacionales de Ciencias y Artes, definió para
México lo que podría valer para el mundo de arriba:
"La clase gubernamental, la clase política, la clase
empresarial, no se diga la clase eclesiástica, se
antojan refractarias a la avidez cultural; no la
incorporan a su propia existencia, quizá porque
piensan que la gratuidad con la que se gesta toda obra
de arte, ese desprendimiento, esa generosidad del
fenómeno creador, es sospechosa en términos de
utilidad práctica. " (Discurso en la ceremonia de
entrega de los premios Nacionales de "Ciencias y
Artes. En el periódico mexicano "Reforma", Cultura,
26-Feb-02).
El neoliberalismo frente a la cultura no es sólo un
compendio de chabacanerías y superficialidades
instantáneas y solubles. También eso, pero no sólo. Se
trata también de una doctrina de guerra anticultura,
es decir, de guerra contra todo aquello que no
responde a la lógica del mercado.
Además, los artistas e intelectuales son sospechosos
de pensar. Y pensar es el primer paso para ser
diferente.
Si aniquilar artistas e intelectuales trae mala
prensa, existe la opción de la asfixia. Los gobiernos
con credo neoliberal no sólo no invierten en las
ciencias y las artes, también arrebatan lo poco que
hay en el ámbito cultural "para invertirlo en
prioridades ineludibles, urgentes e inaplazables"...
como es el pago del servicio de la deuda extema.
VI.- Segunda y más breve, pero igualmente necesaria,
semblanza de las Jirafas.
Cada Jirafa posee su propio diseño de manchas, y
tienen excelentes sentidos del oído, el olfato y la
vista. Las jirafas fueron cazadas para conseguir su
piel gruesa y resistente, pero en la actualidad es una
especie protegida.
VII.- ¿Un mundo sin Jirafas?
Con su paso desgarbado, su evidente asimetría, su
despreocupado mirar, las Jirafas tienen una fealdad
hermosa. Bueno, bien miradas no es que sean feas, más
bien es que parecen muy "otras", con esa figura tan
alejada de las pedantes simetrías equilibradas que se
les otorga a los depredadores. La Jirafa es la imagen
más emblemática de la diferencia en el mundo animal.
No sólo es diferente, sino que pasea su descomunal
irregularidad eonvirtiendo su "otredad" en belleza,
precisamente porque se muestra.
La humanidad tiene también, felizmente, sus "jirafas".
Las hay, por ejemplo, mujeres Jirafas, perseguidas y
hostigadas no sólo por no esforzarse por llenar el
patrón de belleza y comportamiento que desde arriba se
impone ("los adornos ni piensan ni hablan, querida"),
también por enarbolar su diferencia y su lucha a ser
lo que quieren ser ellas y no lo que quieren ellos que
sean.
También están los jóvenes Jirafas, hombres y mujeres,
tan reacios muchos y muchas a someterse /se dice
"madurar"/ a la cadena de claudicaciones, traiciones y
prostituciones que se asocian al calendario. Jóvenes a
quienes les da no sólo por no ocultar la asimetría de
cuerpo y alma, sino que la adornan, le ponen gel, la
tatúan, le engarzan un "piercing", la "darkean", la
"skatean", la "hip-hopean", la "punkean", la
"skinean",
la "como-se- diga", la gritan con un graffiti en un
muro, la volantean en apoyo a una lucha social, la
hacen ¿caracolitos frente a "las fuerzas del orden",
la ponen a estudiar pero sin la ganancia como motor y
objetivo, y la hacen brincar cuando el rock, ese
espejo sonoro, decreta la abolición de la ley de
gravedad y
córrele-guey-porque-ahí-viene-la-tíra-a-hacernos-madurar-o-sea-
que-nos-va-a-hacer-aterrizar-pero-con-una-madrina-y-apúrele-con-esa-
pinta- que- se- lea-
bien-que-"las-jirafas-unidas-jamás-serán-tapete"-
pero- si- no- rima- güey- no- le-aunque-
si-somos-jirafas-no-poetas...
Hay también las "otras" Jirafas: las jirafas
homosexuales, lesbianas, transexuales, travestís y
"cada-quien-su-modo", ¿o qué? No sólo saliendo del
closet, también luciendo su diferencia con la dignidad
que distingue a los seres humanos de los neoliberales,
perdón, de los animales. Sin que les importe que sean
perseguidas y burladas incluso por aquellos que dicen
querer cambiar el mundo. Javier Lozano Barragán,
obispo católico de Zacatecas, México, comparó a
homosexuales y lesbianas con cucarachas (La Jornada,
22-0ct-04, "Penultimatum"). Las cucarachas no están en
peligro de extinción. Las Jirafas sí. Es más, según
rigurosos estudios científicos, las cucarachas serían
los únicos Seres vivientes en el caso de un holocausto
mundial. No se sabe si los obispos sobrevivirían.
Además están las Jirafas indígenas, hombres y mujeres
y jóvenes, que llevan su color, su lengua y su cultura
con la misma vistosidad y colores de sus ropas, de sus
cantos, de sus bailables" de sus luchas y rebeldías.
Y están las Jirafas obrer@s, campesín@s, emplead@s,
maestr@s, choferes, puester@s, religios@s, artistas,
intelectuales, sin papeles, calzando botas o tenis o
chanclas o huaraches o sólo con sus pies desnudos El
pueblo Jirafa pues.
En el neoliberalismo los "otros" seres humanos que
somos, las Jirafas, los feos, los asimétricos, es
decir, la inmensa mayoría de la humanidad, somos
cazados para sacar ganancias de nuestra piel dura.
Debería haber una ley que nos protegiera como "especie
en peligro de extinción". No la hay. Pero, en lugar de
ley, tenemos nuestra resistencia, nuestra rebeldía,
nuestra dignidad.
Es nuestro deber resistir, porque el mundo sin Jirafas
seria... mmh... ¿cómo les diré?... ¡ya sé!... sería
como un taco al pastor, pero sin tortilla, ni carne,
ni pifia, ni cilantro, ni cebolla, ni salsita, o sea
que nomás el puro papel con manteca, un puro papel con
la nostalgia de haber tenido encima un taco que, dicho
sea de paso, ya me zampé, pero con la novedad de que
el programa ya mero se acaba y no encuentro el
antiácido en la mochila, o sea que, como dice la
canción, a parir madres latinas.
Ya me voy. Sigan atentos al Sistema Zapatista de
Televisión Intergaláctica. Ya sé que es una televisora
muy otra, pero les cuento que, hace mucho tiempo, la
televisión era en blanco y negro, y ahora es de
colores. Si las Jirafas, todas, prevalecemos, mañana
la vida será de colores, de todos los colores ¿La
televisión?- mmh... ¡a quién le importa!
Ora sí y a me voy...
En la pantalla (o sea que en la cartulina) ahora se
lee:
"Aquí termina este especial de "Recovery Channel", el
canal de la memoria, dedicado a las Jirafas y en
exclusiva para el Sistema Zapatista de Televisión
Intergaláctica. No le apague, mejor córrale por la
botana (si son tacos al pastor no sean ojalaras, dejen
uno siquiera. Atte. La Dirección)"
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos
México, Octubre del 2004. 20 y 10