Tiene una relación especial con Cuba debido a que estuvo allí, con sus padres emigrantes, de pequeño, relación que en Miami no entienden.
Con el ilustre Montaner se lleva fatal porque el gusano ese se lleva muy bien con el PP y un día, confiado en sus "padrinos" se atrevió a amenazar a Fraga por sus relaciones especiales con Castro, el muy imbecil no sabía de la influencia que en el partido, (fundado y presidido por Fraga) tenía.
Fue despedido y, conociendo a Fraga, seguro que no muy educadaemente, el "ilustre" gusano hizo correr la voz de que en realidad Feraga era hijo del Marqués dueño de la finca donde trabajaba su madre en Cuba y que el marqué le caso con un gallego emigrante que estaba allí.
No hubo radio ni por supuesto TV que se atreviera a hacerse eco de eso y el "ilustre" estuvo una buena temporada sin que le aceptasen artículos en prensa ni colboraciones en radio.
Le costó un tiempo recomponer sus buenas relaciones y por supuesto de ese personajillo no se habla delante del presidente ( además triene un "toque" antiyanqui muy franquista)
Por esas cosas siento que se aleje de la politica ( y debió de hacerlo hace años) pues es de los pocos politicos de derecha que dice las cosas sin tapujos ( excepto su biografía y sus fotos)
A principios de 1983, el embajador de Cuba en España, Óscar García, hizo una difícil visita de cortesía a Manuel Fraga en su despacho de la madrileña calle de Génova, sede entonces de Alianza Popular. Acababa de ganar el PSOE sus primeras elecciones y a García, nombrado hacía poco, le habían advertido que Fraga era un hombre de carácter.
"Después de las frases normales de cortesía", recuerda García, "de pronto, seco y fuera de contexto, Fraga me soltó: 'Bueno, embajador, usted sabe que mis criterios son radicalmente opuestos a los de su Gobierno". García le respondió que a él le pasaba igual, y siguieron conversando como si nada. "Me contó", prosigue, "que había vivido en el pueblo cubano de Manatí en su niñez. Se acordaba hasta de los nombres de los bueyes. Y me dijo que no quería morirse sin volver a aquellos lugares".
Fraga volvió por primera vez a Cuba en septiembre de 1991. Lo hizo como presidente de la Xunta de Galicia, sin importarle el contexto internacional -acababa de derrumbarse el campo socialista-, ni las tensiones que en aquellos momentos vivían los Gobiernos de Felipe González y Fidel Castro, ni tampoco las opiniones contrarias dentro de su propio partido. Desde el primer momento, dejó atrás la política y volvió a Cuba como un hijo de indiano que regresa a pagar una deuda de gratitud con la tierra en la que sus padres prosperaron.
Durante el viaje, Fraga y Castro se trataron como dos viejos gallegos que se encuentran después de muchos años sin verse. Se hicieron amigos. O, mejor dicho, recuperaron una vieja amistad. El hijo del emigrante Manuel Fraga Bello y el de Ángel María Castro sellaron su pacto al margen de la ideología durante una romería en la que comieron juntos pulpo a la gallega, empanada y lacón con grelos. Fraga hizo una queimada. Castro le correspondió tocándolo, abrazándolo, acompañándolo y llamándolo "compañero Fraga" ante el estupor generalizado en España, donde el político gallego fue bautizado como el "último rojo".
Castro también preparó a Fraga en aquella ocasión un reencuentro con su pasado en Manatí. En esta localidad oriental los padres de Fraga se conocieron y vivieron varios años hasta comienzos de los 20. Manuel Fraga Bello tenía un quiosco a las puertas de la central azucarera, en la que María Iribarne trabajaba a las ordenes del marqués de San Miguel de Aguayo, el administrador. Poco después de regresar a Galicia, Fraga nació en Villalba el 23 de noviembre de 1922, pero la familia volvió enseguida a Cuba.
En el viaje que realizó en 1991, Fraga comió en su antigua casa, se meció en el columpio de su niñez, visitó la casa del marqués y llevó flores al cementerio, donde tiene enterrados a un tío y varios primos. El mismo ritual seguirá Fraga en el viaje que comenzó ayer. En él será además galardonado con el título de doctor honoris causa por la Universidad de Oriente y declarado huésped ilustre de Santiago de Cuba.
Para las autoridades cubanas, la vuelta del "compañero Fraga" no es la de un simple presidente de una comunidad española. "Fraga ocupa un lugar especial, independientemente de las convicciones políticas. Él tuvo el valor de viajar a nuestro país recién acontecido el desplome del campo socialista y viajó con un espíritu abierto, con una actitud amistosa y de permanente crítica al bloqueo norteamericano, y eso no lo olvidamos", dice el vicepresidente cubano, José Ramón Fernández.
Para que no se olviden de él en este viaje, Fraga ha pedido en esta ocasión a las autoridades cubanas que le permitan traer 13 toneladas de alimentos, que la Xunta repartirá directamente como ayuda humanitaria entre los 3.000 gallegos que quedan en la isla. El domingo se realizará una gran romería en los jardines de la Tropical, en la que se cocinarán 800 kilos de pulpo y se dará cuenta de 1.000 empanadas importadas de Galicia. Y, en ese ambiente, Fraga y Castro podrán exclamar otra vez, con la ideología bien aparcada, ese grito ritual gallego que dice: "Manda carallo na Habana".
Otro aspecto de su biografía oficial es éste:
En su web oficial, ponen su biografía, en gallego, pero se puede ver que se "olvida" de su etaba franquista, su "vida politica" empieza en 1977, no aparece que fue ministro y embajador con Franco.
Pasó hace tanto tiermpo que cree que los demás se olvidaron.
Datos políticos
à un dos artífices da transición democrática española. En 1976-77 formou parte da ponencia encargada da redacción da actual Constitución Española.
En 1977 fundou Alianza Popular, partido no que ocupou a Secretaría Xeral e, dous anos máis tarde, a Presidencia do mesmo.
De 1982 a 1986 exerceu como xefe da oposición parlamentaria española. Foi deputado no Parlamento Europeo por AP entre 1987 e 1989 e vicepresidente da Internacional Conservadora ata decembro de 1986.
É membro de número da Real Academia de Ciencias Morais e Políticas desde o 26 de abril de 1962, da Real Academia Galega, da Academia Galega de Xurisprudencia e Lexislación e académico de mérito da Academia Portuguesa da Historia, entre outras institucións académicas, científicas, culturais e sociais de España e o estranxeiro. Foi secretario xeral da Unión Latina e presidente da mesma entidade en febreiro de 1975. Presidente da Fundación Cánovas del Castillo ata 1989, Manuel Fraga tamén preside a Fundación Galicia-Europa.
No eido das relacións interrexionais, en calidade de presidente da Xunta de Galicia, forma parte das seguintes organizacións: Asemblea das Rexións de Europa (ARE), Asociación de Rexións Fronteirizas e Europa (ARFE), Conferencia de Rexións Periféricas e Marítimas de Europa (CRPM) e membro do Comité das Rexións, institución da Unión Europea creada para canaliza-la participación das rexións e entes locais no proceso normativo comunitario. En xuño de 1998 foi nomeado presidente da Comisión Arco Atlántico da CRPM.
É autor de máis de 90 libros que, na súa maior parte, versan sobre ciencia política e teoría do Estado, tarefa que compaxina coa elaboración de ensaios, artigos, discursos e conferencias, ademais de participar en obras colectivas.
En 1989 foi elexido presidente do Partido Popular de Galicia. Neste mesmo ano accedeu á Presidencia da Xunta de Galicia, cargo que revalidou nos comicios de 1993, 1997 e 2001, nas catro ocasións por maioría absoluta.