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General: Tras la pista de Escobar y Castro
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Da: maribea05  (Messaggio originale) Inviato: 30/09/2005 14:26
Aunque extremadamente extensa para el tipo de noticias y artículos que aquí reproducimos generalmente, consideramos la siguiente entrevista de alto interés e imperativo que se publicara completa - DU

Tras la pista de Escobar y Castro
La periodista colombiana Astrid Legarda, autora del libro 'El verdadero Pablo', analiza los nexos entre La Habana y el Cartel de Medellín
por MICHEL SUáREZ, Madrid

Dice que no le teme a nada. Lo ha visto todo, o casi todo. Lleva en su cuerpo un recuerdo incómodo: una esquirla de granada, que la hirió accidentalmente durante un combate entre la guerrilla y el Ejército colombiano en el año 2000. Las FARC atentaron contra su vida en 2001, en Bogotá, y al año siguiente fue declarada "objetivo militar" de la guerrilla.

Nacida en el sur de Colombia, la periodista Astrid Legarda ha tropezado varias veces con la muerte, sin que ésta ni los peligros particulares de su profesión —sobre todo en un país como Colombia—, lograran desanimarla.

Comunicadora, máster en Ciencias Políticas en Estados Unidos y especializada en Israel en asuntos de guerra y áreas de conflicto, Legarda acaba de publicar un libro que no ha podido ser más polémico, tanto en su país como en la región, adonde han llegado las consecuencias de sus revelaciones.

El verdadero Pablo: sangre, traición y muerte (Ediciones Dipon-Gato Azul, 2005) no sólo ha mostrado la cara más cruel de la corrupción política en Colombia, sino también los vínculos de personajes como Fidel y Raúl Castro, Manuel Antonio Noriega y Daniel Ortega con el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, según los testimonios de John Jairo Velásquez, alias Popeye, lugarteniente de Pablo Escobar, jefe del Cartel de Medellín.

¿Cómo llegó a sus manos un material como éste?

El libro arranca cuando yo era periodista del canal RCN Televisión y cubría las fuentes de orden público, cárcel, narcotráfico, paramilitares e investigaciones especiales. Fui a la cárcel y conocí a John Jairo Velásquez (Popeye). Obviamente todo el mundo sabía en Colombia quién era él, porque fue lugarteniente de Pablo Escobar Gaviria. Era uno de los sicarios más conocidos.

Él empezó a contarme historias. Le dije que hiciéramos un libro y me dijo que no era el momento porque había enemigos suyos aún en la calle. Posteriormente, seguimos en contacto. Cuando me retiro del canal, él me llama y me dice que ya está listo para el libro. Empecé a visitarlo en la cárcel de máxima seguridad donde estaba y empezamos a hacer el trabajo.

¿Fue fácil sacar la información de la cárcel?

Inicialmente, como me tocaba ir de visita, no podía entrar ni grabadora ni libretas, ni podía sacar absolutamente nada. Él sí podía bajar una libreta y un lapicero, y escribía la conversación durante la visita. Yo no podía escribir nada. Yo le interrogaba sobre su vida, sus experiencias, su adolescencia, sus amores, sobre cómo conoció a Pablo Escobar, sus primeros muertos. Antes de salir le dejaba una tarea. Tenía que responderme un cuestionario.

Posteriormente él se llevaba la libreta y la guardaba en la celda. Luego podía enviarme correo, pero las cartas eran leídas por la guardia. Una amiga suya colaboró mucho. Él le escribía cartas de amor, por decir algo hasta diez páginas, y en la mitad de todo eso metía las conversaciones, nuestro trabajo. Así mantuvimos el correo durante seis meses. Luego, por teléfono, también trabajamos con nombres en clave.

¿Cómo surge el tema cubano en sus conversaciones con Popeye?

Un día le pregunté por las amistades de Pablo Escobar. Me contó lo de (Manuel Antonio) Noriega, que lo protegió cuando se refugió en Panamá. Dijo que Escobar después se fue para Nicaragua, donde los sandinistas lo protegieron y traficó un tiempo con Daniel Ortega.

Le pregunté qué había de cierto de los contactos entre Fidel Castro y el Cartel de Medellín. Entonces me dijo que la historia de Castro le constaba, porque él la vivió. Conoció a los militares que fueron a Colombia, los atendió en la hacienda Nápoles y los llevó a comer y a bailar en las discotecas de Medellín.

Cuando Escobar estaba en Nicaragua, y por intermedio de terceras personas, lo contactan con Fidel y Raúl Castro y empieza un intercambio de cartas y de amistad. Posteriormente, Escobar envía a Jorge Avendaño, alias El Cocodrilo, un hombre de confianza, para que fuera y hablara con Raúl e iniciara los negocios de tráfico de drogas. Popeye lo afirma así y dice que los vio muchas veces, y habló con todas las personas que envió Fidel Castro.

Posteriormente diseñan cómo van a sacar la droga de Colombia. Dice Popeye que el sitio de acopio era Buenaventura. La sacaban en barcos hasta México. Allí se cargaban los aviones que salían hacia Cuba. En la Isla, los señores (Arnaldo) Ochoa y Tony de la Guardia eran los encargados de montar todo el esquema de seguridad. Cargaban las lanchas en Cuba. El gobierno de La Habana les daba la gasolina para las lanchas y el avión, y luego las llevaban a Miami gente del cartel. La droga llegaba a unas casas en Cayo Hueso, de ahí salía a Kendall y Hialeah. Enterraban tubos en los patios y ahí metían la droga que venía empacada en plástico.

Dice Popeye que el tráfico a través de Cuba duró dos años, hasta una operación que hizo la DEA, donde cayó un embarque y capturaron a unos cubanos. Ahí se delató toda la operación.

¿No es curiosa la diferencia de precios entre lo que se pagaba a mexicanos y cubanos por hacer el mismo trabajo?

Dice Popeye que Pablo Escobar siempre se identificó con el régimen cubano. Escobar decía que había que ayudar al régimen y a la revolución, y para ayudar a Castro necesitaba darle un buen precio: 2.000 dólares el kilogramo y 200 dólares por cuidar de cada kilogramo. Los mexicanos protestaron porque se les pagaba sólo 1.500 por kilogramo. Escobar decía que le gustaba hacer negocios con Fidel y Raúl Castro porque le parecían gente seria.

¿Cuál es la opinión de Popeye sobre el modo en que finalizó todo el escándalo, es decir, sobre el fusilamiento del general Ochoa…?

Popeye dice que Fidel y Raúl se lavaron las manos fusilando a estas personas cuando se descubrió la operación. Pero que Pablo Escobar había dicho que en los archivos de la DEA había documentos confidenciales sobre esto, que era un tema todavía pendiente a tratar.

En el libro usted menciona a Gabriel García Márquez. ¿Qué papel desempeñó el escritor, si alguno, en el vínculo Escobar-Castro?

Dice Popeye que cuando se cae la operación con Cuba, Escobar le manda a Miami a ver si puede comprar unos misiles que necesitaba para seguir con su guerra contra el gobierno colombiano. Pero le dice que pase por México y le entregue una carta a Gabriel García Márquez para que le llegara a Fidel Castro.

Popeye dice que abordó un avión, con el nombre falso de Alexander Mantilla. En el vuelo de Avianca iba un periodista colombiano que fue testigo. En el aeropuerto de México lo estaba esperando García Márquez, a quien le entregó la carta. Dice que el novelista sirvió como correo entre los dos, pero que Escobar nunca lo conoció, al menos que él se haya dado cuenta.

No creo que en eso haya delito. Primero, era otra época, otra situación. No era tan famoso. García Márquez siempre se ha prestado para servir como correo, de buenos oficios, para colaborar en acercamientos. Incluso, en el último libro del ex presidente Andrés Pastrana, se dice que García Márquez sirvió como intermediario entre Carlos Castaño, de las Autodefensas Unidas de Colombia, y el gobierno de Pastrana, para poder dialogar.

A propósito del ex presidente Pastrana: En su reciente libro Palabra bajo fuego elogia a Fidel Castro y dice que "Colombia tiene mucho que agradecerle" al gobernante cubano por "involucrarse de forma directa" en el proceso de paz. ¿no es contradictorio un elogio así con todo lo que ya se conoce sobre sus vínculos con el narcotráfico?

Eso lo dice el señor Pastrana. Yo respeto su criterio, pero no estoy de acuerdo. Él es libre de decir lo que quiera, pero no comparto sus opiniones.

¿Hay garantías de que John Jairo Velásquez esté diciendo la verdad?

Soy una periodista que he hecho una recopilación de esta historia. Hay muchos datos que están en los expedientes de su proceso judicial. Popeye confesó muchos delitos, confesó haber participado en la muerte de Luis Carlos Galán (candidato presidencial), por lo cual tiene dos condenas, entre otros delitos. Popeye es un sicario reconocido en el bajo mundo de Colombia, donde empezó como chofer de una amante de Pablo Escobar.

Ahora mismo tiene 43 años. Él ha pagado 14 años de condena. Fue condenado a 27. Si miente o no, ya quedará en su conciencia. Ahora, muchas personas dicen que lo que reveló, ya se sabía. Pero hasta ahora es la primera vez que alguien se atreve a decirlo con nombres propios, sabiendo las consecuencias que le pueden venir encima.

Popeye renunció a los derechos de autor del libro y a las regalías. No va a recibir un solo peso por el libro, ni por la película que podría salir de esta historia. Todo eso me lo dejó a mí. No tiene motivos económicos. Tampoco judiciales, porque ya él fue condenado y ahora tiene libertad condicional. No ha salido porque todavía tiene una investigación por narcotráfico y tiene otra condena, no firme, por diez años. No ha negociado ni con Estados Unidos ni con nadie. Ya no tiene familia, porque no lo visitan. Su esposa lo dejó.

Él sólo dice que, al menos contando esta historia, trata de hacer algo diferente por el país que ayudó a destruir; porque desperdició toda su vida en el cartel de Medellín y luego en la cárcel. Popeye quiere que la vida le dé una nueva oportunidad. Sabe que lo van a asesinar, sabe que es hombre muerto, pero no le importa, porque quería destapar la doble moral de los políticos que sólo hablan y hablan en televisión.

Ya será el pueblo el que juzgue si las historias son ciertas o no. También sus historias han sido contadas por otros sicarios.

Después de este libro, ya hay otros narcotraficantes anunciando la publicación de sus memorias. ¿Es este sólo el principio de nuevos escándalos y revelaciones?

Con este libro se ha querido abrir la puerta para que en Colombia se sepa la verdad. Al menos con nombres propios. Porque a los colombianos siempre nos han llamado parias, nos han dicho que todos somos narcotraficantes, nos ven con malos ojos en el exterior… Nunca se ve la cara bonita de Colombia, ni que la gran mayoría somos personas trabajadoras. También es importante que se sepa que hay muchos políticos corruptos en mi país, muchas entidades que fueron tocadas con dinero del narcotráfico.


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Fuente
Noticias de Ultimo MInuto
actualizado hoy 9/30/05
http://www.disidenteuniversal.org/08noticias/noticias_ultimo_minuto.htm


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Da: 02ManuelA Inviato: 01/10/2005 04:18
Interesantísimo el artículo, Maribea. 
 
A mí, además de la "Cuba Connection" me ha impactado ver a un pájaro de cuenta, como el führer sandinista DANIEL ORTEGA, bailando también en esta salsa.
 
No bastaba con la "piñata" en la que, emulando a Somoza, se repartió media Nicaragua con sus Comandantes Compinches. Tampoco con la turbia historia de abusos sexuales a su hijastra. Encima narco. Vaya, no le falta nada. Ño, el perfecto modelo de líder revolucionario.
 
Estoy esperando que Manuel Félix suba a éste también a los altares del foro, como hizo con el Che.
 
Méritos no le faltan, ¿verdad que no?
 
Saludos.


 
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