El sentimiento más
expresado por el marplatense común es el temor, el miedo, en cualquiera de
sus manifestaciones. Por suerte, para la mayoría de estos apacibles
ciudadanos acostumbrados a la vida turística de este frio puerto ubicado a
400 Km de la Capital, el miedo tiene un solo culpable:
George W. Bush. Y mejor aún: la gente lo ha convertido en una sola
actitud: rechazo a él. Esta sana reacción social es comprensible cuando se
vive la sensación de estar en una ciudad sitiada con una cabeza de playa
internacional y una vigilancia policial como si hubiera estado de sitio.
Ocurre, a pesar del cuidado que pusieron en guardar las apariencias en una
ciudad cuyo mayor capital es, precisamente, su apariencia.
Es como los tranquilos habitantes entendieran que
si no fuera por la anunciada presencia del presidente estadounidense, Mar
del Plata viviría las delicias del mensaje del afiche que hizo imprimir la
Municipalidad: 'Mar del Plata Ciudad Cumbre'.
Cualquier ciudadano
en la calle, en los bares o restaurantes, autobuses, en los pintorescos
quioscos de esquina o en los ciber-cafés, cualquiera dice frases como
estas que pudimos registrar:
'El problema no
son los presidentes, es el presidente Bush que trae los peligros del
terrorismo'
'Si no fuera por la
presencia de Bush nuestra ciudad seria una fiesta'
'Dicen
que puede haber problemas porque viene el presidente de los Estados
Unidos'
'Si no fuera por este hijo de
puta, no vendrían los piqueteros y los violentos a jodernos la
ciudad'
'¿No podrían hacer la cumbre esta sin
Bush?'
'Menos mal que vienen Chávez y Maradona así Bush
respeta un poco'
Botica
ideológica
Como es normal, la gente expresa a través del
sentimiento contra el presidente Bush todas sus concepciones, creencias
políticas, posiciones sociales, intereses particulares, ilusiones y
confusiones a partir de realidades particulares. Vericuetos ideológicos
donde la bueno y lo malo se mezclan tal como están mezclados en la
realidad gris de sus existencias. Sin embargo, en medio de la madeja
ideológica se percibe la identificación de Bush con imágenes como 'Torres
gemelas', 'Irak', 'terrorismo', 'odio a Chávez' y cosas parecidas.
Uno de los signos más llamativos lo encontramos en los taxistas de
la ciudad. Si se hiciera un relevamiento de sus opiniones, posiblemente
más del 90 por ciento estaría contra la presencia del fulano yanqui en Mar
del Plata. Esto es mucho pedirle a un sector social caracterizado por sus
opiniones políticas conservadoras.
Para algunos observadores, este
sentimiento tan marcado entre los habitantes anfitriones, nutrirá de
muchísima gente la marcha que encabezaran Maradona y las decenas de
organizaciones que convocan a la manifestación del viernes. Sin embargo,
puede ocurrir lo contrario. Lo que dicen que piensan hacer varios vecinos
a los que escuchamos expresiones, es que se guardarán en sus casas con sus
familiares 'y veremos todo por la tele porque no se sabe que puede pasar'.
Ahí esta el secreto.
Zona de
exclusión
La vaina (hecho) que más ofende y produce
rechazo a Bush entre los marplatenses, es el vallado metálico pertrechado
con unos 200 policías bien armados y dispuestos a reprimir, que cubren las
32 bocacalles entre las 61 manzanas convertidas en línea de separación
entre lo seguro y lo inseguro. Allí nace la 'zona de exclusión' donde
permanecerán los presidentes, sus comitivas y la diplomacia de la OEA y
los embajadores.
La curiosidad del caso es que la gente de Mar del
Plata ha convertido lo seguro en inseguro y viceversa. Las 250 manzanas
resguardadas son, para ellos, las más inseguras de la ciudad. Un aporte de
la dialéctica de la actual de la lucha política mundial. Todo lo que toque
Bush se convierte en riesgo.
La línea quebrada de 62 manzanas que
divide la ciudad en dos, se alarga en forma de 'L' contra una franja de
casi 250 manzanas que se recuestan a la playa de Mar del Plata. Vista en
un mapa parece una cabecera de playa en una historia de guerra. Esta 'zona
de exclusión' está ocupada por fuerzas militares y policiales al mando de
un comando unificado donde es visible la presencia del aparato de
inteligencia de Estados Unidos.
En esa 'zona' ocupada habitan unas
15.000 personas, trabajan otras 3.000 y se concentran los negocios
gastronomitos, inmobiliarios, culturales y hoteleros más caros de la
ciudad.
Casi 10.000 personas se fueron a zonas vecinas o a casas
de familiares en otros barrios. Se fueron por temor. ¿A que? A cualquier
cosa de las que simboliza la próxima presencia de Bush, y cada cosa esta
relacionada en el imaginario popular con el terror, la guerra, la agresión
imperial, aunque no usen esas palabras.
Bien que le viene al
presidente estadounidense, el epíteto puesto por el presidente venezolano,
Hugo Chávez, en unas de sus salidas graciosas cargadas de anti
imperialismo: Hello Mr. Danger. Los marplatenses lo
entendieron
correctamente. |