Es aquella que se ha quedado atrás
cautiva en las garras de un Satanás. 
Verás que en las Iglesias las luces de Alabastro
fueron opacadas por un tirano de apellido Castro. 
Tú como turista no encontrás obstáculos
ni sentirás del monstruo sus horribles tentáculos. 
Excelente la poesìa. Realmente me hizo reìr.
Muy buen sentido del humor el de este Fèlix (que, por cierto, no es nuestro estimado compañero Mfèlix).
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)