Por el socialismo y la libertad
f.l.uruguay@gmail.com Declaración emitida por la Federación Libertaria en su congreso fundacional:
Aquí estamos. Esta es nuestra propuesta
Vivimos en un tiempo en donde los de arriba han tomado la iniciativa en la lucha de clases. Un tiempo donde los cuadros de la burguesía se han dispuesto a llevarse por delante la historia y desarrollar el capitalismo al punto de pretender de los pueblos la legitimidad política para perpetuar el actual orden de las injusticias. Están construyendo una subjetividad dominante que pretende que la idea de la necesidad urgente del socialismo y la posibilidad de conseguirlo mediante la revolución se diluya. Han querido instalar la sensación de la inevitabilidad de la hegemonía del capital. Una estrategia de perpetuación del capitalismo que no tiene prurito en incorporar parte de los reclamos del pueblo pero despojándolos de toda radicalidad y todo peligro revolucionario. De manera que absorbidas las demandas de los de abajo terminan siendo descarriladas de la histórica lucha de clases para sostener la maquinaria de la dominación.
Sí; el enemigo de clase ha tomado la iniciativa, la burguesía está elaborando ideología, esta convenciendo de la derrota, envileciendo a las masas. Un programa "progresista" pretende ponerse a la cabeza de cambios mínimos en relación a los desastres de los programas anteriores del bloque conservador tradicional. Pero cambios insignificantes en relación a la reversión de las grandes injusticias que azotan a los de abajo. Este "progresismo" ha llegado para desarmar, dividir, neutralizar y finalmente cooptar o demonizar a los sectores populares más intransigentes y radicales.
Este es el tiempo que nos toca enfrentar. Si la historia de la lucha de los pueblos es una sucesión de enfrentamientos, de victorias y derrotas. Si nuestra historia es de compañeras y compañeros que han caído y renacido en las ideas de otros tantos que continúan buscando la victoria definitiva, entonces este es el tiempo en el que nos ha tocado a nosotros volver a nacer. Y nos disponemos dar la pelea.
Aquí estamos. Proponemos organizar la lucha. Estamos pensando en una lucha que empieza hoy, pero cuyo desarrollo mañana reclamará habernos preparado en el campo de las ideas y de la acción. Tan cierto es que las revoluciones son obra de los pueblos -no tarea exclusiva de las organizaciones políticas- como cierto es también que hace falta motorizar la lucha constantemente, planificarla e hilvanarla desde los núcleos más organizados. No dejar que âen esta etapa de pacificación de la injusticia- se adormezcan los reflejos de la resistencia al actual orden de cosas.
La lucha será larga, pero en el camino no dejaremos dilapidar los impulsos de irreverencia que justamente forman el espíritu -primero rebelde, luego revolucionario- de las compañeras y compañeros que en estos tiempos se dispongan generosamente a luchar de forma organizada. Una estrategia de lucha a largo plazo no es la postergación indefinidamente de la misma.
En esa concepción de intención revolucionaria que no admite esperar por condiciones favorables para salir a dar la pelea – si no más bien generar esas condiciones- nos proponemos salir a des-enmascarar la democracia burguesa en una batalla permanente contra la subjetividad dominante y enfrentar el poder de los de arriba construyendo poder popular. Tareas para las cuales asumiremos las contradicciones que el desafío nos pueda presentar, desde una ética libertaria, insertos en el pueblo del que somos parte, involucrados con sus procesos políticos, luchando por el mundo que queremos pero bien parados con los pies en la tierra (y el barro hasta las rodillas si fuera necesario) en el mundo en el que estamos hoy.
Es en este sentido que este proyecto político nace no solo con el legado de las históricas luchas precedentes de nuestros pueblos. Está impregnado de experiencia militante reciente y fecunda en estos tiempos. Es unidad de compañeras y compañeros que han sabido gestar una nueva forma de hacer política, desde las unidades territoriales, en los barrios, desde los sindicatos, provenientes del estudiantado crítico y rebelde, en el frente de lucha contra la impunidad y desde las barricadas. Aportando generosamente a la unidad estratégica de los sectores de intención revolucionaria. Quebrando el sectarismo y la atomización. Reencontrándonos con la verdadera realidad de nuestros pueblos hermanos latinoamericanos para aportar desde nuestras humildes posibilidades pero firmes convicciones internacionalistas al proceso revolucionario por el que tantos ya han dado la vida en esta historia de luchas.
Aquí estamos, pensando en una lucha en términos de varios años y no de algunos meses, pensando en como mejor formarnos y prepararnos para alcanzar el objetivo urgente y prioritario de retomar la iniciativa que hoy tiene la burguesía en esta lucha de clases. Aquí estamos, con más vocación por hacer que decir. Aquí estamos, pensando en la revolución.
Así entendemos la organización política
Cada acción e idea que se impulse contra el sistema imperante, contra los opresores y las injusticias. Cada iniciativa que nazca desde la solidaridad, desde las más diversas corrientes ideológicas que ha parido el pensamiento revolucionario de nuestra clase puede ser un aporte en el proceso hacia la revolución social.
Nuestro aporte es el de la lucha organizada. Y la forma colectiva que hallamos para llevar esa lucha adelante es la de la organización política.
Una organización política que se estructura y funciona para llevar adelante una estrategia que se elabora y revisa a partir del pensamiento colectivo, de compañeras y compañeros que insertos en la realidad cotidiana del pueblo del que formamos parte, nos disponemos a motorizar las luchas allí donde estemos involucrados. Y a colaborar en el acuerdo, con espíritu solidario y fraterno con aquellas otras organizaciones y colectivos con las que vayamos compartiendo el camino de la lucha.
Las compañeras y compañeros que se han decidido por este camino de la organización política no desdeñan el abanico de formas organizativas y posiciones ideológicas, ni las históricas, ni las nuevas que nacen hurgando las formas de combatir al sistema. Serán los caminos transitados juntos, las acciones y actitudes concretas hoy las que nos animen a compartir la lucha. Nosotros luchamos por el socialismo libertario, y el perfil ideológico de la organización que impulsamos consideramos que se inscribe en la corriente del anarquismo organicista. Pero para nosotros la premisa fundamental es que la revolución ha de ser obra de los pueblos, y en esa convicción estaremos indeclinablemente con los que hacen la revolución.
El núcleo fundacional de este proyecto político es poli-generacional. Varias compañeras y compañeros han desarrollado experiencia de lucha en las organizaciones de nuestro pueblo desde los '60 y '70. En los '80, '90, y varios se incorporan recientemente al camino. En consecuencia nuestras mochilas llevan un poco de cada etapa. Guardamos una herramienta de cada tiempo, una mirada de cada resistencia, una pasión por cada proceso, un dolor por cada caído... y volvemos a nacer.
Autocríticos y críticos de las desviaciones y deficiencias que pueden producirse en el camino de la lucha no renunciamos a ella; nos proponemos mejorarla: El problema del poder en una organización, el combate al autoritarismo y dirigentismo, el espacio del debate fraterno y el dícenso, la iniciativa, lo táctico y lo estratégico, la relación de la organización política con los ámbitos sociales y la formación son temas que ocupan nuestra agenda permanente.
Horizontalidad, autogestión y democracia directa son premisas que desarrolladas en nuestros documentos vertebrales guían la práctica política; una estrategia de quiebre, poder popular, visión internacionalista del proceso, acumulación de fuerzas y militancia de inserción moldean la acción política. Creemos en los procesos construidos con tiempo y paciencia, en la construcción de gérmenes de poder popular en los barrios, en la tarea sindical etc. Pero sin hacer mitos, sin hacer apología de la teoría y fetiches de conceptos sabemos que la historia se define en saltos. Saltos cualitativos para los cuales pretendemos llegar lo mejor preparados posible.
Hemos iniciado un proceso. Hemos fundado luego de un largo camino la nueva organización. Podemos poner sobre la mesa hoy la elaboración teórica surgida de la praxis. Con la mano tendida este Primer Congreso de la Federación Libertaria saluda a los que luchan. Se para de frente a la historia para decir bien fuerte: socialismo y libertad!