Que lo primero es detenerse a analizar el concepto de "alta inflación" es lo que advierte el economista Francisco Faraco: "En un mundo como el de hoy con bajísimos niveles de inflación, en el que hablamos de 2% a 3% apenas en los países industrializados y consideramos 12% en términos de inflación a mediano nivel, pasar de ahí y superar 20% ya se considera una inflación muy elevada".
Si la cosa es así, ya entramos en esa categoría.
Las cuentas oficiales arrojan que el año pasado Venezuela registró un promedio de 17% en el alza de precios al consumidor. Y enero de 2007 puso a correr a todo el mundo en las dependencias de planificación de la economía nacional con su 2% que permite proyectar, de mantenerse, 27% a diciembre.
"El año pasado no se sintió mucho porque, entre otras cosas, hubo aumentos salariales, especialmente en el sector público", señala Faraco: "Pero vamos hacia una inflación mayor".
A finales de esta semana El Universal publicó algunos estimados: la gerencia de Investigación Económica del Banco Mercantil dijo que el alza anualizada puede ser de 23,8%; VenEconomía apunta 30% -sin incluir el impacto del posible aumento de la gasolina anunciado por el Presidente-; el economista Alexander Guerrero calcula en 23% la anualizada y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria se mostró más optimista al prever el cierre de año con 17,2% (aunque hay que señalar que erró su cálculo de enero: dijeron que sería 1,4% y ya sabemos que fue 2%).
En el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios, Consecomercio, a la hora de proyectar el desarrollo de este 2007, estimaron que el año terminará con 18% de inflación "anunciada". Esto es, la que dirá el Banco Central de Venezuela.
Otra cosa, aclara Noel Álvarez, presidente de Consecomercio, es lo que encuentra el venezolano en la calle: "Si bien oficialmente el año pasado cerró con 17%, no es menos cierto que de alguna forma hubo y sigue habiendo una inflación que no está declarada dentro del circuito económico. Cuando el Banco Central realiza sus encuestas para el establecimiento del Indice de Precios al Consumidor dentro de ese universo de productos que incluyen, 44% tienen precios controlados, así que eso no va a reflejar la inflación que de verdad está en el mercado. Nosotros estimamos que la inflación real fue 22%". Especialistas vinculados al sector alimentos la ubican más bien entre 30% y 32%. Para Faraco llegaremos a entre 25% y 30% de alzas promedio.
Costoso menú
Noel Álvarez señala el aspecto más sensible: "El problema es que en el sector alimentos el año pasado la inflación estuvo cerca de 26%. Una encuesta de Datanálisis dice que el venezolano destina en promedio 41% de sus ingresos a la compra de comida. Y si eso es así, el impacto para las personas de menores recursos es mayor". El informe del Banco Central sobre el primer mes del año ubica en 4% el incremento en los precios de los alimentos apenas al arranque de 2007 y ubica en 31,1% el acumulado de los últimos doce meses. Los productos agrícolas aumentaron 7,3% en enero, los pesqueros 5,1% y los agroindustriales 2,4%. Y los ítems controlados se venden casi 70% por encima del precio fijado.
De seguir la tendencia, la progresión de los economistas es que a diciembre tendríamos un rotundo 60% de alza en el renglón, aunque Faraco la ubica desde ya en 40%: "El Gobierno es responsable de controlar la inflación. También es responsable de castigar a los especuladores, esa es la otra lectura. Pero el Gobierno se inclina por decir que todo es culpa de los acaparadores en lugar de asumir sus obligaciones". ¿Y el pacto antiinflacionario? "El problema es que para los marxistas no existe sino lo que ellos llaman la violencia burguesa de los precios. ¿Con quién van a pactar qué? Tienen ocho años despreciando al sector privado y calificándolo de cualquier cosa. Además, esos pactos fracasan siempre. La inflación hay que atacarla como lo que es: como un fenómeno económico con consecuencias políticas, pero no como un asunto político".
En los predios de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos, Cavidea, la posición asumida ante el tema de la inflación y la escasez de productos es el silencio. Al parecer, las empresas reunidas en Cavidea prefieren evitar los encontronazos y posibles represalias que podrían acarrearles cualquier crítica que hagan a la política económica y -en especial- a las trabas para el acceso al dólar oficial. Aunque se espera que la semana próxima convoquen -finalmente- a una rueda de prensa para exponer su visión.
Se lo dijimos
Fedecámaras ya lo hizo el jueves en términos inusualmente duros explicando el actual momento económico y de escasez de productos en la ineptitud o en la intencionalidad del Gobierno y denunciando una campaña de descrédito contra el sector privado. En eso coinciden bastante con Consecomercio: "Todo lo que está pasando, la escasez que estamos viendo y que seguiremos viendo, se debe a las ineficientes políticas gubernamentales y en concreto al control de precios. Eso presiona al alza de los alimentos y de todo, en general", explica Álvarez: "Hace tres años cuando estaban comenzando con los controles, Consecomercio le señaló al Gobierno que todo esto iba a suceder".
Alvarez da una explicación práctica de lo que generan los controles: "Si eres productor y te controlan el precio, lo primero que haces, si puedes, es abandonar esa producción. Y así disminuye la oferta. Cuando no puedes cambiar de ramo, entonces buscas disminuir costos: reduces personal o compras insumos más baratos y decae la calidad. Los controles pudieran funcionar pero sólo en un período muy breve. Hay un ejemplo emblemático en Venezuela: el precio del pan está controlado desde hace 3 años y 7 meses. En ese lapso los insumos de los panaderos se incrementaron casi 200%. Si tuvieran que vivir sólo del pan, entonces quebrarían".
La verdadera salida para Álvarez es casi un suspiro: "Tiene que haber estímulo a la inversión, pero aqu´í el aparato productivo está constreñido por los controles. Para que baje la inflación se requiere que haya muchísima producción para cubrir esa demanda que está en boom desde el año pasado. Pero no tenemos capacidad de cubrirla porque no ha habido inversión. No hay una política de generación de inversiones soportada en el respeto a la seguridad jurídica y en la confianza a las acciones del Gobierno".
Un especialista en el tema alimentario consultado bajo condición de 'off the record', asegura que si bien el panorama luce en extremo complicado, el Gobierno tratará de evitar que la inflación pase de 20% y que esa es una prioridad en el esquema político: "Habrá alguna emisión de papeles en dólares para ubicar la divisa en torno a 3 mil bolívares. Pero también tienen que hacer modificaciones a los productos controlados. Con el ajuste del dólar ya tendrán la justificación para alzas graduales en esos productos. Chávez tiene suficiente popularidad como para hacer esos aumentos sin resultar afectado. Las empresas de alimentos han aguantado porque ha habido un crecimiento significativo en las ventas y porque la inflación se hab'ía mantenido por debajo de 20%. Pero además porque el Gobierno les puso a competir con Mercal. Pero lo que alteró todo fueron las trabas a las importaciones y el discurso agresivo del Presidente".
Faraco, por su parte, es lapidario: "En ese plan antiinflacionario ellos nunca pensarán en soluciones de mercado sino en controles. Ya se comienza a sentir con fuerza el repliegue del sector privado como consecuencia de una política de agresión y discriminación. Este es el costo de eso, no sé cuál será el beneficio".