Cristina lo expresó este mediodía al encabezar en la plaza de armas de la I Brigada Aérea, con asiento en la localidad bonaerense de El Palomar, el acto central el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, al cumplirse 26 años del inicio del conflicto bélico.
En su discurso, pronunciado frente a una formación de efectivos de las tres Fuerzas Armadas y una representación de veteranos y ex combatientes de la guerra, la Presidenta se refirió al "desafío de seguir con la gesta irrenunciable e indeclinable de nuestras islas Malvinas".
"Entre aquello que fue la decisión de la guerra y alguna otra decisión de creer que con ositos Winnie Pooh podíamos recuperar las islas, debe estar la decisión de un país de recuperar su fortaleza económica y su presencia como país en todos los foros del mundo para que nuestra voz sea escuchada en el reclamo inclaudicable de nuestra soberanía sobre Malvinas", aseveró.
Momentos antes, Cristina había recordado que el 2 de abril de 1976 se anunciaba a los argentinos "un plan económico que causó la destrucción del país y de nuestra cultura, que se había basado en el trabajo, el esfuerzo y la producción" y, en ese sentido, dijo que la "derrota militar" de Malvinas fue "precedida por otras derrotas".
"Al haber perdido la batalla de la democracia, era muy difícil tener triunfos militares", agregó la mandataria -vestida con un tailleur negro y el pelo recogido- y señaló que "hoy hemos reconstruido la democracia y estamos reconstruyendo la Nación con el esfuerzo de todos los argentinos".
Hacia el final de su mensaje, Cristina Fernández de Kirchner ratificó que el país debe seguir trabajando para "que sea fuerte y respetado en todo el mundo, y para que nuestra voz sea escuchada en todos los foros denunciando la vergenza del enclave colonial en el siglo XXI".
Al comenzar su discurso, la jefa de Estado había recordado como vivió los días de la guerra en Río Gallegos, donde residía junto a su familia.
"Tengo la imagen de aquellos días de los operativos 'oscurecimiento'. Como la mayoría de la casas no tenían persianas, a la noche debíamos colgar mantas en las ventanas para que la ciudad quedara totalmente a oscuras, y blindar los faroles de los autos porque había rumores de que la aviación inglesa bombardearía Río Gallegos para terminar con la guerra como efecto disuasorio", rememoró.
También mencionó que su hijo Máximo, por entonces de 5 años, "jugaba todo el tiempo sentado frente a la televisión siguiendo la guerra con pasión, con sus soldaditos de plomo, avioncitos y barquitos".
"Para él era un juego de chicos, para otros había sido una jugada militar y política; y en el medio estábamos millones de argentinos que supimos diferenciar lo que era una gesta histórica de lo que nunca habíamos aceptado que era la violación de la democracia", añadió la Presidenta.
Asimismo, Cristina rescató en su discurso la figura del actual jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier Jorge Chevallier, quien combatió en las islas a bordo de un avión Camberra.
"Podría no haber ido porque había quedado viudo con 2 hijos y como único sostén podía quedarse, pero eligió ir a pelear por la Patria y a cumplir con su deber como corresponde a un soldado de la Nación", remarcó visiblemente emocionada. Chevallier la precedió en el uso de la palabra y, en su discurso, el militar -que es el combatiente más antiguo en actividad- expresó su reconocimiento a los veteranos -"con quienes nos une un lazo único", dijo- y agregó que "no se trata de idolatrar el pasado, sino resaltar los valores de esos hombres y mujeres, y no repetir errores"
El brigadier pidió "dignificar la entrega" de los veteranos, que "son testimonio de la palabra sacrificio" y remarcó que su "testimonio se mantienen vivo en el anhelo de recuperar Malvinas a través del reclamo justo y permanente de la soberanía" sobre las islas.
Participaron del acto la ministra de Defensa, Nilda Garré; los titulares del Ejército, general Roberto Bendini; de la Armada, almirante Jorge Godoy y de la Fuerza Aérea, brigadier Normando Constantino, así como veteranos y ex combatientes de la guerra.
Asistieron también el gobernador bonaerense Daniel Scioli; el canciller Jorge Taiana, y los ministros del Interior, Florencio Randazzo; de Economía, Martín Lousteau; de Planificación, Julio De Vido; de Trabajo, Carlos Tomada; y de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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