EFE
Actualizado 04-04-2008 17:24 CET La Habana.- El congreso de escritores y artistas cubanos que termina hoy en La Habana reflejó las ilusiones y expectativas que despiertan las reformas promovidas por el presidente Raúl Castro, aunque sin olvidar los homenajes de rigor a su retirado hermano Fidel.
(EFE)
Los intelectuales reclaman más acceso a internet, dentro de las reformas anunciadas, que incluyen la venta libre de computadoras y teléfonos móviles, y piden cambios en los medios de comunicación, todos controlados por el Partido Comunista.
Los intelectuales reclaman más acceso a internet, dentro de las reformas anunciadas, que incluyen la venta libre de computadoras y teléfonos móviles, y piden cambios en los medios de comunicación, todos controlados por el Partido Comunista, del que sigue siendo primer secretario Fidel Castro.
Incluso uno de los vicepresidentes cubanos, Carlos Lage, habló de una prensa que no refleja la realidad, aunque justificó ese y otros problemas por la situación de guerra y penuria que ha vivido Cuba en las últimas décadas.
"La doble moral, las prohibiciones, una prensa que no refleja nuestra realidad como queremos, una desigualdad indeseada, una infraestructura deformada; son las heridas de la guerra, pero de una guerra que hemos ganado", dijo Lage en la tercera jornada del congreso, que terminó pasada la medianoche del jueves.
El historiador oficial de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal, en su discurso ante un congreso al que no tuvo acceso la prensa extranjera -eso todavía no cambia-, aseguró que los intelectuales deben a ayudar "a construir la nación de hoy".
"Todos estamos esperanzados -afirmó Leal-. ¿Por qué? Porque el país, efectivamente, asume que lo que hasta ayer no fue conveniente o prudente, hoy es necesario. Cada día las noticias que nos llegan son alentadoras, y no es, como dicen nuestros mortales enemigos, un tema cosmético".
"Se están tocando cosas tan profundas como (...) la justicia para los campesinos, los hombres de la tierra", agregó el historiador.
Raúl Castro trata de superar la precaria situación del campo cubano con medidas para aumentar la productividad, racionalizar la administración y garantizar el abasto de verduras y vegetales a precios asequibles, incluida la entrega de tierras a los campesinos en usufructo.
Esas reformas y la liberación de los teléfonos móviles, electrodomésticos y ordenadores, más el fin de la prohibición para que los cubanos se alojen en hoteles, han producido una especie de "descompresión sicológica" entre los cubanos, coinciden analistas y diplomáticos extranjeros.
Incluso algunos disidentes están ilusionados con las reformas y les parecen positivas, según declararon a Efe, a pesar de que Raúl Castro insiste en que se harán dentro del socialismo y sin traicionar la revolución.
"¡Qué bueno es que podamos tener teléfono, es legal! -comentó el historiador de La Habana en el congreso-, pero hubo un momento en que no podíamos siquiera comunicarnos".
"¡Qué bueno que se cumpla, como decía la canción de los comunistas fundadores, que sea tuya la tierra que trabajas (...). Para que en Cuba haya todo lo que se necesita, y, entonces, se derrumbarán como comadrejas los especuladores que nos esquilman", añadió Leal.
El historiador, miembro de la directiva de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), aludió a uno de los asuntos más espinosos en la isla: los cientos de miles que se han marchado.
"Yo no me avergüenzo de los que están fuera, porque mis hijos están fuera, y jamás me avergonzaré de mi condición de padre, ni jamás les quitaré a ellos el nombre de cubanos (...) Siempre y cuando no hagan armas contra la patria que los vio nacer o levanten su mano contra el que les dio nombre", dijo Leal.
eso te desautoriza a llamarnos gusanos "juazzzzz"
También pidió respeto para los homosexuales y otros que en el pasado fueron discriminados o reprimidos:
"Es necesario que cuando vean pasar a uno cualquiera de nosotros, que sea singular, lo respeten y lo estimen; que no digan nunca, como afirmábamos al principio de la revolución: Ahí va un negrito; que no digan nunca más: Ahí va un homosexual, o, como estamos en una república literaria y es muy español, un maricón",
"Ya que tanto hemos luchado por la libertad, que se respete nuestra singularidad. Eso es lo que hemos logrado en esta reunión, y por eso hemos llegado hasta aquí. Hemos vencido porque hemos sobrevivido", concluyó Leal.
A su vez, Lage aseguró que se identifica con el optimismo de los intelectuales y que comparte su impaciencia, porque también es la de los gobernantes y la mayoría de los cubanos.
Lo que ocurre hoy en Cuba -advirtió- no se puede entender ni criticar con crudeza sin tener en cuenta el pasado reciente.
"Venimos de una ausencia dramática de alimentos y medicamentos, de calles desoladas, de noches oscuras, de doble moneda que es como una doble bandera", dijo Lage.
En Cuba conviven un peso fuerte, convertible en divisas (CUC, que se cambia por 1,08 dólares), y un peso cubano que vale 24 veces menos, causa de mucho malestar porque origina discriminación, y Raúl Castro prometió una convergencia de los dos.