El negocio de la disidencia en Cuba
Por José Hernández S.
Las revelaciones sobre el quehacer contrarrevolucionario de terroristas en Miami, grupúsculos mercenarios en Cuba y la Sección de Intereses del gobierno norteamericano en La Habana (SINA), que desde el lunes son divulgadas en el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda y deben concluir hoy, son comentadas ampliamente por la población capitalina.
No por conocidas entre los cubanos, las fechorías de algunos de los personajes comprometidos en materiales de video, fotos o correos electrónicos dejan de causar rechazo, en particular Santiago Álvarez Fernández Magriñát, quien es muy repudiado luego de su frase de que con dos laticas (de explosivos) se podía acabar con el famoso Cabaret Tropicana, formulada en conversación telefónica con uno de los mercenarios detenido en la región central de Cuba en abril de 2001.
Que personaje de tal calaña sea el “Amigo” que envía sus dólares a Marta Beatriz Roque Cabello, tampoco es de extrañar pues esta industriosa señora lleva bastante tiempo viviendo de ese lucrativo negocio de la disidencia, sin el menor pudor para mentir, como ocurrió con un supuesto “ayuno” en el que se mantuvo muy bien alimentada por sus amigos de la SINA.
En eso de darle la mala a los demás en la distribución del dinero también acumula experiencia, pues no olvidamos que se le ha acusado de haber dispuesto de dinero supuestamente enviado para ayudar a damnificados de los huracanes Lili e Isidoro cuando repartió a un pequeño grupo no más de 100 pesos cubanos.
Y si de clavar puñales en la espalda de otros disidentes se trata, la tia MacPato, también reúne una larga historia y algunas, como las que expresó sobre Osvaldo Payá, otro promotor de programas contra el gobierno revolucionario, fueron reveladas por 12 agentes de la Seguridad del Estado en testimonios sobre su convivencia en esta denominada “oposición”.
Aunque traten de silenciarlo, lo visto, escuchado y leído basta para probar la afirmación del gobierno cubano de que estos grupúsculos no son más que mercenarios a sueldo que tratan de ganar méritos para que les suban el salario.