Violentas protestas en Sucre contra la presencia del presidente de Bolivia, Evo Morales, obligaron hoy a la suspensión de un acto con el que el mandatario pretendía sumarse a la celebración del 199 aniversario de la ciudad, informó el Gobierno.

El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, en una conferencia de prensa que dio junto a su colega de Defensa, Walker San Miguel, confirmó la cancelación de la presencia de Morales en Sucre por la violencia, de la que acusa al Comité Interinsitucional de la ciudad.

Según Rada, unas 250 personas protagonizaron enfrentamientos con efectivos militares y policiales, que recibieron la orden de replegarse para evitar que la violencia se agravara.

“Se ha instruido a la fuerza pública un repliegue ordenado para evitar mayor violencia“, apuntó Rada.

“Son grupos de choque organizados por la Alcaldía, algunos sectores universitarios y activistas agrupados en el Comité Interinstitucional”, agregó.

El ministro informó de tres heridos durante los enfrentamientos, dos por efectos de los gases lacrimógenos y un tercero por el impacto de una piedra, aunque Radio Patria Nueva (estatal) dio por confirmados al menos otros ocho.

Las misma fuente señaló que en los incidentes además resultaron heridos al menos cinco militares y policías, agredidos con palos y piedras cuando abandonaron el estadio en el que tenía previsto celebrar su acto.

Los incidentes comenzaron en la noche, cuando habitantes de Sucre, armados de palos, piedras y cartuchos de dinamita, iniciaron una “vigilia” en el aeropuerto de la ciudad y el estadio donde tenía previsto celebrar su acto el presidente Morales.

Ante las amenazas de líderes cívicos de la ciudad, Morales había adelantado para hoy su participación en la celebración del 199 aniversario del primer levantamiento libertario de América contra la colonia española, que se cumple mañana.

En el acto tenía previsto entregar cheques para financiar obras, anunciar otras y entregar ambulancias donadas por la cooperación española.

Los promotores de las protestas exigen al mandatario que pida disculpas y asuma su responsabilidad en los disturbios de noviembre pasado que causaron tres muertes y 300 heridos alrededor de la Asamblea Constituyente.

La protesta del año pasado comenzó cuando el oficialismo sacó de la Constituyente el pedido de Sucre de recuperar su estatus de capital plena de Bolivia.