En muchos países de Centroamérica, Latinoamérica, Europa del este y África ocurre hace muchos años. El envío de dinero por parte de los que se fueron hacia sus familiares que permanecen en el país de origen es cada vez mayor, e incide notablemente en las economías, tanto del país emisor, como en el receptor del dinero.
Según publica iEco,
entre el 2001 y el 2006 se multiplicó ocho veces la transferencia de dinero de argentinos que viven en el exterior hacia el país. El informe, recientemente publicado, "Migraciones internacionales, remesas y el desarrollo económico”, elaborado por la Comisión Económicas de las Naciones Unidas para América y el Caribe (
CEPAL.), señala que el monto pasó de 100 millones de dólares en 2001 a 850 millones en 2006.
Un dato interesante: los inmigrantes latinoamericanos que viven en los Estados Unidos ganan unos 500.000 millones de dólares anuales en promedio. El 10% de este monto se envía a sus países de origen en forma de remesas
.

Se estima que la suma total de envíos mundiales asciende a 300 mil millones de dólares,
“un monto mucho mayor al de las inversiones extranjeras directas en países en vías de desarrollo, y el doble del monto aportado oficialmente como ayuda al desarrollo”. Lo cierto es que
el negocio de envío de remesas a nivel mundial es impresionante y las entidades bancarias y las agencias que se dedican a estos trámites y cobran valores obscenos pugnan, cada vez más, por atraer a los clientes.
Muchos
bancos están intentando tentarlos bajando las comisiones o facilitando el servicio (además de Internet, ya se pueden hacer envíos vía SMS). También hay programas de premios y fidelización al cliente. Pero la realidad es que
hoy los costos por envío son altísimos: del total del dinero que se quiere mandar cuesta entre un 8 y un 10% realizar el trámite.
Teniendo en cuenta que el envío de remesas representa
una importante ayuda para paliar situaciones de pobreza de muchos países, algunos organismos reclaman que parte de las comisiones ganadas a partir de dichos envíos, sean invertidas en los países en vías de desarrollo.
El director de
remesas.org (un organismo que busca poner de manifiesto, y potenciar, el importante papel de las remesas en la economía global. Y demostrar que son el principal mecanismo para transferir recursos a los países en desarrollo) Iñigo Moré, reclama que
las entidades bancarias se involucren en estas iniciativas para establecer unos costes "razonables" en los envíos y propone rebajar el 8% actual que suelen cobrar los bancos en comisiones a un 6%.
De la diáspora de argentinos del 2000-2001 no fueron pocos los que han enviado dinero (y muchos aún lo hacen) a sus familiares. Recuerdo el esfuerzo de una rosarina que trabajaba de camarera en Miami y que cada semana, de su sueldo separaba una generosa porción para ayudar a su familia que en plena crisis había quedado en una situación más que complicada. Esos dineros que ella enviaba fueron el aire fresco que esa familia respiró semana tras semana hasta hace muy poco tiempo.