Las autoridades cubanas de la construcción ofrecieron sus escuelas para adiestrar a los ciudadanos que quieran incorporarse a las tareas de reconstrucción de las casi medio millón de viviendas destruidas o dañadas en el país por los huracanes “Ike” y “Gustav”.

El viceministro de la Construcción, Reisvel Rosquete, anunció que para recuperar los cuantiosos daños causados por los huracanes se requiere de “un movimiento masivo” que rebase a las fuerzas constructoras profesionales y sume a la población.

Los dos huracanes azotaron Cuba entre el 30 de agosto y el 9 de septiembre ocasionando pérdidas calculadas oficialmente en 5.000 millones de dólares. La vivienda y la agricultura figuran entre los sectores más castigados por “Ike” y “Gustav”, según evaluaciones preliminares, afectaron a más de 444.000 casas, de ellas 63.249 con derrumbe total.

Cuba ya tenía un déficit de alrededor de un millón de viviendas antes de los huracanes y tiene un plan de construcción anual de 50.000 casas.

El 70% de las viviendas planificadas es construida por los propios particulares, a los que se les entrega los materiales, “Quien no sepa y quiera aprender de construcción para incorporarse a esta obra tendrá abiertas las escuelas de capacitación del Ministerio de la Construcción (MICONS)”, manifestó el funcionario.

El viceministro del MICONS explicó que se evalúa en el país la capacidad que tienen los organismos que edifican y restauran obras en cada territorio, con el fin de cuantificar y planificar recursos humanos y materiales disponibles para el programa de recuperación.

Entre ellos citó algunas instalaciones turísticas comprometidas para la próxima temporada alta y otras relacionadas con los proyectos del acuerdo de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) puestos en marcha en la isla con la colaboración de Venezuela.