
“Si quieren que dé mi vida para que nos hagan caso se las doy”, sentenció ayer el dirigente campesino Ramiro Guillén antes de prenderse en fuego frente al palacio de gobierno en Xalapa, México. Hoy, en horas de la mañana murió debido a quemaduras en el 90% de su cuerpo.
Fotos:Mikimby y associated corredor de bolita
El activista de una organización campesina que se prendió fuego ayer frente a la sede del gobierno del estado mexicano de Veracruz, en el este del país, para protestar porque las autoridades no solucionan un conflicto agrario, murió hoy a consecuencia de sus quemaduras, informaron fuentes oficiales.
El presidente de la Comisión Pro Derechos Humanos de la Sierra de Soteapan, Ramiro Guillén Tapia, murió en el Hospital Civil “Luis F Nachón” de la ciudad de Xalapa, capital del estado.
Fuentes del hospital dijeron a Efe que el dirigente campesino, un indígena de la etnia popoluca, presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en el 90 por ciento de su cuerpo, y que sus vías respiratorias estaban quemadas.
El activista se roció ayer gasolina y se prendió fuego para protestar porque las autoridades no solucionan un conflicto agrario de la comunidad de Ocozotepec del municipio de Soteapan, que lo afecta directamente.
Un grupo de indígenas liderados por Guillén invadió hace unos cinco años unas 250 hectáreas de tierra, que pertenecían a otro grupo con el que se enfrascaron en una disputa legal.
En un comunicado de prensa, el Gobierno de Veracruz se mostró hoy extrañado por la decisión del activista de prenderse fuego.
Según las autoridades locales, el gobierno de Veracruz había logrado que los propietarios del terreno pagaran 2,24 millones de pesos (unos 204.000 dólares) al grupo encabezado por Guillén para que abandonaran las tierras invadidas.
Supuestamente el líder campesino había firmado y aceptado el acuerdo, según las fuentes oficiales.
Además, el ejecutivo local manifestó que Guillén y sus acompañantes habían sido atendidos el mismo día en que decidió prenderse fuego por varios funcionarios de la Subsecretaría de Gobierno.
Sin embargo, “rechazó el diálogo y exigió la presencia de Alberto Meza Abud, delegado de la Reforma Agraria, abandonó el recinto y nuevamente se dirigió a la Plaza Lerdo”, donde finalmente se roció gasolina, explicó el texto oficial.
“Las heridas que tenía eran incompatibles con la vida”, destacó la fuente del hospital donde el dirigente campesino estaba recluido, la cual detalló que el hombre además de presentar quemaduras de segundo y tercer grado en la mayor parte de su cuerpo, tenía las vías respiratorias dañadas.
Durante toda la noche personas del área de quemados estuvo al pendiente del líder indígena. Sin embargo, fue imposible salvarle la vida debido a la gravedad de sus lesiones.
Los médicos que lo atendieron, explicaron que luego de haberse prendido fuego, el hombre logró estar en pie y dar declaraciones a la prensa debido a que el cuerpo tarda en reaccionar.


