Mire picarona, con ese su irónico y divertido lenguaje escrito, solo me hace recordar a la bella Maribea, el inolvidable adorable tormento del Papiyo y más de alguno otro caballero cabalgante del antiguo reino del viejo y querido San Juan.
Pero creo, no, Papiyo, que la nena, Alvermesalir hacia el capitalismo salvaje era una gran “novelera” o será la nena Maribea que nos quiere confundir con sus novelas.
¡Esta “Doctorcita” ya se nos está poniendo interesante para todos los caballeros cabalgantes!