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General: Yoani Sanchez en Generación Y
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جواب  رسائل 1 من 27 في الفقرة 
من: Azali5  (الرسالة الأصلية) مبعوث: 25/11/2008 02:31

Contra la desmemoria

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Noviembre,23,2008

punto_de_control.jpg

El mediodía de este sábado nos encontró en la carretera rumbo a Pinar del Río. La hierba al lado de la vía ya ha crecido, pero las palmas deshojadas recuerdan que el desastre ocurrió hace sólo dos meses. La vida va más lenta, como si Ike y Gustav hubieran remarcado la imagen decimonónica que ya tenían estos campos. Si no fuera por un viejo tractor aquí y una torre eléctrica allá, uno creería que ha viajado dos siglos -hacia atrás- en el tiempo. Algunas casas llevan nuevas cubiertas de asbesto cemento, que serán alimento para los vientos del próximo huracán.

Las dos mochilas de medicinas y ropa, que hemos acopiado entre amigos, resultan muy limitadas para todas las necesidades que nos salen al paso. Los alimentos escasean, sobre todo –vaya ironía- aquellos que provienen del surco. Hasta los niños, que normalmente apartan el pepino del plato, extrañan el peculiar sabor de esta hortaliza. La tierra demora en cicatrizar. El pequeño agricultor autónomo ha visto aumentar las presiones para vender su cosecha al Estado y no a los mercados libres, donde podía obtener mayores ganancias. Esto genera desinterés para producir y tarimas vacías en los puntos de venta. Otra vez, como en aquellos adversos años noventa, es necesario salir de la ciudad para comprar algo de yuca, cebolla o un pedazo de cerdo.

Entre La Habana y Pinar del Río dos puntos de control policial escogen autos al azar y verifican que nadie trafique con leche, queso o viandas. Al igual que esos sofisticados aparatos médicos para mirar en el interior del cuerpo humano, la gente ha bautizado estos registros como “somatón”. En los intervalos menos vigilados de la carretera, vendedores ilegales muestran su mercancía y se esconden cuando pasa un auto con chapa oficial.

Aunque para los medios informativos el desastre es una noticia que va desvaneciéndose, en la vida de los damnificados es el titular de cada día. Hay que evitar que la desmemoria tape esa situación, que el triunfalismo nos haga creer que ya todo ha pasado, que la avalancha de reportajes positivos nos engañe con la profundidad de la catástrofe. Les recuerdo a todos que hay que ir a las zonas afectadas, entregar directamente las ayudas y recoger los testimonios allí. Los vientos huracanados siguen soplando en la vida de esas personas y no van a disminuir porque nos tapemos los oídos.

sin_techo.jpg

 

carniceria.jpg

 

casa_tabaco.jpg



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من: Azali5 مبعوث: 25/11/2008 04:58

Pequeña y apartada

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Noviembre,21,2008

hormiguitas.jpg

La semana pasada hablábamos de hormigas, de personas y tradiciones diminutas que sostienen el día a día. Pues bien, a unos pocos metros de mi casa me he encontrado esta valla con la misma metáfora de los insectos. A diferencia del hormiguero imaginado por mí -donde tienen cabida todas- aquí hay una apartada criatura. Me asusta creer que la hormiguita solitaria pueda representar al intelectual, o a personas -como yo- que son trabajadores informales porque no hay licencias para profesor de español u otras dignas profesiones. La segregada pequeñita pudiera aludir a los que reciben remesas y no encuentran sentido a trabajar por un salario más simbólico que efectivo. A la izquierda, debajo de este poster, podría aparecer la mujer que vende café en la esquina de mi casa, se levanta a las cinco para hacerlo y juega a los escondidos con la policía; el joven que dejó los estudios y cose zapatos en el taller de su primo, pero al jefe de Sector le parece un vago habitual; el marginado, a quien niegan un trabajo acorde a su calificación porque no es políticamente correcto. Tantos podríamos ser la hormiguita que no sostiene hojas en sus manos… porque las otras no son solamente las trabajadoras, sino las autorizadas, el grupo de las que no se salen de la fila.

Matrimonio sin patrimonio

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Noviembre,20,2008

zona_oficial.jpg

Dos de mis amigos se casaron en los años noventa para comprar el cake y las cervezas que asignaba el mercado racionado en caso de bodas. No eran una pareja y jamás habían intercambiado algo más que un abrazo, pero la reventa de la bebida y del azucarado pastel les produjo suficiente dinero para vivir varios meses, cada uno por su lado. Como ellos, un montón de gente firmó el acta matrimonial a la espera de los ansiados productos y de las tres noches de luna de miel en un hotel, cotizadas a muy buen precio en el mercado negro.

Con esas referencias alrededor, me cuesta tomarme en serio la firma de un contrato matrimonial. Vivo desde hace un montón de años bajo una unión consensuada sin rastro de papeles. Así mismo, muchos de mis conocidos cohabitan con una pareja con la que jamás han pisado una notaría o certificado su unión. No se trata sólo de una moda postmoderna e irreverente, sino de la pérdida del sentido de rubricar el matrimonio. Entre los motivos de ese desvanecimiento, está la ausencia de un patrimonio familiar que preservar con la firma de un contrato. Qué diferencia pueda haber en que un hijo tenga padres legalmente unidos o no, si ellos carecen de bienes que heredarle, ni posesiones que necesiten del visto bueno de las leyes.

Los que tenemos hoy menos de cuarenta años, arribamos a las relaciones amorosas portando como propiedad principal aquella contenida en nuestra epidermis. Para cuando llega el final del idilio, las pertenencias caben –frecuentemente– en un maletín. Con el nido del amor ubicado en la casa de los padres y con un salario que no alcanza para adquirir bienes perdurables o transmisibles, poco importa ya el papel firmado y el cuño legal que da fe del matrimonio.


جواب  رسائل 3 من 27 في الفقرة 
من: Azali5 مبعوث: 25/11/2008 07:21

Habana invernal

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Noviembre,19,2008

habana_invernal.jpg

El cielo no siempre tiene aquí ese azul tan cursi de las postales turísticas. Por suerte, pues no puedo imaginarme un año con el achicharrante sol, sin esas semanas de pausa que traen los frentes fríos. Desde el lunes ha llegado uno que aportó nubes londinenses a La Habana e inundaciones severas en el oriente del país. Las calles están llamativamente vacías en la noche, porque el frío asusta a los habituales inquilinos de los parques y las aceras. Subir a un ómnibus abarrotado ya no es la vía más rápida para coger peste en las axilas, sino la entrada a un espacio tibio y amigable .

Con la baja de las temperaturas, el humor y la tolerancia mejoran; a los viejitos le duelen los huesos y una leche con chocolate se vuelve una alucinación recurrente. Diciembre está tan cerca que no vale la pena empezar nada, dicen los que han pospuesto sus proyectos durante todo el año. Viene la época de gastar más, presagian los bolsillos que para esta Navidad estarán especialmente vacíos. No obstante, lo más sensible es el tema de los abrigos y las frazadas, la poca protección ante el húmedo frío que entra por las rendijas de las ventanas.

Veo a la gente en la calle con sweaters, enguatadas y gruesos abrigos sintéticos, pero ninguna de esas prendas ha podido ser comprada con el salario que ganan por su trabajo. Aquel de piel de vaca se lo mandó una hermana que vive en New York y el de rayas que lleva la muchacha fue regalado por un turista de paso en la ciudad. Un niño pequeño tiene un impermeable heredado de su hermano, que a su vez lo obtuvo de un tío que decomisa maletas en la Aduana. La viejita que cruza la calle pone cuidado en sus medias de lana, cambiadas a una vecina por una cuchilla de batidora. Sólo el custodio del hotel ostenta una chaqueta de mezclilla con botones brillosos y nuevos.

Me gusta el invierno y la afabilidad que despierta en la gente, pero sé que para muchos es la estación de ciertos sinsabores y vergüenzas. De no poder dormir en el banco del parque, donde el resto del año aquel señor de la ropa gastada tiene su única morada. De los niños burlándose en la escuela de los que llevan un abrigo comprado en el racionamiento de los años ochenta. El frío enfatiza las diferencias entre los que pueden cerrar la puerta y los que no tienen una casa con ventanas para entornar. Remarca el contraste entre aquellos que llevan una prenda de mangas largas y los que se ponen dos pulovers porque no tienen un abrigo. Todos pendientes del termómetro y de que no baje los diez grados, pues la indigencia habitacional y de vestuario no soportaría un solo copo de nieve.


جواب  رسائل 4 من 27 في الفقرة 
من: Azali5 مبعوث: 25/11/2008 09:43

No soy yo

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Noviembre,18,2008

rincon_martires.jpg

Un muchacho se me acerca para preguntar si soy “Yoani”. Me extiende una mano sudada y fría. Tengo miedo que venga a darme el primer bofetón, pero sólo apunta “Ojalá que seas verdad. ¡Porque ya hemos visto tanto!”. Me dan ganas de seguirlo y de mostrarle mi ombligo. No hay mayor prueba de que uno existe y de que es “verdad”, que un ombligo anudado en el abdomen. Se va y deja todo el peso de su duda y de su fe sobre mí –esto último es lo que más me asusta–. No me da tiempo a advertirle que no pretendo fundar ningún credo, por tanto sus incertidumbres me dejan más aliviada que su posible convencimiento.

Si el muchacho de la mano fría y las frases breves leyera este post, quiero indicarle que no puedo salvarlo. No soy yo a quien deba cargarle la responsabilidad que deberíamos llevar juntos. Yo también he visto tanto… gente que aplaude y que después delata; manos que palmean el hombro y finalmente empujan; gritos de vivas que se transmutan en susurros de odio… Sin embargo, yo no tengo que saber quién es él para estar segura de que compartimos dudas, sueños, culpas.

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جواب  رسائل 5 من 27 في الفقرة 
من: Azali5 مبعوث: 25/11/2008 12:06

Numancia

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Noviembre,16,2008

ultimos_dias_numancia.jpg

Una pionerita grita consignas en el matutino de su escuela. El color enrojecido de la cara y una vena latiéndole en la frente reafirman sus exclamaciones. Entre las frases que repite, hay una metáfora pavorosa: “primero se hundirá la isla en el mar, antes que renunciar a la gloria que se ha vivido”. En el mural de un CDR unas palabras ocupan toda la parte superior: “Si avanzo sígueme, si me detengo empújame, si retrocedo mátame”. Otro tanto mostró el periódico este sábado, cuando el Máximo Líder publicó en una de sus reflexiones:  “después de las vidas ofrendadas y tanto sacrificio defendiendo la soberanía y la justicia, no se le puede ofrecer a Cuba en la otra orilla el capitalismo”.

Numancia vuelve a mi memoria y me resisto al tremendismo que ella implica. Ya me creí esa historia alguna vez, cuando de niña corría al refugio bajo la sirena presagiando una invasión que nunca llegó. La plataforma insular no colapsará –lamento darles esa noticia a los heraldos de la debacle– porque tengamos un gobierno u otro, un sistema de tal tipo o de más cual. Los árboles no se inmutarán, las piedras que vieron extinguirse a los indígenas no cambiarán de lugar y probablemente ni el propio mar se dará cuenta. Así que, por favor, no me asusten con cataclismos ni apocalipsis. Ya estoy muy grandecita para eso.

Todo esto pasará, ya está pasando. Numancia sólo ocurrirá en la mente de algunos, en la de otros el futuro será más largo que lo dejado atrás.

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جواب  رسائل 6 من 27 في الفقرة 
من: Azali5 مبعوث: 25/11/2008 14:29

Hospitales ¿lo llevas todo?

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Noviembre,11,2008

a_ciegas1.jpg

Un cubo en una mano, la almohada bajo la axila y el ventilador apoyado en el hueso de la cadera. Entro por la puerta del hospital oncológico y la mochila que me sobresale sobre el hombro no deja ver mi rostro al custodio. Poco le importa, pues el hombre está  acostumbrado a que las familias de los pacientes deben llevarlo todo, así que mi barroca estructura de aspas, cubo y fundas, no lo inmuta.  Él no lo sabe todavía, pero en una bolsa que me cuelga de algún lado le he traído un pan con tortilla, para que me deje quedarme fuera del horario de visita.

Llego a la sala y Mónica sostiene la mano de su madre, cuyo rostro está cada vez más demacrado. Tiene cáncer en el esófago y ya hay poco que hacer, aunque la señora aún no lo sabe. Nunca he entendido esa negativa de los médicos a informarle a uno –directamente– cuán poco tiempo queda para el final; pero respeto la decisión de la familia, aunque no me sumo a la mentira de que pronto estará bien.

La sala tiene una luz tenue y en el aire se huele el dolor. Comienzo a desempaquetar lo que he traído. Saco la bolsita de detergente y el aromatizante con los que limpiaré el baño, cuyo “aroma” lo inunda todo. Con el cubo podremos bañar a la señora y descargar la taza, pues la válvula de agua no le funciona. Para el gran fregado traje un par de guantes amarillos, temerosa de los gérmenes que puede pescar en aquel hospital. Mónica me conmina a seguir desempacando y extraigo la cantina de la comida y un purecito especial para la enferma. La almohada ha venido de maravilla y el juego de sábanas limpias logra tapar el colchón, manchado con sucesivos efluvios.

Lo mejor recibido es el ventilador, que conecto a dos cables pelados que asoman desde la pared. Sigo desembalando y llego a la jabita con los materiales médicos. He conseguido unas agujas adecuadas para el suero, pues la que tiene en el brazo es muy gruesa y le produce dolor. También compré algo de gasa y algodón en el mercado negro. Lo más difícil –que me ha costado días e increíbles canjes– es el hilo de sutura para la cirugía que le harán mañana. Le traje además una caja de jeringuillas desechables, pues puso el grito en el cielo cuando vio a la enfermera con una de cristal.

Para la distracción, he cargado con una radio y a una paciente cercana le han traído un televisor. Mi amiga y su mamá podrán ver entonces la novela, mientras yo busco al médico y le entrego un regalo enviado por el esposo de la enferma. Al llegar la hora de dormir, una cucaracha atraviesa la pared cercana a la cama y me acuerdo que también traje un spray contra insectos. En la mochila todavía me quedan algunas medicinas y un regalito para la muchacha del laboratorio. El dinero lo tengo en el bolsillo, pues las ambulancias son para casos muy críticos y cuando la envíen –desahuciada– a casa, tendremos que tomar un Panataxi.

Frente a nuestra cama hay una viejita que se come la sopa aguada que le ha dado el personal del hospital. Alrededor de su cama no hay ningún bolso traído por la familia y no tiene almohada para apoyar la cabeza. Pongo el ventilador de una forma que  ella también reciba el fresco y le hablo sobre la llegada de otro huracán. Sin que se dé cuenta toco la madera del marco de la puerta, no sé muy bien si para expulsar el miedo a la enfermedad o el espanto ante las condiciones del hospital. Una mujer pasa gritando que vende panes con jamón para los acompañantes y yo me encierro en el baño, que huele a jazmines después de mi limpieza.


جواب  رسائل 7 من 27 في الفقرة 
من: Azali5 مبعوث: 25/11/2008 16:51

Salvar hormigas

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Noviembre,13,2008

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Mi madre iba con el bulto de ropa hacia el lavadero de cemento, donde el cepillo y el jabón  blanquearían las camisas y desempercudirían los pantalones. La alarma se extendía sobre mi hermana y yo, al ver peligrar a las ingenuas hormigas que transitaban bajo la pila aún cerrada. Comenzaba entonces la carrera para salvar parte del imprudente hormiguero, ajeno al exterminio que mi mamá provocaría con el agua y la espuma. Niñas un tanto locas, dirían los vecinos, al vernos recuperar los minúsculos insectos que ellos ni percibían sobre el cemento gris.

Con el tiempo y miles de hormigas que no he podido salvar de la debacle, comprendí que lo nimio siempre está en peligro de ser barrido. Las revoluciones y las guerras arrasan con lo pequeño; con todo aquello que no aparece en las estadísticas ni en los grandes libros de historia. Las diminutas cosas que dan cuerpo y vida a una sociedad perecen cuando se abre la pila de los cambios violentos y de los conflictos bélicos.

El sabor de una fruta perdida en la memoria, una tarde en el contén del barrio hablando a máscara quitada, un ternero trotando en el campo sin temor a ser sacrificado ilegalmente, una limonada fría que no te ha costado una hora de cola. Todo eso forma parte también del hormiguero, aunque esas “lavanderas” que quieren limpiar y sacudir un país, crean que son antojos de minúsculos bichos.

Sigo siendo aquella niña temerosa de los que quieren cambiarlo todo, con recelo de los que proponen dar cepillo a las estructuras tradicionales. Me fío más de la pequeñez de las hormigas, de su constante caminar y de su lenta posesión de los espacios.  Ellas, que aún son barridas por los chorros de agua, un día cerrarán por sí mismas las pilas.


جواب  رسائل 8 من 27 في الفقرة 
من: maikohara4 مبعوث: 25/11/2008 19:14
"Que paso, Azadita?te pasaste de pitos y de copas?.....

جواب  رسائل 9 من 27 في الفقرة 
من: Azali5 مبعوث: 25/11/2008 21:37
La verdad te molesta, LACAYA CASTRISTA.

جواب  رسائل 10 من 27 في الفقرة 
من: Azali5 مبعوث: 25/11/2008 21:37

Ganas de elegir

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Noviembre,25,2008

coppelia_pinar.jpg

Desde hace semanas, hay palabras como “urna”, “votos” y “candidatos” que nos persiguen por todas partes. Primero fueron los comicios en Estados Unidos y ahora el tema ha renacido con lo ocurrido el domingo en Venezuela. Como si al final del año todo conspirara para recordarnos nuestra condición de no electores, nuestra escasa práctica de decidir quién nos dirige.

Uno se acostumbra a no poder optar qué va a llevarse a la boca, bajo qué credo va a educar a sus hijos o a quién le abrirá la puerta, pero esa resignación estalla cuando ve votar a otro. De ahí que tenga revueltas -por estos días- las ganas de doblar la boleta, colarla en la ranura y saber que junto a ella va mi grito, un estentóreo alarido que reclama: “elegir”.


جواب  رسائل 11 من 27 في الفقرة 
من: maikohara4 مبعوث: 26/11/2008 01:42
Te dire flor de p...o,no me molesta,lo que si me da risa,y voy a reir mas,cuando algunos reciban el regalo de navidad,enviado por ella.
 
No quiero Las lacayas peonaspor.

جواب  رسائل 12 من 27 في الفقرة 
من: elsantaneco مبعوث: 26/11/2008 03:25
MIREN NOMÁS LA CUBANITA, BIEN ALIMENTADA, Y APESAR DEL BLOQUEO
QUE VIVA CUBA


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