
De la Saga el Ciro
versus La Seguridad del Estado
Los rigores de la vida en el G2 son demasiado duros para mí… Imagínense, el primer día de trabajo mandaron a formar… Dios!!! ¿Qué estupidez es esa de estar parado firme en un lugar?, Ya desde ese momento me empezó la sacrolombagia. Después, cuando saludaron la bandera y empezaron a cantar el himno empezó a salirme un salpullido por to’el cuerpo que me daba tremenda picazón. Pero cuando aquel coronel dijo que había que recitar de memoria los mandamientos de la putrefacta momia Castro sobre su definición de Revolución me dio un infarto intestinal y me desmayé.
El médico que me atendió en el Hospital Naval me hizo una prueba de tolerancia a las Consignas Socialistas y determinó que no estaba apto para continuar prestando servicios en la seguridad del estado, ahora soy un retirado del MININT con una pobre pensión de 120 pesos mensuales así que debo regresar a la música. Por cierto, sí logré entrar en los archivos secretos y recuperar mis papeles, así que por si no sobrevivo a las secuelas que me ha provocado un día en el G2 aquí les paso la letra de la canción que le hice al peste a pata del Che:
El Che no se bañabaEl Che era un come pinga parlanchín el día que Castro lo encontró
Y con su muela bizca lo enroló y lo montó en su embarcación.
Y no había un solo expedicionario que se pudiera dormir.
Porque una insoportable peste a pata pululaba por allí.
Los peos que se tiraba despertaban tremenda curiosidad.
Si el asma no lo deja respirar ¿de donde saca tanto gas?
Tamaña podredumbre molestaba hasta al mismísimo Fidel.
Que lo hizo comandante y lo envió a una invasión bien lejos de él.
Incluso tuvo algunos hijos al triunfo de la revolución.
¿Quién sería la loca que aguantaba semejante mal olor?
Y Castro lo mandó para Bolivia pa’ no olerlo nunca mas.
Y con el disimulo se encargó que lo mataran por allá.
PD: Me faltó una estrofa que alguien arrancó de la hoja, seguramente para guardarla de recuerdo.
Ciro Díaz