Milagro en el Hudson: pasajeros sobreviven accidente aéreo
DAVID B. CARUSO y MARCUS FRANKLIN / Associated Press
NUEVA YORK
language=Javascript>
function PopupPic(sPicURL, sHeight, sWidth) {
window.open( "/static/popup.html?"+sPicURL, "", "resizable=1,HEIGHT=" +sHeight+ ",WIDTH=" +sWidth);
}
REUTERS
Pasajeros del avión de US Airways que cayó en el río Hudson esperan en las alas de la nave mientras un ferry se acercaba para rescatarlos.
Con ambos motores apagados, un piloto con mucha sangre fría maniobró su jet de pasajeros sobre la ciudad de Nueva York y lo acuatizó el jueves en el frígido Río Hudson. Las 155 personas a bordo fueron rescatadas mientras el avión se mantenía a flote.
Según dijo el gobernador fue "un milagro en el Hudson''.
Una persona se fracturó las dos piernas, dijo un paramédico, pero no hubo más reportes de lesiones serias.
El avión, un US Airways Airbus A320 rumbo a Charlotte, Carolina del Norte, había chocado contra una bandada de pájaros minutos antes, durante el despegue en el Aeropuerto La Guardia, y estaba sumergido en el río hasta las ventanillas cuando los rescatistas llegaron en naves de las Guardia Costera y ferries. Algunos pasajeros estaban en el ala del avión esperando por ayuda.
"‘Estuvo fenomenal'', dijo el pasajero Joe Hart. "Acuatizó y el impacto no fue mucho mayor que cuando a uno lo chocan por detrás. Lo empujó a uno hacia delante.
"Ambos motores se apagaron y realmente lo hizo flotar en el río'', añadió.
En una ciudad que todavía guarda las huellas del ataque contra el World Trade Center, las autoridades le aseguraron rápidamente al público que no había terrorismo implicado.
Buzos de la policía tuvieron que rescatar algunos pasajeros de debajo del agua, dijo el alcalde Michael Bloomberg. Entre los que estaban a bordo había un niño que parecía estar bien, dijo el alcalde.
Helen Rodríguez, una paramédico que estuvo entre los primeros en llegar al lugar, dijo haber visto una mujer con las piernas rotas. Los bomberos dijeron que otros fueron evaluados por hipotermia, magulladuras y otras lesiones menores.
"Tuvimos un milagro en la calle 34. Creo que ahora hemos tenido un milagro en el Hudson'', dijo el gobernador David Paterson. El accidente tuvo lugar en un día de 20 grados F, uno de los más fríos del invierno en Nueva York. La temperatura del agua era de 36 grados F, dijo el subcomandante Moore, del Servicio de Guardacostas. El estima que la hipotermia puede ocurrir cuando uno se encuentra expuesto a esa temperatura por entre cinco y ocho minutos.
"El capitán dijo: ‘Prepárense para el impacto, porque estamos cayendo' '', relató el pasajero Jeff Kolodjay. Dijo que los pasajeros colocaron la cabeza entre las piernas y comenzaron a rezar. Contó que el avión chocó con fuerza contra el agua, pero que él había salido bien.
"Fue algo intenso. Fue algo muy intenso. Hay que reconocer al piloto. El aterrizó requetebién'', dijo Kolodjay.
Otro pasajero, Fred Berretta, quien estaba en camino a su hogar en Charlotte de regreso de un viaje de negocios, dijo a CNN que las puertas estaban abiertas a ambos lados del avión, "tan pronto como llegamos al agua''.
Los testigos afirman que al parecer el piloto controló el avión durante la caída. Bob Read, productor de televisión, que lo vio todo desde la ventana de su oficina, dijo que pareció haber sido un "descenso controlado''.
Los paramédicos trataron al menos a 78 pacientes, dijeron los bomberos. Los botes de la Guardia Costera rescataron a 35 personas que estaban sumergidas en el agua helada y las llevaron a la orilla. Algunos de los rescatados tiritaban envueltos en frazadas blancas, con los pies y las piernas empapados.
Un ferry de transporte local, el Thomas Jefferson de la compañía NY Waterway, llegó minutos después del accidente, y algunos de sus pasajeros agarraron chalecos salvavidas y cuerdas y las arrojaron a los pasajeros del avión caídos al agua.
"Ellos nos aclamaban mientras los halábamos a bordo'', dijo el capitán del ferry Vincent Lombardi. "Tuvimos que izar a una anciana desde una balsa con una eslinga. Ella lloraba. . . La gente se asustó. Decían: ‘Apúrense, apúrense' ''.
Dos buzos de la policía dijeron que habían sacado a otra mujer de un bote salvavidas ‘‘enloquecida de miedo'' y letárgica a causa de la hipotermia. Otra mujer se cayó de una balsa de rescate, y los buzos dijeron que nadaron hasta donde ella estaba y la subieron a un bote de la Guardia Costera.
El vuelo 1549 de US Airways despegó a las 3:26 p.m. Menos de un minuto después, el piloto reportó un "choque doble con pájaros'' y dijo que tenía que regresar a La Guardia, dijo Doug Church, portavoz de la Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo. Church afirmó que el controlador dijo al piloto que desviara el avión a un aeropuerto cercano en Teterboro, Nueva Jersey.
No estuvo claro por qué el piloto no aterrizó en Teterboro. Church dijo que no hubo ninguna llamada de emergencia del transmisor del avión. El aeroplano cayó al agua aproximadamente a la altura de la 48 Street en el midtown de Manhattan --una de las zonas más transitadas y vigiladas del río.
El presidente ejecutivo de US Airways Doug Parker confirmó que a bordo del avión había 150 pasajeros, tres azafatas y dos pilotos.
Un funcionario que habló bajo condición de anonimato, debido a que la investigación estaba aún en curso, identificó al piloto como Chelsey B. Sullenberger III. Una mujer respondió al teléfono y luego colgó cuando la AP pidió hablar con la familia de Sullenberger en Danville, California.
Sullenberger, de 58 años, se describió a sí mismo en un perfil profesional de internet como un empleado de US Airways por 29 años. Dos años atrás, él comenzó su propio negocio de asesoramiento, Safety Reliability Methods Inc.
Bank of America y Wells Fargo declararon tener empleados entre los pasajeros del avión. Charlotte es un importante centro bancario.
El avión permaneció a flote, aunque hundiéndose despacio, mientras iba a la deriva río abajo. Gradualmente, el fuselaje se hundió hasta que la mitad de la cola estaba sobre el agua. Bloomberg dijo que el aeroplano finalmente encalló cerca de Battery Park, en el extremo más bajo de Manhattan y a unas cuatro millas de donde el piloto lo hizo acuatizar.
La Administración Federal de Aviación afirma que hubo unas 65,000 colisiones con pájaros en la aviación civil de EEUU de 1990 al 2005, o sea, alrededor de uno por cada 10,000 vuelos.
"Ellos ahogan literalmente el motor, y éste se apaga'', dijo Joe Mazzone, un piloto retirado de Delta Air Lines. Mazzone dijo que las torres de control del tráfico aéreo alertan rutinariamente a los pilotos si hay aves en el área.
El acuatizaje en el Hudson tuvo lugar casi 27 años después de que un avión de Air Florida con destino a Tampa cayó en el Río Potomac justo después de su despegue del Aeropuerto Nacional de Washington, matando a 78 personas. Sólo cinco personas sobrevivieron.
El 20 de diciembre, un avión de Continental Airlines se desvió de la pista y patinó hacia un campo nevado en el aeropuerto de Denver, lesionando a 38 personas. Ese fue el primer accidente grave de un avión comercial en Estados Unidos desde el 27 de agosto del 2006, cuando 49 personas murieron luego que un aeroplano de Comair despegara por error de la pista equivocada en Lexington, Kentucky.
Los redactores de Associated Press Eileen Sullivan y Michael J. Sniffen en Washington; Richard Pyle, Adam Goldman, Colleen Long y Deborah Hastings en Nueva York; y Harry R. Weber en Atlanta contribuyeron a este reportaje.