La municipalidad de la Jerusalén al-Quds ocupada ha remitido a más de 100 familias palestinas notificación de la demolición de sus casas del barrio Silwan de la región Boustan en Jersusalén al-Quds, con el pretexto de su construcción sin permiso. El procedimiento de expulsión, el más grande que se conoce desde 1967, causará el desplazamiento de 1500 palestinos de Jersusalén al-Quds, y la retirada de su derecho de residencia en la ciudad. En el mismo contexto, la Organización cristiana e islámica para las protección de los lugares sagrados de Jerusalén al-Quds ha acusado a los ocupantes de dirigir una –guerra- contra esta ciudad para vaciarla de palestinos. Ha demandado igualmente apoyo árabe e internacional para salvar la Ciudad Santa de las tentativas de –judaización- . El secretario general de la Organización Hassan Khatir ha declarado que los habitantes del barrio –Hay Al Boustan- al sur de la mezquita de Al Aqsa están en gran peligro estando dado que su expulsión será cierta. Este último ha añadido que las autoridades de ocupación han conseguido hacer huir decenas de millares de cristianos a causa de las duras condiciones de vida impuestas a los palestinos en general en la Ciudad Sagrada. Ha declarado igualmente que la organización aprovechará la visita del Papa prevista para el 8 de mayo próximo para llamar su atención sobre el complot sionista que pretende vaciar la Tierra Santa de toda presencia cristiana.

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