MI EXILIO
(LA SÉPTIMA PROVINCIA DE CUBA)
por Esteban Fernandez
En realidad yo nunca salí de Cuba. Simplemente me mudé de la Provincia de La Habana para una Provincia llamada "Exilio". Y esa es una "Provincia" muy chiquita con sólo cuatro "pueblos": Florida, New York, New Jersey y California. La capital de la "Provincia" está en Miami. Y si me sacan de esa "Provincia" entonces si que sería un desterrado.
Si yo me mudara para (por ejemplo) Nebraska, o Colorado, o para Oregón, entonces si que me moriría de tristeza. Si usted me conoce ¿puede imaginarme en el medio de Ohio rodeado de venados, de nieve y de americanos?. Vaya, me volvería loco.
¿Yo, sin mis amigos cubanos, sin noticias de Cuba, en Iowa City, sin poderme encontrar en todo el Estado con una sola persona que me pueda decir: "¿Qué pasó, candela?".
Es más, yo estoy seguro que me gastaría todo mi sueldo en suscripciones de periódicos cubanos y en llamadas de largas distancias a mis íntimos amigos cubanos.
Imagínese usted a mí en el medio del Estado de Kentucky, en un pueblecito netamente americano, donde no exista Alpha 66, ni Junta Patriótica, ni C.I.D., ni nadie a mi alrededor que sepa quienes fueron Carlos Prío, ni Ramón Grau San Martín, ni Gerardo Machado, ni Jorge Más Canosa, ni Torriente, ni Andrés Nazario.
Vaya, yo me arrebataría viviendo en Michigan, en un lugar donde pudiera recorrer mil millas a la redonda y no me encontrara con un solo ser humano que sepa quienes son Carlos Alberto Montaner, ni Huber Matos, ni Willy Chirino, ni el líder de Alpha 66 Ernesto Díaz Rodríguez.
Yo les doy mi palabra de hombre que si a mí me lanzan a un lugar, en Michigan, donde no haya cubanos, no haya anticastrismo, no llegue el Diario Las Américas ni el 20 de Mayo, ni “Libre”, ni La Voz de Miami Beach, yo me muero como un gorrión dentro de una jaula en menos de tres meses.
¿Usted se imagina lo que es levantarse por las mañanas, agarrar una pala para quitarle la nieve alrededor del carro y preguntarle al vecino americano: "John, did you listen any news about Cuba this morning?" y responda: "¿Qué ser Cuba, eso quedar cerca de París?".
Claro, ya sé que dondequiera que uno vaya a vivir en los Estados Unidos hay cines, y hay teatros, y hay supermercados, y se pueden ganar altos sueldos, y hay barberías, y hay lugares donde comprarse un helado, pero yo tengo que vivir en un lugar donde yo sepa que por lo menos "4 gatos" van a conmemorar el Grito de Yara, que un grupo de brigadistas se va a reunir para recordar el 17 de Abril de 1961, y estar seguro de que si se muere Fidel la gente va a salir a la calle a celebrar.
Vaya, si no hay eso ¡entonces, yo si soy un desterrado!.¿ Qué hago yo con vivir en una mansión preciosa en Montana, y que me asome a la ventana y vea unos lindos venados en mi patio si estoy alejado de la causa cubana?.
Yo le aseguro a usted que me nombran gerente general de la Coca Cola, me dan 300 mil dólares al año, en Wichita, Kansas, y a los 15 días estoy cogiendo el avión de regreso a cualquiera de los pueblos de la "Séptima Provincia de Cuba", y me da lo mismo que el avión vaya para Unión City en New Jersey junto a Alvin Ross o el amigo Clemente Sánchez, o en New York donde está Israel Romero, o Hialeah, Florida junto a Rafael Estévez, o Huntington Park en California para hablar de Cuba con Yoel Borges.
Yo le regalo a cualquiera las Pirámides de Egipto, los museos de Londres y el Vaticano, pero a mi nadie me saca de la "Séptima Provincia de Cuba".
El mundo tiene muchas maravillas y lugares preciosos, pero yo tengo que vivir cerca de donde haya un grupo de cubanos reunidos en una esquina "tumbando a la tiranía de los hermanos Castro". Para donde único yo me mudaría es para una de las otras seis Provincias ¡con la tiranía descabezada a mis pies!.