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Vacío
En ocasiones los ruidosos visitantes ocasionaban un verdadero alboroto que acababa con el silencio de la mesquita.
Aquello molestaba bastante a los discípulos; no así al Maestro, que parecía estar tan contento con el ruido como con el silencio. Un día, ante las protestas de los discípulos, les dijo: El silencio no es la ausencia de sonido, sino la ausencia de ego.
Palabras
Los discípulos estaban enzarzados en una discusión sobre la sentencia de Lao Tse: Los que saben no hablan; Los que hablan no saben. Cuando el Maestro entró donde aquellos estaban, le preguntaron cuál era el significado exacto de aquellas palabras. El Maestro les dijo: ¿Quién de vosotros conoce la fragancia de la rosa? Todos la conocían. Entonces les dijo: Expresadlo con palabras. Y todos guardaron silencio.
Juzgar
¿Qué he de hacer para perdonar a otros? Si no condenaras a nadie, Nunca tendrías necesidad de perdonar
Anthony de Mello

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