El misterio de la reencarnación El misterio de la reencarnaciónProfesor Zellagro,
Niños prodigio, personas que recuerdan con detalles episodios de un pasado distante que dicen haber vivido, sueños reveladores que nos remontan a otras épocas. ¿Son estas pruebas de la Reencarnación?
Base de muchas religiones
La doctrina de la Reencarnación, que es la base religiosa y filosófica de miles de millones de personas en el mundo y la base de religiones como el budismo, hinduismo, autorrealización, escuelas teosóficas y muchas más, no es ninguna idea ajena al Cristianismo.
Inclusive, fue aceptada universalmente por los primeros cristianos y expuesta por los gnósticos y por numerosos Padres de la Iglesia, entre ellos Orígenes y Clemente de Alejandría, así como San Jerónimo.
No fue hasta el año 553 o sea 550 años después de la muerte de Cristo que se declaró "herejía" por la entonces ya poderosa Iglesia Católica Romana que ya tenía poder político y estaba echando las bases para establecerse sólidamente como un gran estado pontificio.
Esto ocurrió en el Segundo Concilio de Constantinopla y, básicamente, la Iglesia temía que si la doctrina de la Reencarnación cobraba fuerza la Iglesia como tal perdería poder, pero tanto sectas judías de la época como los primeros cristianos creían en la Reencarnación. Incluso en los mismos evangelios muchos defensores cristianos de la reencarnación, como los de la rama Iglesia Católica Liberal, creen ver una alusión directa a la misma cuando Jesús le dice a sus discípulos que Juan el Bautista era la reencarnación de Elías.
De qué se trata
La reencarnación nos enseña que todos tenemos una energía interior llamada Vida que no termina con la muerte, y que una vez destruido el cuerpo físico continúa evolucionando. Algo que se puede entender cuando vemos la genética y podemos identificar el DNA de animales que vivieron hace millones de años.
Grandes pensadores y filósofos, escritores, poetas e investigadores como Walt Whitman, Emerson, Romain Rolland, Jung, Gandhi, George Harrison, y una gran pléyade de hombres y mujeres tanto orientales como occidentales han abrazado esta idea.
Por ejemplo, hace setenta años, decía un Maestro espiritual a sus discípulos: "Yo era un niño, luego fui un joven y ahora soy un anciano. Mi cuerpo ha cambiado, pero el dueño de mi cuerpo, mi YO está ahí". De la misma forma, después de la muerte, se cambia de forma, pero la esencia permanece aunque no lo recordemos.... ¡hay tantas cosas en esta vida que hemos olvidado! Entonces ¿cómo no maravillarnos de no recordar algo que ocurrió antes de haber nacido?"
No es posesión de espíritus
Otra idea errónea de la reencarnación es que el espíritu "reencarna" en otro cuerpo. Según la creencia budista, hinduista, teosófica y, en general, la aceptada por las grandes religiones y filosofías que creen en la reencarnación, lo que ocurre no es que "fuiste otra persona" sino que eres "una sola energía" que va evolucionando universalmente.
O sea, la energía que forma nuestra vida, una vez terminado el cuerpo físico, continúa evolucionando y adquiere otra forma, de la misma manera que la materia evoluciona y se convierte en otra cosa material.
Lo que una persona hace en una vida determina la calidad de su vida posterior, pero es "la misma vida" porque la energía ni se crea ni se destruye, solamente se transforma. O sea, no es que "estás pagando lo que otra persona hizo" sino que eres "tú mismo" con otra forma diferente.
No reencarnamos en animales
Otro error común es pensar que podemos reencarnar en animales. Esto se debe a tomar textualmente ciertos textos que indican cómo alguien en una vida determinada es tan cruel que parece un chacal o una hiena.
Según la Ley del Karma, que está muy unida al principio de la reencarnación, lo que ocurre son "causas y efectos", o sea, no hay "castigos divinos a los que se portan mal" ni "recompensas" a los que se portan bien. Es más, los sabios de todas las grandes religiones coinciden que hablar de premios y castigos crea mentalidad de miedo por un lado y codicia por otro, dos factores que van contra el desarrollo espiritual.
Por eso, en cada vida, se dice que cosechamos lo que hemos sembrado anteriormente, y estamos sembrando para vidas futuras. Si se obró bien, o sea, en armonía con la naturaleza, si no se causó daño a los demás, a uno mismo o al ambiente, entonces el Karma generado es bueno. Si se obra mal, contra uno mismo y los demás, se daña el ambiente y se destruye la vida, entonces el Karma generado es negativo o malo.
Terapias regresivas
Las llamadas terapias regresivas mediante hipnosis se han vuelto muy populares y muchos profesionales serios y médicos reconocidos como el psiquiatra Brian Weiss, el doctor R. Moody y muchos otros se han dedicado a su estudio. No obstante, se debe tener mucho cuidado a la hora de escoger al profesional que la efectúe.
Siempre que vayas a una sesión de regresión debes exigir que te den una copia de lo que se habló en ella. Además, ten en cuenta que los profesionales más serios graban en video toda la sesión y permiten la presencia de personas allegadas dentro del consultorio si así lo desea el interesado. Esto garantiza que se tenga fidelidad en lo que se dijo y se eviten malas interpretaciones.
Quien está efectuando la regresión no puede "indicar" ni "sugerir" nada. Esto significa que no puede formularte preguntas como: "¿Estás en Inglaterra?", "¿Eres tal o cual persona?". Estas preguntas se deben evitar para no inducir respuestas programadas.
Durante un trance hipnótico se puede develar el velo que oculta las memorias pasadas y traer al presente lo que una vez nos sucedió... aunque, tal vez, en muchos casos no sea muy agradable recordarlo.
¿Para qué sirve la reencarnación?
Para el budismo, por ejemplo -una religión que practica la compasión más absoluta y la única gran religión que nunca ha estado envuelta en guerras religiosas debido a la propia naturaleza de su principio de tolerancia y respeto-, cuando logramos liberarnos de la Rueda de Nacimientos y Renacimientos alcanzamos el Nirvana.
El Nirvana no es el cielo en el sentido que se le da en la religión cristiana, sino que es una forma de existir donde se ha trascendido ya la naturaleza humana y somos "budas" o iluminados, conociendo todo el plan del universo. De esa manera se insta a los creyentes a practicar siempre el bien, la compasión y la tolerancia para adelantar en la rueda de la evolución y hacer de la tierra un mejor lugar para vivir.