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General: EL DERECHO SAGRADO A UNA JUBILACIÓN DECENTE
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| De: comocomo (Missatge original) |
Enviat: 21/05/2009 22:07 |
EL DERECHO SAGRADO A UNA JUBILACIÓN DECENTE.
Publicado originalmente en Suecia. Tomado de la web de Solidaridad de Trabajadores Cubanos (http://webstc.org) Gracias a "Joseito"
El estado cubano proclama en su continua promoción pública tanto al interior del país, como en la propaganda Internacional, que el cuidado de la Salud ha sido asumido por el Gobierno como cuestión prioritaria.
Amigos y enemigos hablan, escriben y ponderan las virtudes del Sistema de Salud del Estado Cubano.
Se afirma, por propios y extraños, que la atención al niño, a la madre trabajadora y a los trabajadores todos, desempleados y retirados sin excepción, es de primera en comparación con los otros países en desarrollo, latinos o de otros continentes.
La distribución de medicamentos es gratuita y el estado responde por eso.
Informaciones de procedentes de Cuba, sin embrago aclaran que las cosas no son tales como se pontifican.
Últimamente las autoridades cubanas han prohibido que algunas iglesias lleven a cabo actividades de trabajo social.
En la iglesia La Pastora de Santa Clara, el cura español Fedencio, se vio obligado a colocar un aviso en estos términos. "A partir del 1 de junio concluyen las reparticiones de medicinas, porque la parroquia no puede realizar estos servicios".
El mismo sacerdote declara que fue informado oficialmente que Cuba es una potencia médica y que por eso no hay necesidad de repartir medicinas. Sin embargo los ancianos jubilados que no cuentan con familiares que los cuiden y que no pueden contar con la ayuda de familiares del exterior, después de trabajar toda una vida, se encuentran con que el estado sobre protector no los puede cuidar y ahora tampoco pueden contar con la Iglesia Católica , porque el régimen, potencia médica, lo prohíbe.

En este estado se encuentran los Centros para el Cuidado de los Trabajadores ancianos que no tienen familia que los atienda. Como despojos descansan los que un día fueron autores de la Zafras y de esfuerzos sobre humanos para evitar que el país, en su desorden, muriera de hambre.

En el Paraíso de los Trabajadores, las manos callosas de quienes dieron los mejores años de su vida al trabajo creador y dignificante, mal descansan en lugares miserables. En la Tercera Edad , cuando la recompensa del trabajo honrado debería ser el retiro digno, vemos a los hombres que sostuvieron el país con su esfuerzo, penar -en el final de su vida- la vergüenza de la Revolución que solo los utilizó.

Los derechos de los trabajadores van mucho mas allá de su vida útil. No solo los hombres y mujeres tiene derecho a la vida, al trabajo, a la salud, a una educación, a un hogar digno, a una alimentación balanceada; también tiene el derecho indeclinable a tener una vejez segura, con alimentación y cuidados mínimos, con atención especializada y apropiada de acuerdo a su edad.

Quizás se piense que estas fotos fueron tomadas en Serbia, en un campo de concentración o en un miserable país, sin los servicios mínimos. Pero son de Cuba,
de esa Isla Caribeña que manda -con gran despliegue propagandístico- médicos y medicamentos, a todo los rincones de la América Nuestra. Allí donde los turistas dicen comprobar una excelente atención en Hospitales limpios y de grandes adelantos.
Los despojos de la única Sociedad de trabajadores que hay en América, donde no hay Capitalistas opresores, donde los obreros y empleados son los dueños del país, son los ancianos retirados.
Muriendo de abandono, rodeados de suciedad sin la atención debida, sin que nadie los recuerde.
8,000,000 millones de trabajadores y 2,500,000 de militares y burócratas funcionarios de la clase opresora. Ese es el resumen sociológico de la nueva sociedad.
El paraíso del trabajador, la república Socialista donde nunca se oprimiría a un obrero, esa que sacralizó en un plebiscito la irrevocabilidad del Socialismo, tiene a sus héroes del trabajo, los únicos verdaderos héroes cubanos, mal viviendo en el final de su vida.
Ni siguiera podemos agradecer a la persona que tomó las fotos, ni decir donde fueron tomadas, porque el otro mal que corroe a esa sociedad es el miedo.
El miedo terrible a la delación. O a la prisión -tan sucia e insana como los cuadros de esas fotos- donde los otros héroes, los 75 presos de la primavera cubana, pagan el ejercicio de su derecho a contar la verdad, la simple y elemental verdad de una revolución de mentiras.
Raúl Fernández Rivero.
Bibliografía: 1.- tanto las fotos como el material provienen del periódico sueco www.dn.se (Dagens Nyheter) 2.-Investigación privada sobre Centro de cuidado de ancianos.
http://www.cartadecuba.org/jubilaci%C3%B3n_en_cuba.htm |
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No hay nivel de reemplazo de la población
Lucas Garve, CPI / CubaNet
LA HABANA, octubre - El nuevo milenio cubano poseerá en el primer cuarto de siglo un rasgo fundamental: el del envejecimiento de la población.
Especialistas en demografía pronostican que dentro de diez años el 16,5 por ciento de la población cubana, cerca de 2 millones de habitantes, tendrá 60 años y más.
El problema no está en que en Cuba el tiempo pase más rápido ni tiene que ver con las actividades propias de la sobrevivencia ni con la ley Helms-Burton ni con las "tribunas abiertas". Nada de eso. La razón del envejecimiento de la población cubana está relacionado directamente con la tasa de fecundidad. Y no se confunda ahora con la subutilizada "taza" -con "Z"- del desayuno.
La cuestión es que desde el año 1978 no hay nivel de reemplazo. ¿Cómo es eso? Sí, este asunto del reemplazo significa que cada pareja fecunda tiene como promedio menos de dos hijos que tomen su lugar y los sustituyan en la función reproductiva, es decir, que a su vez esos hijos tengan otros hijos.
Ya se acabó en Cuba aquello de que mi abuela tuvo diez hijos. ¡Ahora ni loco! Pero si esa tendencia continúa en la cuarta década de este siglo la población cubana decrecerá porque entonces serán más los fallecidos que los nacidos. Nada, que la sobreproducción será de ñampios. ¡Ay, qué será de los Comités de Defensa de la Revolución!
Para el año 2025 uno de cada cuatro cubanos tendrá 60 años y más. Esta situación que hoy parece lejana en realidad es algo muy serio. Variadas y graves consecuencias afectarán a la sociedad cubana.
Examinemos. Las colas para comprar periódicos, generalmente formadas por personas de 60 años y más, crecerán enormemente, lo que ocasionará congestión en las calles. Los asientos en los parques escasearán. Deberán tomar medidas para repartir turnos de sentarse en los parques en horarios matutinos y vespertinos.
Además, el escaso nivel de automatización de las industrias conduce a pensar ¿alcanzarán los brazos jóvenes y fuertes para sostener la productividad?
El aumento de la población de jubilados romperá el equilibrio precario hoy, pero que se mantiene aún favorable hacia el número de los que laboran.
El peso de la salida de la cuarta parte de la población de las actividades laborales en el año 2025, según los pronósticos oficiales, caerá sobre un sistema de seguridad social que en la actualidad no cubre realmente las necesidades materiales. ¿Qué jubilado puede comprarse un par de zapatos que cuesta 250 pesos como mínimo? Y no hay otras opciones en este caso.
Analizando fríamente, la jubilación en Cuba dentro de 10, 20 ó 25 años será "el sueño de una noche de verano". Porque, para qué me voy a jubilar. Mientras tenga fuerzas tendré que seguir trabajando, porque lo que pagan por jubilación no alcanza para vivir. Con lo cara que está la vida y los precios no descienden.
Con estas perspectivas, muchos cambios en la vida del país deberán esperarse. Será necesario transformar reglas y tendencias de la vida de la población cubana que hoy se basan más en el éxito del más fuerte, que en la paciencia que proviene de la experiencia.
Además el sector de servicios tendrá por obligación que crecer bastante más, porque las necesidades aumentarán y estas necesidades serán, por fuerza, pagadas en moneda nacional. Lo que no se identifica con la tendencia actual en este sector.
Por esa vía, el análisis se complica aún mucho más si se tiene en cuenta que el abastecimiento de alimentos en el país se obtiene a partir de la explotación de recursos agropecuarios. ¿Se llegará a satisfacer medianamente las necesidades en este orden? Con la experiencia con que contamos, una posible solución será la creación de comedores para ancianos. Los que hoy tienen antecesores en la cadena de fondas conocida como "Familiares", donde se vende comida cocinada a precios subvencionados por el Estado.
De acuerdo, pero dentro de 25 años, siguiendo la tendencia actual, ¿se mantendrá este sistema?
En realidad, mucha gente toma este asunto del envejecimiento a manera de chiste pero bastantes interrogantes conducen a pensar que la situación será más seria de lo que muchos piensan.
Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.
http://www.cubanet.org/CNews/y01/oct01/26a9.htm |
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Los jubilados no pueden dejar de trabajar en Cuba
LA HABANA (AP) - Alfredo Cangas se está poniendo viejo y se jubiló. Pero sigue trabajando. No por gusto, sino por necesidad.
"Tengo 230 pesos (10,95 dólares de pensión con 42 años de trabajo, no me alcanza. A ningún jubilado le alcanza para vivir la pensión que recibe", afirmó Cangas, de 61 años.
Tan pronto se jubiló como chofer en marzo de 2008, Cangas buscó otro empleo y poco después empezó como custodio en una empresa donde recibe un salario mensual de 260 pesos (12,50 dólares).
"Tengo que seguir luchando y buscar más dinero para mi casa. Mira, estoy aquí ahora hablando y no tengo un centavo en el bolsillo", señaló este padre de tres hijos.
"Todos trabajan", precisó. Su esposa es una educadora jubilada.
La ambición de un gran número de jubilados es cobrar la pensión y seguir trabajando, para combinar dos ingresos. Por eso muchos lamentaron la aprobación en diciembre pasado de una nueva Ley de Seguridad Social que demora otros cinco años el retiro, hasta los 65 para los hombres y hasta los 60 para las mujeres. La ley no estipula una edad obligada para jubilarse y se aplicará progresivamente por siete años.
Según el gobierno, la nueva legislación obedece a la realidad demográfica de la isla, donde en 1970 había 7,1 trabajadores por cada jubilado, mientras que el año pasado la relación se redujo a 3,1. Y se calcula que en el 2025 será de 2,3.
El presidente cubano Raúl Castro explicó que "se impone extender la vida laboral activa de los ciudadanos" en un país que invierte el 13,8% de su presupuesto en gastos de seguridad social. El mandatario agregó en un discurso ante la Asamblea Nacional en diciembre pasado que un reglamento similar se aplica "desde hace años en naciones con similar situación demográfica".
Cuba cuenta unos 11 millones de habitantes de los cuales 2,2 millones reciben una pensión de jubilación. En el 2007 la tasa global de fecundidad (promedio de hijos por mujer) era de 1.43, mientras la esperanza de vida es de 77,3 años de acuerdo con datos de la CIA World Fact Book.
"La pensión de jubilación en Cuba no alcanza. Ahora es más complicado", afirmó Oscar Espinosa Chepe, un economista que trabajó muchos años para el estado y es ahora un crítico del gobierno.
De acuerdo con datos de Carmelo Mesa-Lago, experto de la economía cubana y profesor de la Universidad de Pittsburgh, la edad de jubilación en América Latina es 59 años para las mujeres y de 62 para los hombres.
El 90% por ciento de los cubanos de ambos sexos son empleados estatales y ahora deberán trabajar 30 años para recibir la pensión máxima, no 25 como antes.
"Se necesita hacer mucho más, pero qué cosa se podría hacer", expresó Mesa-Lago.
En 1989 la pensión mínima en la isla equivalía a 92 dólares y en la actualidad equivale a 9,50, en un país donde la salud pública y la educación son totalmente gratis. Los cubanos, por otra parte, adquieren ciertos alimentos básicos a precios subsidiados.
Antonio Valdés, de 63 años, diseñador en una empresa estatal que gana el equivalente de 19,50 dólares, expresó que "la ley me viene bien, voy a seguir trabajando hasta los 65 años para tener una pensión más grande, porque aquí el dinero nunca alcanza".
El gobierno ha dicho que unos tres millones de personas debatieron en los centros de trabajo sobre la ley y el 99,1% la apoyó.
Sin embargo muchos trabajadores cercanos a la edad del retiro se quejaron y no porque aspiraban a descansar sino porque pensaban acogerse al retiro para cobrar la pensión y después trabajar y para tener otro salario.
"No estaba preparada para enfrentar ese reto", afirmó Grace James, una profesora de 52 años, que tiene un salario de 520 pesos (20 dólares)y vive con su hijo de 23 años y su madre de 86.
"No tengo calidad de vida ni fortalecimiento económico. Yo pensaba cobrar la jubilación y como el estado me da la posibilidad de volver a trabajar estando jubilada, pensaba hacerlo y así tenía dos salarios", explicó James.
En Cuba, datos oficiales reportan un 1,6% de desempleados, pero muchos jóvenes consideran los salarios demasiado bajos y como viven en casa de los padres se dedican al mercado negro y no tienen un empleo estatal.
Otros jóvenes no comparten ese modo de vida, como María, enfermera de 34 años que no quiso dar su apellido, y lamentó que "la ley afecta a los que estudiaron y a los que trabajan, o sea los que están integrados a la sociedad".
"Yo me pregunto, ¿porqué no ponen a trabajar a los que no lo hacen, todos esos que veo cuando salgo por la mañana después de hacer guardia y están en las esquinas sin hacer nada?", agregó.
La joven afirmó sentirse "un poco desencantada" y concluyó "lo que hay que hacer es una ley para poner a los desempleados a trabajar".
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