Ayer se fue, tomó sus cosas y se puso a navegar, una camisa, un pantalón vaquero, y una canción. Dónde irá, dónde irá. Se despidió, y decidió batirse en duelo con el mar, y recorrer el mundo en su velero, y navegar, nai na na, navegar. Y se marchó, y a su barco le llamó Libertad, y en el cielo descubrió gaviotas, y pintó, estelas en el mar. Y se marchó, y a su barco le llamó Libertad, y en el cielo descubrió gaviotas, y pintó, estelas en el mar. Su corazón, buscó una forma diferente de vivir, pero las olas le gritaron: vete, con los demás, nai na na, con los demás. Y se durmió, y la noche le gritó: donde vas, y en sus sueños dibujó gaviotas, y pensó, hoy debo regresar. Y regresó, y una voz le preguntó: como estás, y al mirarla descubrió, unos ojos, nai na na, azules como el mar. Y se marchó, y a su barco le llamó Libertad, y en el cielo descubrió gaviotas, y pintó, estelas en el mar. Y se marchó, y a su barco le llamó Libertad, y en el cielo descubrió gaviotas, y pintó, estelas en el mar.
Tiene casi veinte años y ya está cansado de soñar, pero tras la frontera está su hogar, su mundo, su ciudad. Piensa que la alambrada sólo es un trozo de metal, algo que nunca puede detener sus ansias de volar.
Libre, como el sol cuando amanece, yo soy libre como el mar... libre...como el ave que escapó de su prisión y puede, al fin, volar... libre...como el viento que recoge mi lamento y mi pesar, camino sin cesar detrás de la verdad y sabré lo que es al fin, la libertad.
Con su amor por banderas se marchó cantando una canción, marchaba tan feliz que no escuchó la voz que le llamó, y tendido en el suelo se quedó sonriendo y sin hablar, sobre su pecho flores carmesí, brotaban sin cesar...
Libre, como el sol cuando amanece, yo soy libre como el mar... libre...como el ave que escapó de su prisión y puede, al fin, volar... libre...como el viento que recoge mi lamento y mi pesar, camino sin cesar detrás de la verdad y sabré lo que es al fin, la libertad.