Como ya se ha dicho, vamos hacia nuestra propia destrucción. Sin embargo es curioso ver cómo los partidarios del régimen aúllan como lobos y pululan alrededor del dictador; son las extralimitaciones en cualesquiera de los polos que fueron anteriormente olvidados, desantendidos - la gran miseria del desheredado-. En estre tramo de desesperanza es donde se alberga la legitimidad del líder electo en su primera fase como mandatario. Es por esto que el Poder y la Gloria, buscados por estos individuos que seguramente en principio tenían buenas intenciones en favorecer a su país, se aprovechan de estas desigualdades tan sumamente grandes, y que bajo el velo de la democracia se erigen en dueños y señores no ya de lo material sino de las propias personas. E ego crece tanto que torna a un desfase en detrimento de la realidad. ¿Qué le pasó a Hitler, casi al final de su vida cuando, estando en su bunquer, algunos oficiales de su alto mando le propusieron evacuar a sus gentes civiles ante la llegada inminente de los rusos?, su respuesta fue contundente: los civiles no eran su prioridad sino la guerra. A lo largo de la historia han habido tantos falsos dioses...Cuando la ambición pierde el rumbo y se hace proclamar salvadora...la locura hace presa en el hombre. Cuando estuve en Cuba en el año 2001, despues de recorrer a pie la Habana vieja y ver los rostros de las personas que alienadas esperaban el autobús, a las abuelas con sus nietos cogidos de la mano y con la bolsa de la compra vacía, las gallinas, los cerditos en brazos de otras gentes, los sucios y pestilentes vehículos donde tenían que subir para ir a sus respectivos lugares, esos rostros demacrados reflejando el cansancio de una vida de renuncia, de sacrificio en favor de sus familias, de sus niños... no me dejaron disfrutar de unas vacaciones que bien me tenía merecidas. El contraste de las zonas turísticas, Hoteles de lujo como el " Habana Libre" -yo me alojé en este unos días, y otros en -creo recordar- en el "Melia Castilla" en Varadero... etc. etc..cuando regresé a Madrid, aún me sentía enferma. ¿Qué se podía hacer sin libertad?: morir lentamente. Se me partía el corazón de ver las calles llenas de sufrimiento y luego entrar al"H. Intercontinental" a pasar una agradable velada.... Los hombres que se proclaman dioses, sólo sus hechos los descubren. Amigo Teodoro, gracias por compartir tan interesante aspecto de nuestra actualidad presente.. Saludos cordiales