Al fin hay una rendija por donde intentar conversaciones sobre la paz con los palestinos, lo que no indica que se va a llegar a ningún acuerdo, pero por lo menos abre una posibilidad de comunicación que estaba cortada. A muchos israelíes les gustaría una paz en la que consigamos todo lo que queremos, pero eso es imposible.
Los palestinos quieren una paz sin judíos y sin Israel lo cual no sólo es imposible por irreal, también será imposible porque estamos dispuestos a defender todos nuestros derechos. Pero tener a los palestinos bajo nuestra responsabilidad como funciona actualmente en muchos sentidos, lejos de ser un derecho es una pesada carga que estamos afrontando. Una solución razonable aunque no represente un acuerdo total de paz podría liberarnos de muchas obligaciones y haría posible apuntar nuestros esfuerzos a otros temas importantes para Israel y sus habitantes. Hasta ahora Estados Unidos, su presidente y sus representantes en Medio Oriente no han logrado ningún avance.
No tienen claro hacia donde van, no entienden que el problema no es que no se pueda crear un Estado palestino y que los que deberían ser principales interesados no lo tienen como prioridad ni trabajan sinceramente para lograrlo.
Entregar tierra y hacer concesiones de todo tipo no es una solución si antes no hay un cambio en los objetivos de los palestinos. La política de Barack Obama no apunta a ese cambio, nuestros vecinos tampoco están interesados en cambiar nada y por lo tanto no se podrá llegar a una solución.
Sin embargo es mejor conversar que matar y mejor conversar que morir. Este dialogo aunque sea por medio de terceros también debe ser bienvenido. El ministro de Defensa Ehud Barak piensa que estas conversaciones sólo serán positivas si llevan a tratar sobre los temas que Israel considera fundamentales como ser Jerusalén, las fronteras o el tema refugiados y que permitirían avanzar luego en el proceso real. Mahmud Abás y Saeb Erekat no piensan lo mismo.
Ellos están pensando qué ventajas nuevas podrán lograr y por eso aceptan esta instancia a pesar de la negativa de negociar que tozudamente han mantenido. Cuando dijeron que no conversarían más hasta que cesen por completo las construcciones en los asentamientos se enredaron en su propia soga y no habían podido desatarla hasta ahora gracias a que la Liga Árabe les arrimó esta propuesta.

Muchos presos quieren lo mismo
Mientras tanto, en este país democrático castigado en forma permanente y con dureza extrema en declaraciones de líderes europeos y por supuesto islámicos, Abdullah Iyad Barghuti, individuo con una condena de 67 cadenas perpetuas por su participación en crímenes contra israelíes, se da el lujo de decir a la prensa sus pensamientos y proyectos en una audiencia donde al parecer se resolvería si continuara preso en condiciones de aislamiento. ¡Vaya aislamiento!
Muchos presos del mundo quisieran estar aislados de esta forma, pudiendo hacer declaraciones a la prensa. El contenido de sus declaraciones que los propios periodistas israelíes difunden y amplifican, nos dice que seguirá haciendo lo que estaba haciendo y le valió las condenas y que no sólo le interesa conseguir una parte del territorio para crear un Estado palestino sino que va por todo. Como si no fuera suficiente cuestiona al primer ministro de Israel, algo que ningún preso podría hacer en ningún país del mundo, incluyendo muchísimos llamados democráticos. A juzgar por la foto publicada su estado es mucho mejor que el que el que pueda ostentar nuestro soldado Guilad Shalit retenido ilegalmente por sus secuaces. Que digan luego las publicaciones antisemitas y anti israelíes que Israel trata mal a los detenidos.
En la frontera norte y desde hace días, todas las mañanas sobrevuelan el Golán cantidad de aviones israelíes supuestamente como parte de un gran ejercicio de Tzáhal. No sabemos si se mantienen todo el tiempo en nuestro territorio o se alejan un poco más tratando de controlar el reconocido rearme de Hezbollah, un trabajo que no realiza ni el Gobierno del Líbano ni la ONU, poniendo en peligro nuestro territorio y a nuestros habitantes. Hace falta por lo menos estar al tanto de cómo lo están haciendo, donde almacenan los explosivos y las armas y si fuera posible estar preparados para la ocasión. Se están realizando ejercicios militares muy importantes que no sólo incluyen a la aviación ya que el norte esta superpoblado de soldados de reserva (miluim) como hace bastante tiempo que no se veía en la zona. Es bueno estar preparados aunque todo indica que hay “algo más”. Soplan vientos que pueden traer novedades pronto y no todas son agradables. Un nuevo enfrentamiento puede producirse en tiempo no muy lejano.

Líderes iraníes viven en un mundo imaginario
El primer ministro turco, Recep Tayyp Erdogan, que pretende por un lado convertirse en mediador entre Siria e Israel, no se cansa sin embargo de mostrar su evidente parcialidad opinando a favor de los árabes y palestinos sobre cualquier cosa que suceda o se diga en Israel. Su última declaración publica nos dice que “los monumentos históricos nunca serán judíos”, provocando la ira de los ciudadanos israelíes como si él fuera quien determinara sobre el tema. Basta leer los comentarios en Aurora para saber qué piensan de sus palabras y de que forma cada vez este líder turco es menos popular y más odiado por estas tierras.
Irán continúa con su programa nuclear y con su retórica belicista que confirma el uso que desean darle a su material atómico ante el silencio y la pasividad de quienes hace mucho prometen castigarlo con medidas diplomáticas y económicas. Su presidente no deja de utilizar los foros para descalificar a Israel pero se ha despachado con un nuevo desafío cuando declara que el “11 de setiembre” es un invento de los norteamericanos.
Este hombre no tiene contacto con la realidad, vive atrapado dentro de su imaginación, aunque la verdad es que no cree en nada de lo que dice sino que lo hace en forma consciente para lograr determinados resultados y reacciones. No es un hombre religioso que cree ciegamente en las normas de su culto y actúa en consecuencia. Acomoda el tablero según como conviene a sus intereses expansionistas y destructivos.
La población israelí espera noticias alentadoras cada mañana al abrir la computadora, ver los noticieros de TV o leer los diarios. Sin embargo, las noticias apuntan a problemas y a nuevos riesgos que se suman en forma permanente. Ni en el frente externo ni en el interno se producen hechos que traigan paz o esperanza de que las cosas mejoren. Por ahora debemos conformarnos con vivir en un país complejo, con una democracia restringida por la presencia de la religión en el Gobierno, pero es el único en que los judíos podemos vivir sin ser discriminados.
Vivimos en una zona del mundo compleja donde todos desearían hacernos desaparecer o por lo menos dominarnos. A pesar de ello continuaremos abriendo los diarios cada día en busca de buenas noticias, porque si hay algo que caracteriza a los judíos es su fe en que el futuro será mucho mejor y en que al final del camino conseguiremos al fin vivir en paz.