Un fuerte terremoto de magnitud 7,2 en la escala de Richter sacudió ayer por la noche Baja California, en el norte de México. El epicentro se situó a 173 kilometros al sureste de Tijuana. En esta ciudad los edificios se movieron sacando a la calle a miles de personas presas del pánico. El seísmo se notó también en Los Ángeles y Palm Springs, en California.

No había anoche informaciones oficiales de daños materiales y víctimas.

"Aún estoy temblando como una hoja, el agua de la piscina salía por todos los lados", dijo Jean Nelson, en Indio, California, a las afueras de Palm Springs. Un periodista de la agencia Reuters que se encontraba en Tijuana informó anoche de que el terremoto hizo saltar los automóviles aparcados en el exterior.

Éste se produjo a las 15.40 hora local (las 0.40 hora peninsular española). Hay informaciones del Centro Geológico de Estados Unidos de numerosas réplicas.

El terremoto que destruyó gran parte de Puerto Príncipe el 12 de enero alcanzó los 7,3 en la escala de Richter. La debilidad de los edificios y la pésima calidad de las construcciones en la capital haitiana provocaron que muchos se derrumbaran. El número de muertos superó los 220.000. El 27 de febrero hubo otro terremoto, esta vez en Chile, de magnitud 8,8, uno de los más fuertes de los últimos años.