PACIANO PADRÓN - Cuba y Venezuela "cada día somos más la misma cosa", reveló Raúl Castro al concluir su más reciente visita a Venezuela. Dios nos libre de llegar a ser a plenitud la misma cosa -y ayudemos a Dios en este propósito- porque nos estamos igualando por abajo. No es Cuba la que sube al nivel que teníamos, somos nosotros los que descendemos al sótano de la postergación.

       Deploro, alerto e invito a luchar contra dos hechos repudiables: de un lado la invasión cubana, la inaceptable intromisión del gobierno de Castro en los asuntos del gobierno de Venezuela, en áreas sensibles como la FAN, la Policía, la identificación de los venezolanos, los Registros y Notarías, la educación y otros igualmente estratégicos. Por otro lado, el desangramiento de Venezuela en beneficio de los Castro y su Comunismo trasnochado. Cuba nos chupa la sangre -la que por cierto no es para el noble hermano pueblo cubano- sino para la sanguijuela de los Castro y su camarilla dictatorial.

       En cuanto a los regalos de aquí para allá, con sobrada razón se ha hablado del asunto, pero poco o nada hemos hecho. ¿Qué justifica esa regaladera? Tal vez lo explica el sometimiento afectivo e intelectual de Chávez ante Castro, a quien llama padre. También se sabe de los trabajos espirituales que los babalaos hacen a Chávez, quien viaja a la Isla con inexplicable frecuencia. La mayoría de las veces la opinión pública desconoce de esos viajes clandestinos. Los regalos casi siempre son simulación de operaciones comerciales, como la venta del petróleo que le suministramos, o la compra de bienes no producidos en Cuba que hacemos, en la que intermedia para ganar la Comisión, como es el caso de los bombillos de bajo consumo o de plantas eléctricas "remozadas".

       Más grave aún -por afectar nuestra soberanía- es la intromisión del gobierno cubano en el gobierno venezolano, en la toma de decisiones políticas y en la administración del Estado. La más reciente revelación es la hecha por el Gral. Antonio Rivero, en cuanto "a la injerencia cubana en áreas estratégicas de la FAN". El Presidente Chávez no ha negado esa afirmación, por el contrario admite lo que él denomina "cooperación", por supuesto no sin antes descalificar al oficial denunciante y "hostigarlo y perseguirlo con la DIM".

       Saltan al ruedo oficiales del 4-F, compañeros del Comandante Chávez, quienes ahora añaden que "militares cubanos dan órdenes a Generales venezolanos". Denuncia Carlos Guyón, quien con Yoel Acosta Chirinos, Alberto Jordán Hernández y Luis Alfonso Dávila, entre otros, fundaron el Polo Constitucional: "cientos de generales han tenido que ceder ante las presiones y el temor a ser sancionados. Los cubanos tienen relación directa con Miraflores, mientras los nacionales no son escuchados ni siquiera en el Ministerio de la Defensa". "En los cuarteles hay aprehensión y un descontento elevado, en primer lugar por la injerencia extranjera y, en segundo lugar, por el deterioro del apresto operacional de la FAN. Las milicias captan los recursos. Miraflores copia el modelo castrense de Fidel Castro. Socavar la Fuerza Armada es parte del plan, así como debilitar al pueblo mediante el miedo, y paralizar cualquier reclamo. Los soldados se van a cansar de tanta humillación y exigirán que se cumpla la Constitución".

       "Somos la misma cosa", por abajo, pretende Castro. En Venezuela aumenta la represión y la miseria como en Cuba. "Este pasado domingo, por tercera vez consecutiva, se les impidió en La Habana marchar a las Damas de Blanco". Como ya está ocurriendo aquí. Se condena la disidencia y la protesta. Se ideologiza a la población, se somete a gente libre y se amplía la miseria. Qué bueno sería que Cuba y Venezuela seamos la misma cosa por arriba: en libertad y democracia, en desarrollo y bienestar, en calidad de vida de nuestros conciudadanos y en felicidad general. Lo lograremos. Actuemos ya. El tiempo se acorta. E-Mail: pacianopadron@gmail.com.