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General: DOMINGO 2 de enero: el rostro humano de Dios
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De: frank2  (Mensagem original) Enviado: 30/12/2010 15:47

Domingo2deenero_navidad-cicloc1.jpg

No recuperaremos los cristianos el vigor espiritual que necesitamos en estos tiempos de crisis religiosa, si no aprendemos a vivir nuestra adhesión a Jesús con una calidad nueva. Ya no basta relacionarnos con un Jesús mal conocido, vagamente captado, confesado de manera abstracta o admirado como un líder humano más.

¿Cómo redescubrir con fe renovada el misterio que se encierra en Jesús? ¿Cómo recuperar su novedad única e irrepetible? ¿Cómo dejarnos sacudir por sus palabras de fuego? El prólogo del evangelio de Juan nos recuerda algunas convicciones cristianas de suma importancia.

En Jesús ha ocurrido algo desconcertante. Juan lo dice con términos muy cuidados: «la Palabra de Dios se ha hecho carne». No se ha quedado en silencio para siempre. Dios se nos ha querido comunicar, no a través de revelaciones o apariciones, sino encarnándose en la humanidad de Jesús. No se ha “revestido” de carne, no ha tomado la “apariencia” de un ser humano. Dios se ha hecho realmente carne débil, frágil y vulnerable como la nuestra.

Los cristianos no creemos en un Dios aislado e inaccesible, encerrado en su Misterio impenetrable. Nos podemos encontrar con él en un ser humano como nosotros. Para relacionarnos con él, no hemos de salir de nuestro mundo. No hemos de buscarlo fuera de nuestra vida. Lo encontramos hecho carne en Jesús.

Esto nos hace vivir la relación con él con una profundidad única e inconfundible. Jesús es para nosotros el rostro humano de Dios. En sus gestos de bondad se nos va revelando de manera humana cómo es y cómo nos quiere Dios. En sus palabras vamos escuchando su voz, sus llamadas y sus promesas. En su proyecto descubrimos el proyecto del Padre.

Todo esto lo hemos de entender de manera viva y concreta. La sensibilidad de Jesús para acercarse a los enfermos, curar sus males y aliviar su sufrimiento, nos descubre cómo nos mira Dios cuando no ve sufrir, y cómo nos quiere ver actuar con los que sufren. La acogida amistosa de Jesús a pecadores, prostitutas e indeseables nos manifiesta cómo nos comprende y perdona, y cómo nos quiere ver perdonar a quienes nos ofenden.

Por eso dice Juan que Jesús está «lleno de gracia y de verdad». En él nos encontramos con el amor gratuito y desbordante de Dios. En él acogemos su amor verdadero, firme y fiel. En estos tiempos en que no pocos creyentes viven su fe de manera perpleja, sin saber qué creer ni en quién confiar, nada hay más importante que poner en el centro de las comunidades cristianas a Jesús como rostro humano de Dios.

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Da a conocer el Rostro humano de Dios. Pásalo.

Juan 1,1-18

        1En el principio y existía la Palabra,

y la Palabra estaba junto a Dios,

y la Palabra era Dios.

2La Palabra en el principio estaba junto a Dios.

        3Por medio de la Palabra se hizo todo,

y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.

        4En la Palabra había vida,

y la vida era la luz de los hombres.

5La luz brilla en la tiniebla,

y la tiniebla no la recibió.

        6Surgió un hombre enviado por Dios,

que se llamaba Juan:

7éste venía como testigo,

para dar testimonio de la luz,

para que por él todos vinieran a la fe.

8No era él la luz,

sino testigo de la luz.

        9La Palabra era la luz verdadera,

que alumbra a todo hombre.

10Al mundo vino y en el mundo estaba;

el mundo se hizo por medio de ella,

y el mundo no la conoció.

11Vino a su casa,

y los suyos no la recibieron.

        12Pero a cuantos la recibieron,

les da poder para ser hijos de Dios,

si creen en su nombre.

13Éstos no han nacido de sangre,

ni de amor carnal,

ni de amor humano,

sino de Dios.

        14Y la Palabra se hizo carne,

y acampó entre nosotros,

y hemos contemplado su gloria:

gloria propia del Hijo único del Padre,

lleno de gracia y de verdad.

        15Juan da testimonio de él y grita diciendo:

- Éste es de quien dije: «El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo».

        16Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia: 17porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

        18A Dios nadie lo ha visto jamás:

        El Hijo único, que está en el seno del Padre es quien lo ha dado a conocer.



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