Los crímenes y las violaciones de derechos humanos que se cometan en Libia, bajo el mandato del acorralado coronel Gadafi, serán investigados y posiblemente enjuiciados por el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Es una de las conclusiones de la resolución aprobada esta noche por el Consejo de Seguridad. Esta era una de los puntos más conflictivos de la resolución -había sido propuesto por Reino Unido Y Francia- y había causado un retraso en la votación.
Finalmente, el organismo de la ONU, tras días de deliberaciones, ha aprobado por unanimidad (los quince miembros) una serie de sanciones contra el régimen libio, en medio de una oleada de revueltas que piden el desalojo de Gadafi, cuyo régimen está aplicando una dura represión contra los manifestantes.
"Gracias por la adopción de esta resolución. Representa apoyo moral para el pueblo libio", dijo el embajador de Libia, Abdurrahman Shalgam, que la consideró una "señal para poner fin" al régimen de Gadafi.
El máximo órgano de decisiones de la ONU adoptó esta resolución, la 1970, en una reunión que se prolongó durante casi nueve horas y que se desarrolló a puerta cerrada bajo la presidencia de turno de la embajadora de Brasil, Maria Luisa Ribeiro Viotti.
La resolución pide al TPI que investigue la posible comisión de crímenes de guerra y contra la humanidad durante la brutal represión de las protestas, se impone un embargo total sobre las armas, prohibe viajar al exterior y congela los bienes de Gadafi y 21 personas de su entorno, incluidos varios familiares y los altos cargos de su gobierno.
También aborda el problema de la asistencia humanitaria, uno de los que más preocupa a la ONU. Respecto a este tema, en el proyecto de resolución se señala que habría una "autorización para que los estados miembros adopten todas las medidas necesarias para posibilitar el retorno a Libia de las agencias humanitarias y asegurar la rápida y segura ayuda a quienes lo necesiten".
'La impunidad no se tolera'
"Cuando se cometen atrocidades contra los inocentes, la comunidad internacional tiene que hablar con una sola voz, y hoy se ha hecho así", dijo la embajadora de EEUU, Susan Rice, tras la votación, en la que también señaló que con la resolución 1970, el "Consejo condena la violencia, pide responsabilidades e impone sanciones".
Rice agregó que este conjunto de sanciones a Gadafi y su régimen "es una clara advertencia al Gobierno libio de que debe parar la violencia ya".
El embajador de Portugal, José Filipe Moraes Cabral, subrayó a su vez que la resolución aprobada por unanimidad envía a Libia el mensaje de que "la impunidad no se tolera" y de que los responsables de delitos de derechos humanos serán llevados ante la justicia.
"Esta es una clara advertencia a quienes cometen ataques sistemáticos contra la población civil de que serán llevados ante la justicia", afirmó en su turno el embajador alemán, Peter Wittig.
El embajador de Colombia, Néstor Osorio, se pronunció en línea similar a los demás países y señaló también que "Libia tiene que encontrar una manera de responder a las legítimas aspiraciones de su pueblo".
Los demás países, incluidos Rusia y China, se mostraron igualmente unánimes en la condena de la violencia y el embajador chino, Li Baodong, señaló que su país está "muy preocupado por la situacion de Libia" y pidió a ese país que "restaure tan pronto como sea posible la estabilidad y el orden, y resuelva la crisis de manera pacífica".