Jesús sigue siendo crucificado todavía
en todos los crucificados de la historia.
Está siendo crucificado
en los millones que pasan hambre cada día,
en los mutilados de todas las guerras
y en los condenados a las camas de los hospitales.
Crucificado en los marginados de los pueblos y ciudades,
en todos los discriminados.
Crucificado en todos los que luchan,
sin éxito inmediato,
contra estructuras de pecado…