Caracas, junio 21 - Siempre esta fecha, 21 de junio, fue conocida como Día de Los Mártires Revolucionarios en Venezuela, por ser la fecha del asesinato del luchador y periodista revolucionario Fabricio Ojeda.
Al cumplirse 45 años de ese alevoso acto al que quisieron hacer pasar como suicidio, retomamos el perfil que sobre Fabricio hiciera Fernando Soto Rojas hace un año, en el estado Falcón.
"El Camarada, compatriota y combatiente de toda la vida Fabricio Ojeda nació en Bocono, estado Trujillo, en mayo de 1929, militó en la Juventud de Unión Republicana Democrática (URD) un partido liberal burgués que acaudillaba Jóvito Villalba, pero en su seno se conformo una tendencia radical de izquierda, donde las figuras del Dr. José Vicente Rangel, Amilcar Gómez, José Herrera Oropeza y Fabricio Ojeda, levantaron las banderas de la liberación nacional y el socialismo, y al final deslindaron con las posiciones oportunistas de URD y el DR. Villalba.
Fabricio fue un luchador antiimperialista y socialista, de pensamiento y de acción, de palabra, de pluma y de fusil, en defensa de los intereses populares. Fue de aquellos revolucionarios que comienzan donde la ambición personal esta plena y totalmente subordinada al servicio de una gran idea.
Trabajó el periodismo desde el periódico el Nacional, cuando este rotativo era nacionalista, y como reportero fue ubicado en el Palacio de Miraflores donde le permitió ver de cerca los laberintos del poder y sus acuerdos palaciegos en tiempos del Perejimenizmo.
Fue Presidente de la Junta Patriótica, instancia popular unitaria, integrada por los partidos, Comunista de Venezuela (PCV), URD, Acción Democrática (AD) y COPEI, a nivel de la juventud rebelde que militaba para entonces en esos partidos desde la clandestinidad y esta instancia dirigió el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, Laureano Vallenilla Lanz y Pedro Estrada . Gobierno amamantado por el Imperialismo Yanke y con el apoyo de la oligarquía de siempre.
En las filas de la resistencia anti Perejimenista participó también la juventud militar y sectores medios de la oficialidad que comandaba el Coronel Hugo Trejo y muchos mas, de suerte que fue la unidad cívico militar y la movilización popular, sobre la base de una táctica política de unidad nacional, formulada por el PCV a mediados de 1957 frente a la descomposición política de la dictadura y la pretensión de Pérez Jiménez de perpetuarse en el poder a través de un fraudulento plesbicito en diciembre de 1957.
Fabricio fue, además, elegido como diputado al congreso nacional, por el Distrito Federal para el periodo 1959-1964, cargo al cual renunció, al observar la inviabilidad política del Régimen Puntofijista, incorporándose a la guerrilla en el occidente del país. Posteriormente fue detenido y se fuga de la cárcel de Trujillo.
Junto con Luben Petkoff formo parte de la Dirección Nacional de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN). El 19 de junio de 1966 es nuevamente detenido, al ser delatado por Mario Matute Bravo un periodista tarifado que siempre trabajó como cronista de la burguesía, y trasladado al SIFA, que en tiempos del gobierno de Raúl Leoni, quedaba frente al palacio de Miraflores, allí es torturado y asesinado. Dijeron algo que hasta la fecha nadie cree: “Fabricio se Suicidó” con una corbata.
Su vida estuvo al servicio de un ideario colectivo y su Carta de Renuncia del 30 de Junio de 1962 al presidente y demás miembros de la Cámara de Diputados es un Testamento de Balance Político sobre el Puntofijismo y un programa para nuestro pueblo para la unidad, en la lucha de siempre, por la Independencia y por la Libertad.
Fabricio fue siempre defensor y solidario con la Revolución Cubana, acontecimiento que valoró, como la esperanza de Redención Popular Latino-Americana y Caribeña. Fidel, El Che y Raúl Castro lo conocieron muy bien.
El camarada, Fabricio Ojeda, nos deja el legado de una praxis revolucionaria consecuente, que debemos estudiar y aprender para los combates de hoy, y de siempre, por la Libertad de nuestros pueblos".