Los “indignados” llaman a la huelga general como traca final del 19-J. Según la Policía, 35.000 personas se dieron cita en el centro de la capital tras una mañana de “peregrinación” por las principales calles de la ciudad que se saldó de forma pacífica.
La organización de la marcha contra el Pacto del Euro ha propuesto que “las asambleas de trabajadores de barrios y pueblos de Madrid comiencen a trabajar para preparar una huelga general” que permita “cambiar esta sociedad”.
Antes de dar por finalizada la concentración de los indignados en la madrileña plaza de las Cortes, en la que participaron unas 35.000 personas (según la Policía), la organización leyó un comunicado que fue recibido por las miles de personas allí reunidas con aplausos y gritos de “que viva la lucha de la clase obrera”.
En el mensaje enviado a los indignados, la organización pidió la “unión” de todos los movimientos para aumentar la fuerza del mensaje. Del mismo modo, se dirigió “al poder” para mostrar su rechazo “al recorte de salarios y de las pensiones”. En este último caso recordó que es quitar “a los mayores algo por lo que lucharon durante años”.
También se mostraron contrarios a la privatización de la Educación y la Sanidad y gritaron consignas contra los beneficios que, a su juicio, “el poder” concede a la banca. Para despedirse, la organización volvió a animar a los reunidos en la Plaza de las Cortes a unirse para llevar a cabo “una huelga general que va a parar el país”.
Tras la lectura del comunicado, las miles de personas que han llegado a la Plaza de Neptuno empezaron a abandonar la zona debido fundamentalmente al calor, aunque todavía se mantiene un ambiente festivo y está prevista una asamblea en Sol a las 20 horas.
Los manifestantes habían comenzado las marchas entre las 9.00 o las 10.00 horas, dependiendo del barrio en el que partiera la protesta. Bajo gritos dirigidos a los banqueros y a los políticos, los indignados avanzaron en un ambiente festivo con pancartas, algún disfraz e incluso instrumentos musicales. “Lo llaman democracia y no lo es” o “un bote, dos botes, banquero el que no bote” fueron algunas de las consignas más coreadas por los participantes.
Los miles de manifestantes comenzaron a unirse en el paseo de la Castellana y, alrededor de la 13.15 horas, ya inundaban la plaza Cibeles acompañados de una pancarta gigante con letras de colores en la que los indignados solicitaban Respeto.
En las marchas también se contó con la presencia de ciudadanos procedentes no sólo de la capital, sino de diversas zonas madrileñas como Torrelodones, Las Rozas, Colmenarejo o Pozuelo.
FUENTE: EL SEMANAL DIGITAL
