Que Lázaro Bruzón se impusiera en el Abierto de Bogotá no es como para asombrarse. A fin de cuentas, el tunero era el ajedrecista más rankeado que intervino en la justa colombiana. Pero de todos modos, no deja de ser estimulante ver cómo el muchacho ha regresado al buen camino, ese del que por un momento pareció haberse alejado definitivamente.
Anda bien Bruzón. Llegó al evento con 2689 puntos ELO, y les sumó 2,6 luego de acumular 8,5 unidades de diez posibles, con siega de ocho éxitos, un empate y un tropiezo.
El cubano transitó a toda vela por las cuatro rondas iniciales hasta que sucumbió inesperadamente versus el veterano local Alonso Zapata. Sin embargo, el varapalos no le hundió los ánimos, y a partir de ese instante hilvanó una cadena de tres triunfos que, a falta de dos cotejos por celebrar, lo volvieron a meter en la pelea por el trono.
Dos duros oponentes aguardaban entonces por Bruzón. Con el primero, el holandés Sergei Tiviakov, acordó firmar tablas, lo cual lo dejó precisado a vencer o morir en el último compás del certamen. Combativo como siempre, el ídolo de Las Tunas se las ingenió para conseguir el propósito…
Uno de los mejores trebejistas de América, el Gran Maestro peruano Emilio Córdova, no pudo sostenerle la pulseada en esa instancia. Y de esa manera quedó escrita la historia en Bogotá, con Bruzón coronado, Tiviakov segundo, y el polaco Bartolomiej Macieja en el tercer escaño.
Dentro de un mes, Bruzón lidiará en el fuerte grupo B del torneo Wijk aan Zee, en Holanda, donde tendrá como adversarios a jugadores de alto rango como los rusos Alexander Motylev y Vladimir Potkin, el indio Pentala Harikrishna y el propio Tiviakov.
Como se recordará, el cubano lideró esa llave en la versión de 2004, lo que le permitió incursionar al año siguiente en el apartado elite del afamado torneo.
Argomento precedente
Bruzón ganó 2,6 puntos Elo.
Primo 