De acuerdo con un despacho de la agencia EFE, Estados Unidos y España, luego de la asunción al gobierno del ultraderechista Partido Popular español, se han puesto en una mejor sintonía para fabricar el aderezo más idóneo para redefinir sus campañas anticubanas, según la propia opinión del embajador estadounidense en España, Alan D. Solomont. No tuvo reparos en declarar: "Es justo decir que nuestros puntos de vista sobre Cuba están probablemente más alineados hoy de lo que han estado en el pasado."

Esta estrategia se puso de manifiesto en las pasadas declaraciones injerencistas de, canciller español José Manuel García-Margallo, las que recibieron una contundente respuesta por parte del MINREX cubano. Este títere de oficio, sin el menor pudor sobre la creciente pobreza que viven sus conciudadanos, denunciada hace poco por Cáritas, la ONG de la Iglesia Católica, apunta sus pedradas hacia Cuba, sin percatarse que su tejado es de vidrio.

Asimismo, parece no importarle al nuevo aliado de Washington (aunque siempre estuvo alineado al mismo por el cordón umblical de turbios intereses), quien habla de represión y derechos humanos en Cuba, cuando cientos de estudiantes valencianos son reprimidos brutalmente y cuando aumenta sin paragón el descontento popular en su país.

Si toda esa energía con la que se ataca a Cuba se volcara para solucionar las pésimas condiciones de vida en que viven los españoles, el actual gobierno español ganaría prestigio y representatividad. Sin embargo la servil dependencia al Imperio lo hace un payaso digno de ser ignorado.

Los contactos permanenetes entre EE UU y España han aumentado y tendrán su máxima expresión en los próximo encuentros entre Mariano Rajoy y el presidente Obama, durante la cumbre sobre Seguridad Nuclear de Seúl, el G20 de Los Cabos (México) y la cumbre de la OTAN en Chicago. No se descarta, empero, algún encuentro venidero entre ambos, aún no determinado.

Cuba, ya menos aislada que antes, se mantiene firme a pesar de todos los ataques contra ella, librando su tenaz batalla por seguir adelante. Ha sido, a qué negarlo, uno de los más notables ejemplos de dignidad y resistencia. Mientras que los líderes españoles le atacan, los cubanos nos solidarizamos con el heroico pueblo español, con sus estudiantes y trabajadores, apoyándoles en sus justas demandas por vivir en un mundo mejor.

Dejemos que los dirigentes del PP cocinen esa asquerosa salsa anticubana. Los pueblos de Cuba y España seguirán hermanados a pesar de todo.