A Fito no le parece mal ni grandilocuente que uno afirme que el año pasado fue uno de los mejores de su carrera, no sólo por tener una popularidad que sigue vigente y crece, sino también por la magnitud del recital que dio en la Avenida 9 de Julio por los festejos del Bicentenario.


Pero con cierta modestia opina:
“Yo siempre pienso que todo es suerte. Como cantaba Charly en ‘Mientras miro las nuevas olas’: ‘Pensar a suerte y verdad nuestro porvenir.’ Para mí, la suerte es un hecho fundamental. Porque esa es la palabra: soy un hombre afortunado porque me tocó a mí cerrar el Bicentenario, una situación tan importante, y pude compartir un cacho de música con tanta gente en la celebración del lugar”.

-¿Imaginabas esa dimensión?
-No, por supuesto que no. Mercedes no estaba, Gustavo no estaba... era el lugar de Charly, pero no sé qué pasó que Charly no tocó, y entonces me tocó a mí. Así que creo que eso fue una cosa muy afortunada. ¡Me siento un privilegiado, loco, de verdad! Soy un delirante que intenta expresarse y no cansar a nadie. Intento no agotar, disfrutar y aprender de eso. Me cuesta pensarme como entretenedor, porque no está en mi naturaleza: soy un pisciano romántico y sentimental que no puede pensar en la guita, no me sale. Eso te lleva a sentirte un tipo con un gran privilegio, y también a tener responsabilidad de ese privilegio. Ya no es como cuando era pibe, porque ahora siento que tengo la responsabilidad de que la música esté buenísima.

-¿Influye en tus planes que sea un año electoral?
-¡Ya que haya elecciones me parece extraordinario! (risas). Creo que las elecciones deberían ser una excusa para que los grupos políticos contraten artistas y haya muchos shows. Por otra parte, con respecto a las elecciones, siento que es el fin de una época y el comienzo de otra.
Todos los dinosaurios se quedan afuera. Todas las ideas no dinámicas se van a quedar afuera, porque el mismo mundo impone ese ritmo. Y se extraña un contrincante inteligente. Quisiera tener un Mansilla sentado enfrente, no a estos monguis que están en los diarios. ¡La derecha ilustrada era cero ingenua!
Pero a veces pienso que todavía se está discutiendo sobre los cadáveres de Eva y Aramburu. Me entusiasma que esto se afirme, y que la oposición sepa que es una democracia. Tranquilos, muchachos, ¿qué pasa, no les gusta que le vaya bien a alguien? ¡Entonces al final son unos amargos! ¡Despiértense, no sean caretas, escuchen a los Stones! Me parece que en gran parte eso está en juego en la administración de Cristina, que es una mujer sincera y transmite eso.

-Parafraseándote, enfrente hay mucha “gente sin swing”.
-¡Mucha! Creo que Cristina se merece una oposición más alta, definitivamente. ¡Macri dice cada barbaridad! ¿No le da vergüenza? Es vergonzante que esta Ciudad vote a un tipo de esa calaña. Buenos Aires no debería permitir gente tan básica y bruta como Macri. ¡Vamos, che, dame pelea! No hagas que me ría de vos, boludo, me hacés gracia.


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