Maniobras militares frente a Venezuela
El gobierno de Estados Unidos ha realizado ya cuatro maniobras militares durante los meses de marzo, abril, mayo y junio de 2006 en una dimensión que no se había visto desde la época de la Guerra Fría. En uno de estos ejercicios llamado «Operación Sociedad de las Américas» trajeron cuatro buques de guerra, un portaaviones (el George Washington) con 6,500 soldados a bordo solamente de este portaviones, casi 100 aviones de combate, lanzamisiles Tomahow y todas esas cosas, supuestamente eran maniobras de una hipotética amenaza terrorista en la zona. Al mismo tiempo el Departamento de Estado de Estados Unidos decía que Venezuela no colabora con la lucha contra el terrorismo, tratando de vincular a Venezuela con países clasificados como estados terroristas, por ejemplo Irán, Corea del Norte, Siria y Cuba con cuales Venezuela tiene relaciones así como con muchos otros estados sobre todo a nivel comercial o cultural como Cuba.
Curazao está copada con la presencia de diferentes empresas y militares estadounidenses, que incluso han comprado negocios estratégicos para manejar la infraestructura del país: electricidad, agua, teléfonos, telecomunicaciones, hoteles, bancos, seguros y al mismo tiempo están intentan, a través de una empresa vinculada a la familia Bush y los petroleros de Texas, quitarle el negocio de la refinería a PDVSA, comprándolo para que ellos asuman el control total y expulsar a Venezuela de la isla. Esto es un peligro para los habitantes de Curazao que son utilizados como punta de lanza en contra de Venezuela. Con propaganda difundida en los medios de comunicación de Curazao se dice que Chávez quiere invadir el país, informa Eva Golinger que también afirma que la población estadounidense está drogada por el consumismo, y que con la manipulación mediática se controla la información en Estados Unidos, razón por la que el pueblo estadounidense no sabe lo que está pasando dentro de su país y menos puede saber lo qué está pasando en el extranjero. Ese pueblo padece de una falta total de información, es víctima de una ignorancia que se podría decir es escogida, es decir que el propio pueblo, en gran parte, prefiere mantenerse en esa ignorancia en lugar de exigir, cuestionar, despertar conciencia de lo que está pasando…
En el gobierno de George W. Bush y por todos los medios se trató de vincular a Hugo Chávez, mantenía vínculos estrechos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de malgastar dinero de las arcas públicas en campañas políticas y mediáticas contra Estados Unidos.
Bush lanzó furibundos dardos contra Chávez en respuesta a que en la ONU le acusó de ser un "burro" y el "diablo". Le dijo burro porque insistía ante el Congreso que aprobara el tratado de libre comercio (TLC) con Colombia y diablo al propiciar el ataque colombiano a Angostura en territorio ecuatoriano en el que fue asesinado el Comandante Raúl Reyes junto a27 de sus compañeros.
"El presidente de Venezuela elogió al líder terrorista por ser un «buen revolucionario»", lamentó Bush, y dijo que la declaración representa "el último paso de una perturbadora serie de actitudes provocadoras por parte del régimen de Caracas", con lo que obvió hablar de "gobierno" de Venezuela y optó por el calificativo que suele usar cuando alude al "régimen" cubano. Bush recordó que el gobierno chavista "pidió que las FARC fueran reconocidas como unas fuerzas armadas legítimas y que varios de sus altos funcionarios se reunieron con dirigentes de las FARC en Venezuela". Washington calificó a las FARC como una organización terrorista a la altura de otras como Al-Qaeda y Hezbollah, una definición compartida por la Unión Europea (UE) y Colombia. Bush insistía en evaluar si Venezuela debe ser calificada como un "Estado patrocinador del terrorismo", como Irán o Siria, e inclusive llegó a afirmar que Chávez había entregado 300 millones de dólares a las FARC, todo el poder mediático mundial para desprestigiar y debilitar a Chávez. Bush decía que Chávez, sin nombrarlo, que no sólo dialoga con las FARC, sino que financia a sus aliados con fondos estatales al mismo tiempo que "deja a sus ciudadanos con los alimentos racionados". "Mientras intenta extender su influencia por América latina, el régimen afirma promover la justicia social. En realidad, su agenda incluye poco menos que promesas vacías y sed de poder". "Despilfarró la riqueza de su petróleo para promover una visión hostil de Estados Unidos".
Tanto Bush como Obama han visto con rencor y hasta con odio las buenas relaciones que existen entre Chávez con el nicaragüense Daniel Ortega, con el ecuatoriano Rafael Correa y con el boliviano Evo Morales. También con el mexicano Andrés Manuel López Obrador y con el peruano Ollanta Humala.
Bush llegó a decir: "Los desafíos son enormes en América del Sur. Como lo demostró la reciente crisis en los Andes, la región se enfrenta a una elección cada vez más dura: aceptar tranquilamente la visión de los terroristas y los demagogos o apoyar activamente a dirigentes democráticos como el presidente colombiano Álvaro Uribe", al referirse al ataque colombiano al Ecuador. Sin duda ese problema afectó a las sesiones del Grupo Río y de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que abordaron el conflicto entre Colombia, Ecuador y Venezuela. “La posición de Washington y Colombia quedó en minoría en la OEA. Pero Bush insistió en afirmar: "Estoy al lado de un dirigente valiente [por Uribe] que cree en la libertad y la paz. Y no hay una señal más clara de nuestro apoyo que el TLC -reclamó-. Demostraría a la región que el compromiso de Estados Unidos es inquebrantable." En otras palabras: Están con el imperio contra el imperio. Esa es la disyuntiva y Correa en sus discursos se muestra antiimperialista y Morales y Ortega son antiimperialistas en palabras y en acciones.
Ayer Bush, ahora Obama. Un informe de la National Endowment for Democracy (NED) y publicado en mayo 2010 por la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE) reveló que las agencias internacionales invierten entre 40 a 50 millones de dólares en sectores de la oposición política en Venezuela. Gran parte de ése dinero multimillonario se canaliza a través de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la coalición anti-chavistas que se prepara para las próximas elecciones.
Ser sabe que “la mayoría de los fondos provienen de las agencias estadounidenses, particularmente la Agencia Internacional del Desarrollo de Estados Unidos (USAID), quien mantiene desde 2002 una presencia muy activa en Venezuela con la única intención de facilitar y asegurar la salida del poder del Presidente Hugo Chávez. Durante nueve años, la USAID ha financiado partidos y organizaciones políticas y medios de comunicación en Venezuela, ayudándolos crecer y unificarse, y alimentando a sus dirigentes con dólares, asesoría estratégica, y recursos para sus actividades políticas.
La USAID no tiene ningún acuerdo ni autorización alguna del gobierno de Venezuela para estar en el país realizando actividades políticas e intervencionistas. Sin embargo, ha permanecido en Venezuela todos estos años, financiando y ayudando diseñar cada campaña electoral de la oposición, alimentando el conflicto político y violando los más básicos principios de la soberanía y la auto-determinación de los pueblos.
Una nota confidencial de fecha 22 de enero de 2002, el jefe de la Oficina principal de Iniciativas de Transición (OTI) de la USAID, Russell Porter, revela cómo y porqué llegó la USAID a Venezuela. “El 4 de enero la Oficina de Asuntos Andinos del Departamento de Estado le pidió a la OTI establecer un programa en Venezuela…Era claro que había una preocupación creciente sobre la salud política del país. Solicitaron a la OTI ofrecer programas y asistencia para fortalecer los elementos democráticos que estaban bajo fuego del gobierno de Chávez”.
“Hay un consenso de que Chávez no terminará el año como presidente” decía Porter y añadía: “Para preservar la democracia, un apoyo inmediato es necesario para los medios independientes y la sociedad civil…Una de las grandes debilidades en Venezuela es la falta de una sociedad civil vibrante…La National Endowment for Democracy (NED) tiene un programa de 900 mil dólares en Venezuela que trabaja con el Instituto Demócrata (NDI), el Instituto Republicano Internacional (IRI) y el Centro de Solidaridad Laboral [tres institutos cuasi-gubernamentales estadounidenses] para fortalecer a los partidos políticos y los sindicatos (la CTV)…Este programa es útil, pero no es suficiente. Además, no es flexible y tampoco trabaja con los grupos nuevos o no-tradicionales. También le falta un componente de medios”. La injerencia yanqui en Venezuela está más que probada.
A través de la USAID/OTI y la NED, establecieron una organización venezolana de “observación electoral nacional”, de nombre Súmate, quien fue responsable para promover la campaña de la oposición para revocar al mandato del Presidente Chávez. Desde entonces, Súmate ha mantenido el mismo papel en todos los procesos electorales, siendo siempre financiado y asesorado por las agencias estadounidenses. En el Ecuador se llama Participación Popular. Den Venezuela la USDAID/OTI y NED financian las actividades de “Plan Consenso País” que agrupa a organizaciones como Alianza Bravo Pueblo (Antonio Ledezma), Fedecámaras (Hugo Fonseca Viso y Jorge Botti), Asamblea de Ciudadanos (Maxim Ross), RCTV (William Echeverría), Sinergia (Jorge Reyes), CEDICE (Aurelio Concheso), la Iglesia Católica (Mikel De Viana) Gente de Petróleo (Nelson Benítez), Alianza Cívica (Elías Santana), COPEI (Eduardo Fernández), Un Solo Pueblo (William Ojeda), Coordinadora Democrática (Diego Urbaneja), Asamblea de Ciudadanos (Axel Capriles), Acción Democrática (Ramón Rangel), CTV (Alfredo Padilla), Liderazgo y Visión (Alonso Dominguez), Proyecto Venezuela (Maria Isabel Canales), Red Democrático Universitaria (Tomás Páez), Visión Emergente (Cirpriano Heredia) y Bandera Roja (Carlos Hermoso), entre otros. La mayoría de estas organización también recibían financiamiento adicional de la USAID y la NED.
Un informe desclasificado del Departamento de Estado, enviado del entonces Embajador William Brownfield desde la Embajada de Estados Unidos en Caracas en abril 2005 al Secretario de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), destacó como el NDI e IRI estaban trabajando “con los partidos de la oposición para ayudarles sobrevivir como instituciones políticas relevantes a través de un proceso de renovación y fortalecimiento de los partidos”.
Brownfield indicó cómo algunos asesores expertos fueron traídos desde Estados Unidos para ayudar a los partidos de la oposición “desarrollar estrategias y mensajes que llegan a los votantes de bajos recursos”. Y aunque Acción Democrática y COPEI fueron los principales beneficiarios de estos programas de capacitación, el informe también reveló que “NDI está trabajando con Primero Justicia para colaborar con técnicas modernas sobre el desarrollo y la difusión de mensajes”.
Hasta este año 2011, los fondos destinados a la oposición se han multiplicado por millones, y ahora cuentan con cientos de organizaciones que se esconden detrás de la figura de organización no gubernamental (ONG) para hacer campañas políticas, como Súmate, Ciudadanía Activa, VotoJoven, Sinergia, Cedice, Radar de los Barrios, Espacio Público y otros.
“No existe duda ninguna de que la oposición venezolana – en todas sus manifestaciones – es producto de una estrategia del gobierno estadounidense. Financian y diseñan sus campañas, capacitan y entrenan a sus partidos políticos, ayudan a organizar sus ONGs y sus mensajes, seleccionan sus candidatos para los procesos electorales y los alimentan con dólares para mantenerlos vivos.
Hasta lograr su objetivo final – la salida del poder del Presidente Hugo Chávez - la USAID y demás agencias estadounidenses continuarán con este trabajo.
Si no logran derrotar a Chávez en procesos electorales, no faltan los planes de magnicidio que son denunciados por el presidente Hugo Chávez. Existen pruebas de los planes asesinos que, en su conjunto han resultado intentos fallidos contra toda la izquierda latinoamericana. Esos planes no sólo desestabilizadores, han sido discutidos por un trío de famosos: los ex presidentes George W. Bush, José María Aznar y Álvaro Uribe, según denunció el periodista José Vicente Rangel. “De acuerdo con el otrora vicepresidente de Venezuela, en el encuentro realizado en el complejo turístico Casa de Campo, de Santo Domingo, Bush, Aznar y Uribe abordaron maniobras para afectar la candidatura de Chávez de cara a las elecciones de diciembre de 2012. Además de planificar una campaña contra el estadista, los exgobernantes de Estados Unidos, España y Colombia discutieron sobre la ayuda económica que se brindará a la oposición en esos comicios.
Bush, Aznar y Uribe promovieron durante su gestión una política hostil hacia Caracas, una actitud que mantienen después de cesar en sus cargos. En la reunión de Santo Domingo también participaron Bush padre, en su momento también presidente de Estados Unidos, y el exprimir ministro canadiense Brian Mulroney.
La denuncia de Rangel coincide con comentarios realizados por Chávez, quien aseguró que están en marcha planes desestabilizadores contra Venezuela, promovidos desde el exterior con la complicidad de sectores de la oposición nacional. Para el líder socialista, sus rivales comienzan a sentir desespero a medida que se aproximan las elecciones de 2012. Todas las encuestas, independientemente de su inclinación política, dan claro favorito a Chávez para la cita en las urnas.
Por su parte, el periodista K. Rodríguez informaba que el presidente Hugo Chávez Frías, manifestó que ante las recurrentes agresiones del imperio de Estados Unidos y los continuos ataques de la contrarrevolución, que siguen las líneas imperiales, es fundamental consolidar la unidad del pueblo, la unidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el poderío nacional. El Jefe de Estado comentó que los sectores de la derecha venezolana han mostrado su apoyo a las agresiones de Estados Unidos contra Venezuela e incluso tratan de minimizarlas a través de las empresas de comunicación. Denunció que " algunos programas de la contrarrevolución tratan de minimizar la existencia y las agresiones del imperialismo” y ratificó la importancia de la unidad nacional y la necesidad de ir fortaleciendo la unidad de la Fuerza Armada”.
El cuento del narcotráfico
Una de las últimas agresiones del imperio fue la de difundir por todos los medios que fuertes personalidades del gobierno de Chávez estaban implicadas en casos del narcotráfico internacional y entre ellos mencionó al general de división Clíver Alcalá Cordones, comandante de la Cuarta División Blindada y Guarnición Militar de Maracay. La estrategia es clara: desprestigiar a los mandos, sembrar el divisionismo, destruir la confianza y finalmente liquidar al gobierno der Chávez que fue terminante al decir: “Aquí los lacayos le dan y se ríen, y creen que con eso nos van a hacer mella. No, eso más bien fortalece la unidad interna de la Fuerza Armada y la unidad del pueblo, que hay que seguir fortaleciéndola, la unidad cívico militar”. Añadió “Allende se quedó sin militares, tuvo que ser él mismo su propio y último soldado, con una ametralladora y un casco. Él, que era intelectual más que soldado. Por eso, una Revolución no puede estar desarmada, tiene que estar armada”.
“Ahí están algunos candidatos populistas, los precandidatos de la oposición, que dicen ¿para qué comprar armamento? Lo que pasa es que en el fondo lo que ellos siguen es la línea de Estados Unidos, de que no tengamos nosotros unas fuerzas de defensas, unas fuerzas militares, un pueblo preparado para defender al país. Hay que tenerlo, y vamos a seguir nosotros, al ritmo de las posibilidades, fortaleciendo nuestro poderío militar”, ratificó.
Según Chávez, los proyectos de integración latinoamericana como el ALBA y UNASUR impulsados por Caracas, constituyen una amenaza para los intereses imperiales. En esos proyectos que se concretan está el origen de las agresiones estadounidenses incluidas las campañas de desprestigio contra Chávez que son generosamente difundidos por los medios de comunicación que de formas cruel e inhumana, hasta se aprovecharon del cáncer para matarlo antes de hora. Son precisamente mecanismos como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el Banco del Sur y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), las plataformas regionales que, permitirán generar estrategias que harán frente a la crisis estructural del sistema económico capitalista.
Chávez se propone regresar a Venezuela el oro físico depositado en Londres y luego profundizar la inversión social y elevar el desarrollo socioproductivo. Los excedentes de las reservas internacionales han sido utilizados en beneficio de los venezolanos y del progreso integral de la nación. “Esos dólares estuviesen en los bancos de Estados Unidos y Europa perdiendo valor cada día más. Hoy estuviesen en forma de reservas internacionales, en algún lugar del mundo, perdiendo valor real. Si no fuera por el conjunto de medidas que la Revolución Bolivariana ha estado aplicando, en este momento se tuviera cerca de 100.000 millones de dólares en reservas y no invertidas” en el desarrollo del pueblo, precisó Chávez. ¿A qué oligarquía nacional le va a gustar la política de Chávez a favor de los pobres? Al imperio le repugna que haya un gobierno antiimperialista, un gobierno que busque la unidad latinoamericana, un gobierno que no deje sus millones de dólares y el oro en Estados Unidos o Europa y que desobedezca los dictados de la Casa Blanca, nada menos que en su mismo patio trasero.
El imperio enloquece e impone sanciones a la empresa petrolera estatal venezolana PDVSA, en una franca injerencia en los asuntos de una nación soberana, pero sigue consumiendo petróleo venezolano. Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Dominica, Antigua y Barbuda, Bolivia y San Vicente y las Granadinas, (miembros del ALBA), expresaron su indignación por la decisión de Washington de que PDVSA no podrá participar en ningún contrato directamente con el Gobierno estadounidense. Tampoco podrá acceder a programas de financiamiento para exportaciones o importaciones, ni licencias para tecnologías petroleras norteamericanas. En cambio, sí podrá vender petróleo en Estados Unidos y refinados a través de su filial Citgo, ya que las sanciones no afectarán ni las ventas ni las operaciones de sus empresas subsidiarias.
El analista Miguel Ángel Pérez Pirela expresaba que la injerencia estadounidense y el “narcoparamilitarismo” son temas de gran complejidad en el ámbito político y social. Sostiene que Venezuela no es escenario sólo del paramilitarismo con su efecto inmediato, sino también de la construcción de lo que llamamos el “ParaEstado” venezolano.
En este sentido, es importante también recalcar que el proceso fundamental de injerencia en Venezuela por parte de los Estados Unidos, y sus aliados colombianos, no pasará de ningún modo por las Fuerzas Armadas tradicionales, sino precisamente por una injerencia y una guerra silenciosa de cuarta generación , cuyo fin último es la creación de un ParaEstado venezolano a imagen y semejanza de los “ParaEstados colombianos”.
Al realizar un recorrido sobre algunos de los hechos más impactantes de injerencia estadounidense en este siglo que comienza, nos topamos con lo ocurrido en Bolivia a través del fenómeno separatista de la “media luna”, a través del cual se trató de desestructurar los elementos fundacionales de lo que se conoce como Estado moderno. En las provincias de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija se intentó acabar definitivamente con las fronteras establecidas del Estado Boliviano, se pretendió deslegitimar la cabeza común representada por Evo Morales y, sobre todo, se buscó fraccionar las Fuerzas Armadas Bolivianas. Ello no es casualidad, ya que precisamente ésta parece ser la táctica y estrategia fundamental de un tipo de injerencia estadounidense. En otras palabras, dichos mecanismos de injerencia buscan destruir los Estados-naciones latinoamericanos. Hay que aclarar que dicha metodología de injerencia no es propia del siglo XXI, sino que ha sido también utilizada en diferentes momentos y geografías durante el siglo XX.
Recordemos la metodología de las privatizaciones utilizada por el neoliberalismo en Latinoamérica, que subsiguió en forma de democracia liberal a las dictaduras de los años 70 y 80, para minimizar y resquebrajar el Estado…
Miguel Ángel Pérez Pirela sostiene que el primer actor de este sistema de injerencia es el DAS (y la CIA en tanto su organismo matriz), el cual últimamente ha intentado penetrar en la región a través de planes como Falcón, Salomón y Fénix , teniendo como objetivo a países como Ecuador, Cuba y Venezuela.
Este organismo en estos últimos años ha sido objeto de diversos escándalos, que no solamente dan luces sobre su relación con el negocio del narcotráfico y la Casa Blanca, sino que además dejan claro graves abusos de poder sobre todo en lo correspondiente al espionaje ilegal, tanto dentro de Colombia como fuera de sus fronteras .
Muestra de esto es que en el 2007 es destituido el Director del DAS José Noguera Cortés, por vinculaciones con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). En este hecho se vieron involucrados 68 congresistas y 3 presidentes del Congreso colombiano. A ello se debe aunar el escándalo por espionaje de los ex directores María de Pilar Hurtado, Joaquín Polo y Felipe Muñoz Gómez en el 2008 y la detención de 2 espías del DAS en Venezuela, en septiembre del 2009.
El segundo actor del proceso de injerencia paraestatal contra Venezuela es precisamente el Paramilitarismo. En este caso las pruebas son todavía más arduas y espectaculares a la vez: el 09 de mayo del 2004 cuerpos de seguridad del Estado venezolano capturaron a 56 paramilitares colombianos vestidos con uniformes de la Fuerzas Armadas venezolanas en la finca Daktari, ubicada en El Hatillo, propiedad del cubano Roberto Alonso , (alias El Coronel) autor intelectual de la llamada operación “guarimba” patrocinada y dirigida por la Coordinadora Democrática con el objetivo de desestabilizar al gobierno venezolano, el 10 de abril de 2006 Rafael García (Ex jefe de informática del DAS) acusó a Noguera (Director del DAS en ese momento) de estar inmiscuido en la política venezolana. A este hecho también se le pueden sumar la detención del Coronel retirado Mauricio Alfonso Santoyo el 07 de agosto del 2007.
El tercer actor fundamental de este sistema de injerencia es la oligarquía colombiana, que a pesar de un comercio bilateral colombo venezolano, según cifras de Instituto Nacional de Estadística llegó en el 2009 a 4.166 millones de dólares, ha mantenido un apoyo irrestricto al proceso de injerencia en Venezuela por parte de los Estados Unidos a través, entre otras cosas, de una importante campaña mediática que no sólo ha tratado de atacar y desprestigiar al Estado venezolano, sino que también ha escondido hechos y escándalos relacionados con el Paramilitarismo y el ParaEstado.
Podemos decir entonces que dicha oligarquía colombiana mientras estaba favoreciéndose con negocios multimillonarios con el Estado venezolano, al mismo tiempo lograba jugosas ganancias con el negocio por antonomasia de la Colombia de nuestros días. Ello se ve reflejado en la concretización de dos de los negocios más importantes que se han hecho en la historia colombiana: El Plan Colombia con sus millones de dólares en inversión militar y las siete bases militares ocupadas por fuerzas norteamericanas en territorio colombiano, negocios que por cierto van en desmedro de la soberanía venezolana. Al respecto, Luis Britto García afirma, que la solución más asequible para el mantenimiento de la hegemonía norteamericana es el control sobre los gobiernos locales, la penetración cultural, y la instalación de bases militares.
Por ahora, los planes desestabilizadores del imperio han fracasado y, por tanto, sus estrategias de dominación neocolonial, deben ir a parar en el museo universal de la infamia, pero esos fracasos sólo deben servir para que nuestros pueblos nunca bajen la guardia y continúen en la lucha heredada de nuestros libertadores, hasta que el imperio sea derrotado en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y en todas nuestras patrias que juntas y unidas jamás volverán a ser humilladas por ninguna fuerza, ni potencia imperiales. No es un sueño. Es la fuerza latinoamericana.
Correo electrónico: tribunalpazecuador@yahoo.com
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