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General: El 21 de junio de 1966 es asesinado Fabricio Ojeda
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Nobotuma  (Mensaje original) Enviado: 22/06/2012 03:19
     El 21 de junio de 1966 es asesinado por el SIFA (Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas) el diputado, periodista y revolucionario venezolano Fabricio Ojeda quien había sido Presidente de la Junta Patriótica tras el derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez. Las autoridades de la época señalaron, en ese entonces, que Fabricio se había "suicidado" y la verdad del terrible asunto fue que cayó víctima de las torturas luego de su detención.

     Fabricio Ojeda pasó a encabezar la larga lista de asesinados y torturados durante el gobierno del Presidente "bueno" Raúl Leoni quien fuera el presidente que estableció, por primera vez, en América, la figura de los "desaparecidos". Centenares de camaradas no regresaron ¡nunca más a sus hogares!
              ¡¡Honor y Gloria a Fabricio Ojeda!!





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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 22/06/2012 11:54
Gracias Nobo ....  ¡ Honor y gloria a Fabricio Ojeda !!
 
 
 

Desaparecidos: el legado de la Cuarta República

 
Autor: Homar Garcés
Fecha de publicación: 08/06/06
 
 
 
 
 

Primero fue la orden “disparen y averigüen después” formulada por Rómulo Betancourt en 1961, la que inauguró la cadena de asesinatos selectivos de dirigentes populares e izquierdistas que caracterizarán por siempre al régimen puntofijista hasta 1998. En esta etapa de la vida republicana venezolana, agitada por sentimientos de liberación nacional y mayores demandas reivindicativas en favor de los sectores populares, comienza a ser parte de la realidad cotidiana la represión sistemática contra quienes se atrevieron a exigir la instauración de una sociedad realmente democrática y soberana. Para entonces, la actividad política desarrollada encubiertamente bajo la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez permitió que un grueso segmento de la población venezolana adquiriera conciencia de su papel en los hechos de trascendencia que comenzaban a tener lugar en el país. Pero, el hecho que la dirigencia de Acción Democrática (AD) y del Partido Comunista de Venezuela (PCV) que había combatido activamente en la clandestinidad a la dictadura perezjimenista, incluso armas en mano, fuera desplazada por la dirigencia política venida del exilio, más las condiciones impuestas por el Pacto de Punto Fijo; hizo que esta agitación de las masas populares tuviera un tinte claramente insurreccional, como quedó plasmado en Caracas al desconocerse los resultados electorales que dieron la Presidencia a Rómulo Betancourt y cuando grupos de estudiantes atacaron la caravana del Vice-presidente Richard Nixon.
El segundo gobierno de AD, con Raúl Leoni de Presidente (1964-1969), vino a desarrollar nuevos mecanismos de represión contra el movimiento popular. A la par de los ataques perpetrados por las bandas armadas adecas, el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) y la Dirección General de Policía (DIGEPOL) se encargaron de torturar, asesinar y desaparecer a una gran cantidad de personas por causas políticas, aun cuando se hablaba de la instauración de un régimen aparentemente democrático y se suscribieran tres tratados internacionales que prohíben la desaparición forzosa de personas, así como la tortura y tratos crueles e inhumanos a los prisioneros. Durante este período se hicieron públicas las primeras denuncias de desapariciones de dirigentes políticos de oposición, sin que hubiera ningún poder que diera cuenta de ello. Campesinos, estudiantes, trabajadores, amas de familia y guerrilleros fueron pasto de la doctrina de Seguridad Nacional inculcada por Estados Unidos en la Escuela de las Américas, ubicada en Panamá, a los efectivos militares y policiales venezolanos. Era la época de los Teatros de Operaciones (TO), bases militares bajo asesoramiento del Pentágono estadounidense para luchar contra las guerrillas de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), buscando impedir la reedición de una Cuba revolucionaria en nuestro Continente.
Durante las décadas siguientes, los cuerpos represivos continuarán aplicando los mismos métodos, arropados por un silencio cómplice, extensivo –incluso- a los diferentes medios de comunicación que apenas reseñaron los hechos. A los asesinatos cometidos durante la década de los sesenta, una vez finalizada la guerra de guerrillas, se sumaron las masacres de Yumare, Cantaura, El Amparo y el Caracazo. A éstas podríamos agregarles también los cometidos entre el 11 y el 13 de abril de 2002 al ocurrir el golpe de Estado contra el gobierno de Hugo Chávez, lo cual pone en evidencia una vieja práctica heredada de aquellos años. Hoy, se impone que la labor investigativa de la Comisión Especial nombrada por la Asamblea Nacional hace ya un tiempo para seguir la pista de todos estos asesinatos y desapariciones impunes arroje resultados positivos, de manera que se castigue a los culpables materiales e intelectuales de los mismos. Esto es especialmente necesario, ya que muchos de ellos siguen falseando la verdad y aparentan ser unos verdaderos demócratas y defensores de los Derechos Humanos, incluso, ubicados del lado del proceso revolucionario bolivariano, seguros de que la justicia humana no los alcanzará nunca. Sin embargo, las fuerzas revolucionarias tienen un deber ineludible que cumplir, más que nadie, en memoria de aquellos caídos de la revolución venezolana, por lo que deberían exigirles a las actuales autoridades venezolanas el total esclarecimiento de estos casos, como su debido enjuiciamiento y condena.-

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 22/06/2012 11:56
En busca de los lejanos desaparecidos
Por Humberto Márquez

CARACAS, oct (IPS) - En Venezuela, donde posiblemente la desaparición forzada de opositores comenzó antes que en el Cono Sur de América, se lanza ahora, mucho después, una búsqueda de la verdad y de los restos de quienes jamás fueron encontrados.

"Mi hermano, Alejandro Tejero, era dirigente de la Juventud Comunista. Un día, cuando se encontró frente a un cine en Caracas con su amigo Eduardo Navarro, a quien también desaparecieron, fue detenido y no lo vimos nunca más", contó a IPS María Teresa Tejero. Ese día fue el 11 de mayo de 1967.

Tejero "fue detenido por el Servicio e Inteligencia de las Fuerzas Armadas, en cuyos sótanos se le torturó un mes, y luego fue llevado a un Teatro de Operaciones (militares) antiguerrilla, en Yumare (300 kilómetros al oeste) donde también fue torturado hasta que desapareció", relató.

¿Cuántos desaparecieron como Tejero en los años en que el Partido Comunista (PCV, prosoviético) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR, entonces castrista) animaron desde la clandestinidad, en los años 60, una lucha armada?

"Estimo que hubo más de 1.000 desaparecidos, solamente en la época del ex presidente Raúl Leoni (1964-1969), con cuyo gobierno se inició esa figura", declaró a IPS el vicepresidente venezolano José Vicente Rangel.

Hacia 1964 "se activaron manuales de represión selectiva para América Latina que incluyen desde la tortura hasta la desaparición de opositores de izquierda, producidos por la castrense Escuela de las Américas en Estados Unidos", observó a IPS el historiador Agustín Arzola, autor del libro "La desaparición forzada en Venezuela".

"Esa figura apareció en el marco de una 'pentagonización' de la fuerza armada latinoamericana y venezolana en particular, con debilitamiento del poder civil y fortalecimiento del poder militar, que lleva a los 'teatros antiguerrilleros' (centros de represión), que resumen todo el poder del Estado al margen de la Constitución", dijo Rangel.

Simón Sáez, fallecido líder del MIR, recordó a Arzola que a las puertas del 'teatro antiguerrillero' de Cocollar, una instalación rural en el oriente del país, existió un letrero que rezaba "La Constitución llega hasta aquí".

Rangel, que en los años 60 y 70 fue diputado por partidos de izquierda, recogió en un libro, "Expediente Negro", una investigación parlamentaria sobre el más sonado caso de desaparición y muerte de un opositor en esos años de violencia política, el de Alberto Lovera, dirigente del Partido Comunista.

Lovera fue detenido en Caracas el 18 de octubre de 1965 por agentes de la policía política (civil), quienes lo torturaron a tal punto que autoridades militares del Cuartel San Carlos, en la capital, y de un teatro de operaciones (base militar) se negaron a recibirlo cuando aún estaba agonizante.

Sus torturadores entonces ataron el cuerpo con cadenas y un pico de los utilizados para cavar zanjas, y lo arrojaron al mar Caribe en el oriente del país, pero las olas devolvieron su cadáver a una playa de pescadores el 27 de octubre de ese año.

El primer desaparecido registrado por Arzola fue Víctor Soto, dirigente juvenil del MIR, detenido el 27 de julio de 1964. Los últimos, Noel Rodríguez, en 1973, y Nicolás Montes, en 1980, cuando eran presidentes, respectivamente, los democristianos Rafael Caldera (1969-1974) y Luis Herrera (1979-1984).

De acuerdo con Arzola, "se han documentado unas decenas de casos, de los más conocidos porque eran líderes estudiantiles o gremiales, o fueron capturados en zonas urbanas, pero hubo muchos más cuando las fuerzas del Estado reprimieron sin testigos en zonas rurales".

En los años 60, el PCV y el MIR animaron guerrillas urbanas y rurales, pero luego de pacificarse y regresar a la lucha política "de masas" quedaron desprendimientos suyos, el Frente de Liberación Nacional y el grupo Bandera Roja, con actividades armadas durante la década del 70.

¿Por qué lanzar a tantos años de distancia una actividad de investigación como ésta?

"Nunca perdimos la esperanza de saber. Los desaparecidos no son fantasmas. Pero sobre todo es nuestra obligación con ellos, para que su muerte no sea en vano, difundir estos hechos, honrar su memoria y luchar contra la impunidad", dijo Tejero.

Por su parte, Rangel señaló que "es el mismo propósito que tuvieron los chilenos, los argentinos, los uruguayos, brasileños y guatemaltecos, es decir, que la memoria es muy importante".

"Hay gente a la que no le importa que hayan matado, desaparecido y torturado, pero a otra sí nos preocupa eso", añadió el vicepresidente.

Arzola dijo que en sus pesquisas con familiares "lo que hemos encontrado es un profundo sentimiento de justicia".

"También soy partidario de reparaciones materiales a los familiares de las víctimas, como se hizo con la madre de Víctor Soto", María de Soto, quien con casi 100 años de edad recibió hace unos meses una pensión del Ministerio de Educación.

Tejero señaló que además se trata de una reacción "en un momento en que la oposición a este proceso de cambios que vive Venezuela --liderado por el presidente Hugo Chávez-- comenzó a hablar de prisioneros desaparecidos, cuando en realidad las desapariciones se produjeron durante las décadas en que se enfrentó al viejo régimen".

Varios familiares han creado la Asociación Bolivariana contra el Silencio y el Olvido, y el parlamento designó una comisión, integrada por diputados oficialistas y que dirige el vicepresidente Ricardo Gutiérrez, para investigar asesinatos, desapariciones y torturas en el marco de la violenta lucha política de los años 60 y 70.

"La intención no es vengarse de nadie, sino conocer la verdad, recuperar los cuerpos para darles cristiana sepultura y alentar a los familiares que durante años han reclamado justicia", aseveró Gutiérrez.. ((FIN/2005)



 
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