Garzón propone la entrega temporal de Julian Assange a Ecuador

El coordinador de la defensa de Julian Assange, Baltasar Garzón, está convencido de que Ecuador llevará el caso al Tribunal Internacional de La Haya —los particulares no pueden— si Reino Unido no le da a su cliente el salvoconducto para salir de la Embajada en Londres. Sabe que ese eventual proceso para resolver el conflicto entre la petición de extradición de Assange a Suecia —que Reino Unido parece decidida a ejecutar— y el ejercicio del derecho de asilo —que Ecuador le ha concedido por considerarle víctima de una persecución política— “puede tardar años”. Y sabe también que su cliente no puede pasarse “años” encerrado en una habitación de la Embajada ecuatoriana en Londres: “A largo plazo la situación humanitaria puede llegar al límite. Está en peligro su estado físico y psicológico”, declaró a EL PAÍS por teléfono desde Australia. Por eso propone una “solución transitoria”, una medida cautelar: la entrega temporal de Assange a Ecuador mientras se resuelve el conflicto en La Haya. Reino Unido y Ecuador tendrían que pactar las condiciones.

“Assange no se va a escapar. Pero está privado de libertad. Está, de hecho, cumpliendo una condena que nadie le ha impuesto todavía ni creo que le vaya a imponer”, explica el exjuez de la Audiencia Nacional. “Vive en una habitación de dimensiones reducidas en la que apenas entra luz natural. Al no concederle el salvoconducto, Reino Unido está asumiendo una responsabilidad sobre su estado”, añade.

Garzón insiste en que su cliente no tiene miedo a responder ante la justicia sueca. “¿Por qué ese empecinamiento en que sea interrogado allí? El fiscal sueco podría desplazarse mañana mismo a la Embajada y tomar declaración durante todo el tiempo que quisiera a Assange. Si lo hiciera estaríamos al final del camino y no como ahora, embarrancados”. Otra solución, añade, es que Suecia garantice “que no extraditará a Assange a EE UU por nada que tenga que ver con Wikileaks”. “Si nos dan esa garantía, mañana se acaba todo”, apunta.

Garzón anuncia “una gran sorpresa” relacionada con las denuncias por presuntos delitos sexuales interpuestas contra su cliente en Suecia y que aún no quiere revelar. “Cuando la causa se abra y deje de estar secreta se verá que las cosas no son exactamente como se han dicho sino que hay matices que no se conocen”, asegura.