1. Anunciamos a las gentes del común y al pueblo colombiano, en 
general, así como a la comunidad internacional, que durante los días 21 y
 22 de abril de 2012  nos hemos encontrado para constituir el Movimiento
 político y social Marcha Patriótica, con el propósito de contribuir a 
producir el cambio político que requiere nuestro país, superando la 
hegemonía impuesta por las clases dominantes, avanzar en la construcción
 de un proyecto alternativo de sociedad y al logro de la segunda y 
definitiva independencia. Precisamente en momentos en los que el 
capitalismo se encuentra en una de sus más grandes crisis, mostrando sus
 cada vez más evidentes límites históricos.
2. Marcha es el lugar de encuentro de múltiples procesos de 
organización, resistencia y lucha que han decidido hacer suyo el 
ejercicio de la política y aspira a ser una expresión organizada del 
movimiento real de las resistencias y luchas de las gentes del común y 
de los sectores sociales y populares que cotidianamente en todos los 
rincones del país, en forma heroica y pese a las adversidades, actúan 
por una patria grande, digna y soberana.
3. Pese a que el gobierno de Santos se ha empeñado en aparecer como renovador y modernizante, en Marcha
 consideramos que éste es representativo de una continuidad en el 
proyecto hegemónico y de intentos de reacomodos en el bloque en el poder
 precisamente para garantizar esa continuidad. Sin dejar de percibir 
conflictos y diferencias entre las facciones que conforman dicho bloque,
 promovidos por los sectores más guerreristas y ultraderechistas, 
ligados al narcoparamilitarismo, no se aprecia –más allá de la retórica-
 el surgimiento de nuevas condiciones que permitan afirmar que se está 
en camino de superar las estructuras autoritarias, criminales, mafiosas y
 corruptas que caracterizan el régimen político colombiano. Tendencias 
recientes de los desarrollos legislativos en diversos campos parecen más
 bien reforzar el manto de impunidad que ha prevalecido en el país, 
buscan institucionalizar el ejercicio de la violencia contra la 
población, al tiempo que pretenden perseguir y criminalizar la protesta y
 la movilización social.
4. El gobierno de Santos ha venido profundizando el proceso de 
neoliberalización de la economía y de la sociedad iniciado hace más de 
dos décadas. Ese continuismo favorece esencialmente al capital 
financiero transnacional y a los grandes grupos económicos que, pensando
 exclusivamente en su afán de lucro, han impuesto un modelo económico 
empobrecedor. Tal modelo ha desindustrializado el país, sumido la 
producción agrícola y, en especial, la producción de alimentos en una 
profunda crisis, propiciado una terciarización precaria, estimulado al 
extremo la especulación financiera, y promovido -sobre todo durante la 
última década- la explotación intensiva de nuestra riqueza en 
hidrocarburos, minerales y fuentes de agua, acompañándola de la 
producción de agrocombustibles, de explotación forestal y de 
megaproyectos infraestructurales. En desarrollo de este modelo, se ha 
diseñado todo un andamiaje jurídico-institucional y militar para 
proteger los intereses del gran capital, el cual se ha venido 
perfeccionando durante el actual gobierno a través de múltiples reformas
 de alcance constitucional y legal. La entrada en vigencia del Tratado 
de Libre Comercio con Estados Unidos, y de otros tratados de similar 
contenido es una buena manifestación de ello.
5. Este modelo económico ha conducido a una creciente degradación de 
la soberanía, a una mayor concentración y centralización de la riqueza, a
 la desigualdad social en aumento, a la precarización y pauperización 
del trabajo, a la depredación socioambiental, así como a la continua 
apropiación de riqueza social y de los frutos del trabajo mediante el 
despojo y el desplazamiento forzado de la población. También ha 
propiciado una mercantilización extrema y profunda de toda la vida 
social. Asimismo, se ha constituido en fuente de apropiación de dineros 
públicos, mediante el despliegue generalizado de estructuras corruptas.
6. En Marcha Patriótica señalamos la necesidad de producir 
un cambio político en el país que siente las bases para la derrota del 
actual bloque hegemónico de poder y genere las condiciones para las 
transformaciones estructurales económicas, políticas,  sociales y 
culturales que demandan las gentes del común y el pueblo colombiano en 
general. Marcha pone su acumulado y sus proyecciones al 
servicio de ese propósito, llama a la más amplia unidad del pueblo 
colombiano y, en especial, a los diferentes procesos sociales y 
populares existentes tales como el Polo Democrático Alternativo y otros 
partidos y organizaciones políticas de la izquierda, el Congreso de los 
Pueblos, la Minga Social e Indígena, la Coordinadora Nacional de 
Movimientos y Organizaciones Sociales y Políticas, el COMOSOC, la MANE, 
 así como a las demás fuerzas políticas, económicas y sociales que así 
lo consideren, a la construcción de acuerdos programáticos que permitan 
avanzar hacia la superación del modo de vida y de producción imperante 
en el país, a la transformación estructural del Estado, de la economía y
 de la cultura.
7. En Marcha Patriótica manifestamos la decisión política de
 luchar por un nuevo modelo económico, de Estado y de sociedad, que 
posibilite la transformación estructural del modo de vida y de 
producción, permita garantizar y materializar los derechos humanos 
integrales, dignificar y humanizar el trabajo, reparar integralmente a 
las víctimas de la violencia  y terror estatal y paramilitar,  organizar
 democráticamente el territorio, realizar reformas agraria y urbana 
integrales, emprender las correspondientes transformaciones 
socioculturales, dignificar el arte y la cultura, luchar por un nuevo 
orden internacional basado en los principios de la soberanía, la no 
intervención, la autodeterminación y el internacionalismo de los 
pueblos, y contribuir a la integración de Nuestra América. Todo ello, en
 dirección a la construcción de un proyecto alternativo que supere la 
prevaleciente organización capitalista de la sociedad. Marcha Patriótica
 se compromete al desarrollo de su plataforma programática con la más 
amplia participación de las gentes del común y, en general, de los 
sectores sociales y populares. Para lograr ello, llevará a cabo los 
Cabildos abiertos.
8. En la coyuntura actual, en atención a las dinámicas de las luchas,
 así como a las tendencias de política gubernamental en curso, Marcha Patriótica
 considera de vital importancia y de suma urgencia lograr acuerdos entre
 los diferentes procesos políticos y organizativos del campo popular, 
así como con las demás fuerzas políticas económicas y sociales 
interesadas, para enfrentar en lo inmediato y construir alternativas 
relacionadas con la política de tierras, la defensa del territorio, la 
reivindicación del trabajo, la educación superior, la salud y la 
seguridad social, y los tratados de libre comercio, entre otros. En 
todos los casos se trata de juntar esfuerzos y de avanzar en la 
construcción de acumulados hacia la movilización como principal vía del 
accionar colectivo y tendientes a la realización de un gran Paro Cívico 
Nacional.
9. Pese a una retórica gubernamental que con alguna intermitencia 
señala considerar la necesidad de la paz para nuestro país, todo indica 
que tal propósito es concebido en términos de una solución militar, a la
 que presionan, además, en forma continua y con persistencia, los 
sectores militaristas y de ultraderecha. La actual política 
contrainsurgente se fundamenta en un creciente intervencionismo militar 
extranjero con el que, además de pretender inducir un cambio en el 
balance estratégico de la guerra, se responde a los intereses 
geopolíticos y económicos del imperialismo estadounidense para 
garantizar el acceso a recursos estratégicos, proteger las inversiones 
trasnacionales y contener cualquier amenaza frente a esos propósitos, 
sea ésta de movimientos sociales o insurgentes, o de Estados soberanos 
en la región.
10. La política de la solución militar encuentra su actual expresión 
en el Plan Espada de Honor, que se une a otras experiencias del pasado 
reciente, inscritas todas ellas dentro del Plan Colombia y sus 
diferentes fases de ejecución. Con ella se busca la rendición y la 
desmovilización de la insurgencia. La experiencia de nuestro país 
durante los últimos cincuenta años enseña, no obstante, que propósitos 
similares no han sido más que empresas fallidas, que le han terminado 
imprimiendo nuevas dinámicas y formas de expresión a la confrontación. Y
 no puede ser de otra manera, dadas las  raíces históricas y la 
naturaleza política, económica y social del conflicto colombiano, así 
como la dinámica específica de una guerra irregular y asimétrica.
11. Una prolongación indefinida del conflicto social y armado, además
 de lo que ello representa en términos del sufrimiento de la población y
 del continuo aumento de los gastos para la guerra que bien pudieran ser
 destinados para atender las necesidades de las gentes del común, 
conduce a la peligrosa militarización de la vida política, económica, 
social y cultural. Marcha Patriótica manifiesta su compromiso 
ético y político con la búsqueda de una solución política al conflicto 
social y armado. En consideración a que ésta debe ser apropiada 
socialmente, Marcha manifiesta su decisión de impulsar procesos
 constituyentes regionales y locales por la solución política y la paz 
con justicia social, tendientes hacia la realización de una Asamblea 
Nacional. Asimismo, propone a todas las fuerzas políticas, económicas y 
sociales aunar esfuerzos para transitar caminos que permitan hacer 
realidad los anhelos de paz de las gentes del común y del pueblo 
colombiano en general. Ello podría tener una expresión inicial en la 
realización de un encuentro nacional por la solución política y la paz 
con justicia social.
12. Marcha presenta su saludo solidario a todas las 
movilizaciones, resistencias, y luchas populares; manifiesta su 
compromiso de acompañarlas, hacerlas suyas y participar activamente en 
ellas. Saluda igualmente a todos los hombres y mujeres que, en campos y 
ciudades, entregan lo mejor de sus vidas para contribuir al buen vivir 
de las clases subalternas, oprimidas y explotadas. Llama la atención 
sobre la situación de los prisioneros de guerra, y manifiesta su 
solidaridad con los prisioneros políticos y de conciencia. Asimismo, 
declara su vocación internacionalista y su irrestricto apoyo a todos los
 luchadores y luchadoras que en el mundo y en Nuestra América buscan la 
superación del modo de vida y de producción impuesto por el capitalismo.
13. En Marcha hemos llegado las y los patriotas para afirmar la 
existencia de sueños colectivos; para trazar rutas de dignidad; para 
abrir puertas de esperanzas realizables. Siguiendo el legado de las y 
los libertadores de la Primera Independencia y de los luchadores 
populares de las resistencias en nuestra nación, somos participes de 
este nuevo capítulo en la historia que habrá de forjarse en la más 
amplia unidad popular. Salimos convencidos y convencías que el sueño no 
solamente existe, sino que se hace realizable en el trabajo colectivo de
 cada organización y en la propuesta colectiva que seguimos 
construyendo. Entregamos al país este aporte de esperanza decidida, 
invitando a marchar, a caminar, a luchar y a construir.
 
¡A Marchar por la Solución Política!
¡A Marchar por la Soberanía y la Integración de los Pueblos!
¡A Marchar por la Unidad Popular por la Segunda y Definitiva Independencia!