[UyL Julio-Agosto 2012] Editorial
      
      
      
      
      
      
      
      
      
      
            
	      
      	      	Solo la lucha nos dará la victoria      	      
      
      
      
      
      
      
      
      
      
      
      
      
      
			
			
			
      
      
      
      
      
    
  
	
	
				
		    
		
		
		
				
		    
		
		
 
		    
		
		
				
		
		
	
	
	
	
	
	
  
  
  
  
	  
		
		
  
	
	
  
	  
	  
	  
	  
	  	  
	  
	  
	  
	  	  
	  
	  	
     INTERVENCIÓN PCPE EN BRUSELAS. "Las 
proposiciones teóricas de los comunistas no descansan ni mucho menos en 
las ideas, en los principios forjados o descubiertos por  ningún redentor de la Humanidad"
	   
	  
	  	  
	  
	  	
 
 
 
En primer lugar no queremos dejar de 
reconocer al KKE su esfuerzo y acierto en convocar este nuevo encuentro 
de Partidos Comunistas y Obreros.  Gracias camaradas. 
 
Se dice en el Manifiesto Comunista que
 “Las proposiciones teóricas de los comunistas no descansan ni mucho 
menos en las ideas, en los principios forjados o descubiertos por 
 ningún redentor de la Humanidad. Son todas expresión generalizada de 
las condiciones materiales de una lucha de clases real y vivida, de un 
movimiento histórico que se está desarrollando a la vista de todos”
 
Por ello es tan importante para los y 
las comunistas  la correcta caracterización de la crisis. No es absoluto
 un capricho teórico abstracto alejado de la lucha de clases, es lo que 
determinará nuestra intervención política inmediata y futura.
 
Más de 5 años de crisis capitalista 
nos permiten caracterizarla como estructural y propia de la fase actual 
de desarrollo capitalista. No es un problema de determinadas políticas 
desarrolladas en los años previos a su estallido,  ni de la mala gestión
 de unos u otros, no es, consecuentemente,  una cuestión que se 
solucione sólo con un cambio de sillas dentro del sistema.
 
Todo lo que no sea ese análisis, todo 
lo que niegue este carácter estructural y hable sólo de crisis parciales
 negando además el papel principal de la existente entre capital y 
trabajo y  ocultando el papel central de la clase obrera y/o negando o 
cuestionando la salida socialista a la crisis como única favorable a los
 intereses de la clase trabajadora y los sectores populares, ayuda a la 
confusión y dificulta el avance revolucionario.
 
En España el reformismo político, 
social  y sindical que engaña a las masas que luchan con una salida 
reformista  a la crisis con absurdas propuestas idealistas que 
reivindican una marcha atrás hacia escenario s de crecimiento económico y
 derechos sociales, laborales y civiles, está agotando de forma 
acelerada capacidades de lucha de la clase obrera y el pueblo al no 
situar de ninguna de las maneras  una estrategia de lucha clara 
orientada a la superación del sistema y marcar  exclusivamente una 
difusa  lucha “ciudadana”  por la democracia, de carácter interclasista 
 como centro de su estrategia.
 
Ejemplos de todo ellos son:
 
El movimiento de los indignados. 
Centrado en la regeneración de la democracia española agoniza al año y 
medio de levantar la Spanish Revolution. Con su agonía languidecen las 
esperanzas de los  millones de trabajadores y trabajadoras   que de 
buena voluntad le llenaron las plazas a la pequeña burguesía.   
Sólo han pasado 17 meses desde aquel   15 de Mayo de 2011 y lo que iba a
 cambiar la historia y las formas de organización de las masas 
enterrando las “caducas” herramientas de la clase obrera, no ha sido 
capaz de estructurar la más mínima organización. A pesar de esta 
evidencia, aun se está esperando la primera autocrítica de alguno de los
 oportunistas de todo tipo que, al unísono con el Financial 
Times, aplaudieron esta nueva forma de lucha y se apuntaron a ella 
entusiastamente.
 
Los sindicatos mayoritarios han cedido
 el liderazgo de la lucha obrera a una amplia “cumbre social” 
interclasista enla que está hasta el PSOE y cuya única reivindicación es
 la convocatoria de  un referéndum sobre la aplicación de los recortes 
por parte del PP. Con esta medida, rehúyen   la responsabilidad de
 convocar una nueva y necesaria  Huelga General que sitúe en la 
producción y en la acción conjunta de la clase obrera nuestra respuesta 
 y proclaman a los cuatro vientos que el problema es de la “derecha”  y 
las políticas neoliberales. Más Europa y un giro social de ésta es la 
conclusión de su propuesta política. Noticias de hoy mismo dicen que 
quizás se convoque una HG para Noviembre; estaremos atentos y, sin duda,
 trataremos de desbordar los estrechos límites que sus convocantes 
establecerán.
 
 Por último, el intento de renacer al movimiento de los indignados con las manifestaciones que estos días están  
 cercando al parlamento diciendo que se vayan todos los políticos porque
 todos son iguales, abre la puerta a una agudización de la represión y 
el ataque a  derechos básicos como el de manifestación y huelga. Cuando 
los medios de comunicación del sistema radian en directo y convocan a 
participar en estas movilizaciones, es evidente que este nuevo 
movimiento dirigido políticamente por sectores de la pequeña burguesía 
radicalizada, está cubriendo unas determinadas necesidades políticas del
 sistema que se orientan contra el movimiento obrero. Nuestro Partido 
que padece todos los días la represión por parte del estado sabe 
perfectamente lo irresponsable de esta actuación.
 
Para Bernstein el movimiento lo era 
todo, para los marxistas – leninistas es evidente que no lo es; que lo 
que determina y marca al final lo valido de una política  y de una lucha
 es si es útil a la clase trabajadora y al pueblo o no. Si empuja en el 
sentido de la Historia en este periodo histórico de transición del 
capitalismo al socialismo, o se enmarca en alguna de las muchas 
variantes que ensaya el sistema para seguir manteniendo viva la barbarie
 capitalista.
 
Todas estas experiencias 
“movimentistas” de sólida posición ideológica  anticomunista son una 
muestra clara de la desorientación en  que vive en España una clase 
obrera subsidiaria en lo ideológico de la socialdemocracia y el 
reformismo.
 
Y ante esto ¿qué hacer? ¿cuál es nuestra obligación?
 
Impulsar una decidida y urgente 
 intervención directa de nuestro Partido ante nuestra clase. Dirigirnos a
 ellos directamente como comunistas y hablarles con claridad de cual es 
el análisis que hacemos los comunistas y cómo entendemos nosotros y 
nosotras que es posible superar esta realidad de opresión que los 
sitúa de forma acelerada en la pobreza y en la miseria. Nuestra 
responsabilidad es intervenir y liderar la lucha obrera y popular.  En 
última instancia es  la lucha de masas lo que debe determinar la 
eficacia de nuestro trabajo y la actividad partidaria. El avance de 
nuestra militancia en ese terreno dependerá de su capacidad para ser 
reconocidos a la vez como comunistas y como dirigentes populares. No es 
para nada un momento de debates interiorizados y de una organización 
ausente de la lucha de las masas. Un comunista que no es reconocido como
 tal por sus compañeros de trabajo o vecinos no está a la altura de las 
circunstancias históricas de la lucha de clases.
 
 Y esa intervención, que reclamamos 
como urgente,  se debe ajustar a  una táctica coherente con la 
estrategia y  que sea capaz de elevar el nivel de conciencia de los que 
luchan y del pueblo en general. No nos es posible confundirlos, no 
podemos participar de ninguna de las maneras del engaño de que son 
posibles salidas sociales a la crisis en el capitalismo mediante la 
aplicación de políticas distintas basadas en medidas fiscales 
progresivas. El ejemplo del gobierno de coalición entre el PSOE e IU en 
Andalucía aplicando los recortes sociales con “dolor” y por “imperativo 
legal” es la muestra más clara de que no existen esas vías sociales de 
superación de la crisis. Todos los gobiernos llamados de progreso, bien 
sea el de Zapatero anteriormente, ahora el de Hollande o todos en los 
que gobierna sola o en coalición Izquierda Unida o cualquiera de los 
partidos del PIE  demuestran nuestra afirmación.
 
En el  PCPE definimos en nuestro 
último Congreso que lo primero es marcar y tener una política activa en 
el seno del movimiento obrero por la articulación del sindicalismo de 
clase. Una práctica sindical de clase que haga del rechazo al pacto 
social y de la convocatoria de la huelga general su seña de 
identidad. Al margen del carnet sindical que ostente cada uno de los 
trabajadores y trabajadoras que compartan con nosotros este objetivo, es
 necesario desarrollar una política que propicie el encuentro de los 
elementos más conscientes y combativos de la clase obrera. Tras su 
primer encuentro estatal, podemos afirmar ya que los Comités para la 
Unidad Obrera son una embrionaria, pero muy dinámica realidad dentro del
 movimiento obrero y sindical en España.
 
Este movimiento obrero clasista será 
el que habrá de nuclear una amplia alianza social que enfrentando en lo 
concreto las agresiones que sufrimos cada día, sitúe el horizonte del 
socialismo como vía definitiva de superación de la realidad que nos 
explota y oprime cada día. Nosotros lo hemos denominado Frente Obrero y 
Popular por el Socialismo y hacia su desarrollo volcamos todas 
nuestras capacidades organizativas y militantes.
 
Y para ayudar a que todo esto se 
convierta en una realidad, estamos desarrollando una fuerte campaña 
contra el €, la UE y la OTAN. Una campaña orientada, como decíamos 
antes, a la intervención directa del Partido y la Juventud Comunista 
ante nuestra clase y que su desarrollo nos permite afirmar que cuando se
 explica en los centros de trabajo, en la calle con los que se 
manifiestan contra los recortes o en los barrios ante los que viven con 
la dificultad creciente de llenar la cesta de la compra y llegar a fin 
de mes, es fácil explicar que nada se puede esperar de las instituciones
 y máximos representantes de este sistema que nos niega todos los 
derechos y nos hunde en la miseria.
 
Camaradas, os hacemos un llamamiento 
formal y solemne a que unamos todas nuestras capacidades militantes en 
una campaña unitaria contra el €, la UE y la OTAN. Nuestra posición de 
rechazo frontal a la moneda única, a la UE y a la OTAN marcan el lado de
 la barricada en que acabará cada uno. Algunos, como la CES o el 
PIE, hace ya muchos años que cruzaron este Rubicón, otros aun se debaten
 entre uno u otro lado de la barricada. Sin duda una actuación decidida y
 unitaria de los comunistas europeos en este sentido ayudará a 
posicionarlos correctamente.
 
Por último, una reflexión que consideramos esencial:
 
Todo lo que se está hablando en esta 
sala, todos los buenos análisis que se están realizando y las 
interesantísimas propuestas que se están haciendo, avanzarán o no, 
fructificarán o se quedarán en meros propósitos dependiendo 
fundamentalmente de un elemento: La existencia o no de un fuerte y 
cohesionado ideológica, política y organizativamente Partido Comunista 
que ejerza y sea reconocido por la clase obrera como su vanguardia 
política.
 
Ese debe ser nuestro máximo 
compromiso, trabajar denodadamente y sin descanso por hacer de todos 
nuestros partidos los elementos centrales de la lucha de clases en cada 
uno de nuestros países.
 
Muchas gracias camaradas