Tras la rebelión del 
pueblo libio, la posterior brutal represión de las fuerzas armadas 
gadafistas (aunque la gente que apoya a Gadafi no lo reconozca, el mismo
 Saif Al Islam reconoció centenares de asesinados) y la intervención 
imperialista de la OTAN, tras la caída del Gobierno de Gadafi, la 
captura y asesinato del dirigente más longevo de los países africanos 
copa de nuevo todos los medios de comunicación y declaraciones de 
gobiernos del mundo. 
En otros artículos publicados en esta web se ha 
caracterizado el carácter de la rebelión, la naturaleza del régimen de 
Gadafi y la posición más coherente de los y las revolucionarias en 
cuanto a una cuestión que ha dividido a la izquierda internacional. El 
autor de estas líneas más allá de los medios de comunicación burgueses, 
se ha apoyado en la experiencia de la izquierda de la región (casos del 
PCOT en Túnez o los Socialistas Revolucionarios en Egipto) o la realidad
 de las posiciones del gobierno libio en determinados temas (alianzas 
con la UE en la represión a la inmigración, el enriquecimiento de la 
familia del dictador, las concesiones a las multinacionales extranjeras o
 el apoyo de Gadafi a los dictadores Mubarak o Ben Alí cuando sus 
respectivos pueblos dijeron basta), y sin lugar a dudas la existencia de
 una rebelión que los mismos portavoces e hijos de Gadafi reconocieron 
de una manera u otra.
 
Pero centrándonos en la cuestión que nos 
ocupa, haremos una lectura política de esta ejecución. En primer lugar, y
 al igual que el levantamiento que tuvo lugar hace unos meses, esta 
circunstancia no se hubiera producido sin la injerencia del brazo armado
 de los países occidentales, la OTAN. Aunque no sintamos ninguna lástima
 por la muerte de un sátrapa y es más, es algo a celebrar, no podemos 
obviar que para esta captura y ejecución la ayuda de la OTAN ha sido 
fundamental. Según todas las fuentes, cuando Gadafi trataba de huir de 
su ciudad natal, Sirte, su convoy fue alcanzado por las fuerzas 
occidentales, de lo que el dictador pudo huir, pero herido, fue 
capturado horas después y ajusticiado. Como marxistas revolucionarios, 
creemos que las revoluciones y cambios radicales en pos de una sociedad 
más progresista vienen de la acción consciente y decidida de las clases 
populares; si no es así la naturaleza de los regímenes instalados a 
continuación no reflejarán las aspiraciones de éstas. Dado lo decisivo 
de la agresión occidental en los cambios de régimen en Libia, no podemos
 esperar que el nuevo régimen libio responda a las aspiraciones de la 
mayoría de la población, tal como hemos visto en las concesiones 
petrolíferas del CNT (Consejo Nacional de Transición) a Francia entre 
otras cuestiones.
 
Asimismo ya todos los voceros del sistema 
(incluido el nuevo gobierno del país norteafricano) hablan de la 
necesidad de incorporar a las milicias rebeldes en las estructuras de 
seguridad del nuevo régimen, que en muchos casos no obedecen a las 
órdenes del CNT. Quieren someter a todas y cada uno de las formas de 
auto organización (armadas o no) del pueblo a los intereses de una 
minoría libia y de occidente; como no podemos ser neutrales en este tren
 en marcha, sin duda apoyamos la acción consciente de las masas y 
animamos al pueblo libio a derrocar a los colaboracionista del CNT.
 
Por
 otra parte se clama para justificar la prolongación de la intervención 
occidental, en la ausencia de “sociedad civil” en Libia y de un pueblo 
no preparado para la democracia. Lo que auguran estas declaraciones no 
hacen más que reafirmar su carácter reaccionario, al considerar que los y
 las libias son seres humanos infantilizados, que necesitan de la 
tutoría de adultos responsables (leáse Estados Unidos, Reino Unido o 
Francia) para poder auto gobernarse. Como demostraron cuando apoyaron a 
Gadafi, los demócratas Zapatero, Sarkozy o Cameron o cuando apoyan al 
sátrapa de Arabia Saudí o de Guinea Ecuatorial, estos países apuestan 
por una nueva dictadura con ciertos retoques que no vayan más allá de lo
 estético.
 
Cínicamente, diarios como El País, abogan por la 
depuración del aparato del estado libio. En el Estado español hicimos 
una Transición pactada con los franquistas y la mayoría de torturados y 
asesinos siguieron en sus puestos; como no podía ser de otra manera, la 
doble moral de occidente es algo que no deja lugar a dudas cuando lo 
piden en Libia y no aquí.
 
Y para acabar, desde estas líneas no 
podemos obviar las opiniones del presidente venezolano, Hugo Chávez. Al 
igual que otros líderes latinoamericanos, en vez de posicionarse desde 
el principio al lado del pueblo libio, apoyaron al “antiimperialista” 
Gadafi. En esta ocasión Chávez ha lamentado la muerte del “mártir” ex 
gobernante libio. De nuevo la unidad entre la gente que lucha contra el 
imperialismo y sus secuaces en Latinoamérica y los países árabes queda 
en entredicho y además pone en bandeja de plata, a los hipócritas 
occidentales , la equiparación falsa de los procesos y gobernantes 
latinoamericanos con la dictadura de Gadafi.
 
Referencias:
 
http://internacional.elpais.com/internacional/2011/10/21/actualidad/1319...
 
http://multimedia.telesurtv.net/20/10/2011/54601/chavez-lamento-el-asesi...
 
Santi Amador es militante de En Lucha / En lluita 
 
 http://enlucha.org/site/?q=node/16505
 
VERSIÓ EN CATALà: http://www.enlluita.org/site/?q=node/4147 
 
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