La profesora cree que los bailarines cubanos son unos 'privilegiados', porque 'en el mundo del ballet la situación está muy difícil'.
"Nos duele", dijo a The Associated Press la bailarina Ramona de Saá, directora de la Escuela Nacional de Ballet, sobre la fuga a Estados Unidos de siete integrantes del Ballet Nacional de Cuba (BNC).
Seis de los siete artistas fueron formados por la institución de Saá, antes de incorporarse al BNC.
Un funcionario del Ballet Nacional, que prefirió no ofrecer su nombre, confirmó este miércoles que el número de bailarines que "no regresaron fueron siete". El funcionario no ofreció detalles sobre los jóvenes artistas.
Annie Ruiz Díaz, de 24 años; Ariadnni Martín, de 20; Randy Crespo, de 22; Luis Víctor Santana, de 23; Edward González, de 23, y José Justiz, de 20, pasaron la frontera y se encuentran ya en Estados Unidos.
Un séptimo integrante, Alejandro Méndez, de 20, permanece aún en México.
De Saá comentó con tristeza la fuga de los bailarines y destacó el esmero con el que fueron formados. A su vez recordó que, en ocasiones anteriores, bailarines que escaparon de la Isla luego no consiguieron una compañía que los contratara.
"Nosotros somos privilegiados, en el mundo del ballet la situación está muy difícil", expresó De Saá.
"Aquí se ve como un problema político, pero eso se ve en el mundo danzario en todos los países. Lo veo como proyección y lo siento por ellos, porque son niños talentosos, que ya tenían sus propuestas dentro del ballet, que estaban