El 
ministro de Economía y Finanzas de Bolivia, lamentó este lunes la 
intransigencia por parte de la Central Obrera Boliviana (COB), al no 
respetar lo acordado con el Gobierno, cuando se estableció el cese de 
los bloqueos para dialogar sobre el incremento en las pensiones que 
exige la organización sindical. 
"El día domingo habíamos
 llegado a un acuerdo con la Central Obrera. Ellos afirmaron que 
cesarían los bloqueos, que serían reemplazados con una vigilia (...) El 
diálogo mostraba avances", señaló Arce, quien agregó que posteriormente
 "la COB solicitó un cuarto intermedio que se ha prolongado, en ese 
momento nos informaron que la Central Obrera rompió su compromiso con el
 Gobierno".
 El 
ministro agregó que "el informe indicó que habían cinco puntos de 
bloqueo", lo que lamentó pues desde el Gobierno "queríamos llegar a una 
solución". En ese sentido, reiteró que "hasta que la COB no levante los bloqueos no se reiniciará el diálogo".
 
 En cuanto a
 la propuesta del Gobierno, enfatizó en que "ha quedado absolutamente 
claro que la Ley de Pensiones favorece indudablemente a más del 82 por 
ciento de los contribuyentes del sistema de jubilaciones". 
 Refirió 
además que "lo que nos llama la atención es que cuando explicamos la 
repercusión, la mayoría de los compañeros de la COB no conocían el 
verdadero alcance de nuestra propuesta".
 Ante la 
pregunta sobre una posible fecha para el reinicio de las conversaciones,
 el ministro apuntó que no se tiene una fecha prevista. 
 El mayor 
sindicato del país realiza desde el pasado lunes una huelga en reclamo 
de un aumento del ciento por ciento de las jubilaciones, una petición 
considerada desmedida por el Gobierno por poner en riesgo a largo plazo 
el sistema de pensiones para el resto de los trabajadores.
 Esa 
demanda consiste en una renta de más de mil 147 dólares para los mineros
 y de unos 715 para otros sectores; mientras el Ministerio de Economía 
planteó inicialmente como solución de un máximo de 570 para los primeros
 y de 457 para los demás asalariados.
 Entre tanto, la mina de Huanuni entró en déficit tras su sexto día sin funcionar, debido a la huelga.
 De acuerdo
 con el ministro de Minería, Mario Virreira, las pérdidas por cada día 
de paro ascienden al medio millón de dólares, por lo que la empresa se 
encuentra en números rojos.
 Según el 
último informe ofrecido por el Gobierno, hasta el jueves pasado, la 
protesta dejó como saldo más de treinta heridos, cerca de 370 detenidos,
 tres policías secuestrados por un grupo de mineros, centenares de 
cartuchos de dinamita y otros explosivos decomisados, un puente 
derribado y hectáreas de cultivos y carreteras dañados por las 
protestas.
Virreira, anunció que se 
“saneará a corto plazo a la minera Huanuni”. “Esperamos este lunes 
iniciar un plan de contingencia para visualizar cuáles son los 
principales problemas y evitar la quiebra de la empresa”, explicó.