 Se
 repite el lugar común de que los antiguos jefes comunistas se 
apropiaron de la economía pública, del Estado y de los recursos 
naturales sobre los que construyeron su fortuna. No es cierto. La gran 
mayoría de los oligarcas rusos son anticomunistas, mafiosos y burgueses 
opositores a los que los ministros del agente de la CIA y dictador 
anticomunista Yeltsin (cuyo abuelo fue sancionado en la época de Stalin 
por su anticomunismo activo) Chubais y Gaidar entregaron las principales
 fábricas, minas, empresas de hidrocarburos, edificios y tierras de 
Rusia para construir un capitalismo mafioso y criminal. Las excepciones 
son muy pocas: Mijail Jodorkovsky militó un tiempito en el Komsomol a 
ver qué podía robar pero aprovechó la contrarrevolución para fundar el 
banco Menatep que se apropió por 350 millones de dólares de la petrolera
 Yukos que a los dos años valía 9 mil millones.
Se
 repite el lugar común de que los antiguos jefes comunistas se 
apropiaron de la economía pública, del Estado y de los recursos 
naturales sobre los que construyeron su fortuna. No es cierto. La gran 
mayoría de los oligarcas rusos son anticomunistas, mafiosos y burgueses 
opositores a los que los ministros del agente de la CIA y dictador 
anticomunista Yeltsin (cuyo abuelo fue sancionado en la época de Stalin 
por su anticomunismo activo) Chubais y Gaidar entregaron las principales
 fábricas, minas, empresas de hidrocarburos, edificios y tierras de 
Rusia para construir un capitalismo mafioso y criminal. Las excepciones 
son muy pocas: Mijail Jodorkovsky militó un tiempito en el Komsomol a 
ver qué podía robar pero aprovechó la contrarrevolución para fundar el 
banco Menatep que se apropió por 350 millones de dólares de la petrolera
 Yukos que a los dos años valía 9 mil millones.
El grueso de los oligarcas siempre han 
sido anticomunistas: Oleg Deripaska amasó su fortuna como agente de 
bolsa y se casó con la hija del ex jefe del gabinete del borracho 
Yeltsin. Es un hombre cercano a Putin.
Boris Berezovsky estudió ingeniería de sistemas, simpatiza con el 
sionismo y se convierte en jefe de mafias. Vladimir Potanin asesoró en 
el fraude electoral de 1996 que permitió a Yeltsin seguir en el poder y 
robarle su victoria a los comunistas.
Vladimir Gusinsky era en los años 70 un mafiosillo y cambista del 
mercado negro y un taxista sin licencia. Acumuló su fortuna con una 
empresa de construcción al servicio del alcalde burgués de Moscú Yury 
Luzhkov.
Alexander Smolensky siempre fue un enemigo del Socialismo y en la contrarrevolución se alió con Berezovsky.
Mijail Prójorov hizo su fortuna con el fondo de inversiones ONEKSIM, 
extrayendo oro y se dedica también a la trata de blancas.Mijail Fridman 
es un judío de Lvov aliado a Pyotr Aven ministro de comercio en el 
gobierno de Gaidar en 1992. Ambos fueron dueños del grupo Alfa y el 
banco Alfa. Gusinsky se asoció a capital norteamericano creando una 
empresa mixta de asesoría que con el tiempo se convirtió en el grupo 
Most que le permitió comprar medios de comunicación
Y así los demás.
A finales de los años 80 la cúpula 
gorbachoviana del Partido Comunista en el Politburó y al frente de cada 
Partido republicano (con heroicas y gloriosas excepciones) traicionaron 
abiertamente al Partido, al Estado y al Pueblo y se pasaron al 
capitalismo. Desmovilizaron al pueblo, claudicaron ante el imperialismo y
 derribaron el Socialismo en el Este europeo. Pero una vez que esa banda
 de traidores pierde el poder central y lo toma una mafia criminal 
abiertamente ultraderechista al servicio de la CIA con Yeltsin a la 
cabeza, los gorbachovianos se quedan en la calle y algunos se 
atrincheran en repúblicas como Azerbaiyán, Turkmenistán, Uzbekistán y 
Kazajstán donde ahí siguen vendiendo sus servicios o a la CIA o a Rusia 
según quién pague mas.
Es Yeltsin el que crea la oligarquía mafiosa rusa que destruye la propiedad socialista del Pueblo soviético.
Un sector de la nueva burguesía en torno a Putin se niega a convertirse 
en una república bananera e intenta salvar a Rusia. La primera 
oligarquía pro imperialista es derrotada, exiliada y encarcelada y se 
consolida una nueva gran burguesía.
La parte intermedia del Partido Comunista y las bases comunistas se 
lanzan al contraataque con un éxito mediano: son masacrados en el Soviet
 Supremo de RUsia en 1993, les roban descaradamente las elecciones en 
Ucrania en 1999, son masacrados en Tayikistán, van a la cárcel y a la 
clandestinidad en Letonia, Estonia, Lituania y Georgia. Pero recuperan 
el poder en Belarus, Pridnestrovie y Moldavia y construyen fuertes 
partidos en Rusia. Los dirigentes comunistas y pro comunistas que vienen
 de las niveles medio y bajo del PCUS y que dan la batalla contra el 
imperialismo son Lukashenko de Belarús; Smirnov de Pridnestrovie; 
Voronin de Moldavia; Ziuganov, Nina Andreyeva y Víctor Anpilov de Rusia;
 Goradze de Georgia; Alfred Rubiks de Letonia y muchos otros.
La reconstrucción del socialismo requiere aclarar responsabilidades, 
ubicar a los enemigos del pueblo y reforzar las vanguardias comunistas 
de los pueblos trabajadores soviéticos.
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