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 Quito,
 25 jun (PL) Mientras Estados Unidos insta a Ecuador a negar asilo 
político a Edward Snowden, extécnico de los servicios secretos 
estadounidenses, acoge a ciudadanos buscados por la justicia 
ecuatoriana, revela el sitio digital Rebelión.  Además, Washington permite a golpistas de la nación suramericana 
utilizar su territorio para conspirar, agrega el medio alternativo de 
información que hace un análisis de la ambigua postura de la 
administración norteamericana. 
 El expresidente ecuatoriano Jamil
 Mahuad Witt, obligado a salir del país por la presión popular; los 
banqueros estafadores y golpistas Roberto y Willian Isaías Dassum, y el 
exdirector de inteligencia del ejército ecuatoriano y agente de la CIA 
Mario Pazmiño, son de esos individuos que viven al amparo de Washington,
 detalla Rebelión.
 
 Sin embargo, para muchos Snowden es un 
verdadero héroe, de hecho más de 113 mil estadounidenses firmaron una 
petición popular para que el presidente Barack Obama lo perdone, cifra 
muy por encima de la requerida para generar una respuesta.
 
 Snowden fue acusado el viernes pasado de espionaje, tras reconocer que 
filtró a los diarios The Guardian y The Washington Post información 
sobre dos programas clasificados de monitoreo electrónico de correos y 
llamadas telefónicas.
 
 Ecuador recibió el domingo último una 
solicitud de asilo de Snowden, la cual es analizada por el gobierno 
ecuatoriano, tomando en cuenta "su Constitución, la Declaración 
Universal de los Derechos Humanos y otros instrumentos en el marco del 
derecho internacional", afirmó el canciller Ricardo Patiño.
 
 En 
cuanto el excontratista de inteligencia solicitó refugio a Ecuador, 
Washington manifestó su oposición a que Quito le otorgue el asilo.
 
 El analista político Jean-Guy Allard detalla en Rebelión pormenores de 
los delincuentes ecuatorianos que viven a la sombra del gobierno 
estadounidense y sobre quienes pesan graves acusaciones.
 
 Recuerda que las decisiones políticas y económicas que tomó el Gobierno 
de Mahuad generaron, además de las víctimas de una salvaje represión, la
 salida de dos millones de ecuatorianos al exterior.
 
 "El 21 de 
enero de 2000 Jamil Mahuad, cuando aún no cumplía dos años de su 
mandato, fue obligado a renunciar por la presión de decenas de miles de 
ecuatorianos, un verdadero levantamiento popular que incluía a indígenas
 y trabajadores", refiere Jean-Guy Allard.
 
 Precisa que a fines 
de 2011, la justicia ecuatoriana difundió una orden de captura contra 
Mahuad, pero poco después, bajo presiones estadounidenses, la Policía 
Internacional (Interpol) rechazó el pedido de Quito, lo que provocó 
protestas de Ecuador y del presidente Rafael Correa.
 
 De igual 
forma, los hermanos banqueros Roberto y Willian Isaías Dassum, que 
adeudan no menos de 264 millones de dólares al pueblo ecuatoriano, 
fueron favorecidos hace apenas unas semanas por el juez estadounidense 
de Florida John Thornton.
 
 Según el abogado ecuatoriano Carlos 
Bravo, luego de una investigación se definió que ellos tienen muchísimos
 bienes e inversiones en Estados Unidos, concretamente en Miami, como 
una subsidiaria de la cadena de noticias CNN, inversiones petroleras, 
entre otros.
 
 También Mario Raúl Pazmiño, exjefe de la 
inteligencia militar ecuatoriana, quien fue expulsado del ejército por 
su colaboración con la CIA, sus numerosas filtraciones de informaciones 
secretas a sus controladores norteamericanos y frustrar una operación 
contra narcotraficantes, goza de impunidad en el norteño país.
 
 Pazmiño, considerado un ultraderechista, se dedicó a crear la llamada 
Legión Blanca, grupo clandestino de perfil fascista y terrorista que 
atacaba, "bajo las orientaciones provenientes de Estados Unidos", a 
militantes de izquierda.
 
 "Traidor de primera, Pazmiño informó a 
sus jefes de la CIA durante la operación de bombardeo del 1 de marzo de 
2008 a un campamento de las FARC (Fuerzas Armadas Revoluciones de 
Colombia) en Angostura, en el que murieron 26 personas, entre ellas Raúl
 Reyes", se explica.
 
 Desde su asilo en Estados Unidos, Pazmiño conspiró todo el tiempo contra el Gobierno del presidente Correa, asegura Rebelión.
 
 Siete días antes del intento de golpe de Estado en Ecuador el 30 de 
septiembre de 2010, Pazmiño aparece como uno de los líderes en una 
reunión conspirativa en Miami con Gustavo Lemus.
 
 Este último es 
denunciado en el país suramericano como torturador y por encubrir el 
asesinato de dos adolescentes cuando era jefe de los torturadores en el 
gobierno socialcristiano de León Febres Cordero (1984-1988). El 
delincuente sin embargo vive en suelo norteamericano.    Otro de los 
casos, el del Mark Sullivan, forma parte de los buscados por la justicia
 ecuatoriana.
 
 Sullivan, expulsado el 18 de mayo del 2009 de 
Ecuador, trabajaba bajo el título de primer secretario de la Embajada de
 Estados Unidos, desde donde dirigía a numerosos agentes de inteligencia
 escondidos entre los 185 empleados de la sede diplomática.
 
 Coordinaba acciones con el DAS (la inteligencia colombiana) y el 
Ejército, en comunicación constante con Michael Steere, el jefe de la 
estación CIA en Venezuela.
 
 Snowden, de 30 años, aseguró que 
desde 2009 la Administración de Seguridad Nacional (NSA) había hackeado 
(acceso ilegal) computadoras de instituciones oficiales en Hong Kong y 
en territorio de la República Popular China.
 
 El también 
exempleado de la compañía Booz Allen Hamilton, a su vez contratada por 
el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, afirmó que la 
agencia adscrita al gobierno federal efectuó más de 61 mil operaciones 
de hackeado a nivel global en 35 países.
 
 ocs/otf
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