El líder del Tour, Chris Froome, se mostró "dolido" 
un día después de su triunfo épico en la cima del Mont Ventoux, por las 
sospechas de dopaje que rodean sus actuaciones y las comparaciones con Lance Armstrong,
 que considera desprovistas de sentido. "No tiene sentido compararme con
 Armstrong, él engañó, yo no. Y punto", dijo el ciclista durante la 
jornada de descanso que vive la ronda gala, ante la acumulación de dudas
 que le plantearon los periodistas. Tal fue el enfado del ciclista del 
Sky, que se marchó furioso de la rueda de prensa.
La exhibición del británico nacido en Kenia en la cumbre del "monte 
pelado", su pedaleo "en molinillo", como repitió Armstrong durante sus 
siete triunfos en el Tour de Francia, antes de haber confesado que se 
dopaba, multiplican las sospechas entorno al maillot amarillo, pese a 
que nunca ha sido controlado positivo.
"Me parece triste estar aquí al día siguiente de la victoria más 
importante de mi carrera hablando de dopaje. Mis compañeros y yo hemos 
estado semanas lejos de casa, entrenando, matándonos a trabajar y me 
acusan de ser un tramposo, un embustero. No es gracioso", agregó el 
ciclista del Sky.
Froome afirmó estar "orgulloso" de su rendimiento que es "el fruto de
 la determinación, de un entrenamiento extremadamente duro, del apoyo de
 un equipo fantástico". "La gente que piense lo que quiera y que hable 
de lo que quiera", añadió, visiblemente molesto.
Las sospechas de dopaje se han apoderado de la concentración del 
equipo Sky y fagocitaron la conferencia de prensa del ciclista en la 
jornada de reposo. Se habló más de sus semejanzas con Armstrong que de 
su rendimiento en la bicicleta y de las más que posibles opciones que 
tiene de convertirse en el segundo británico en ganar el Tour, después 
de que lo hiciera el año pasado Bradley Wiggins.
El manager del equipo, Dave Braildsford, también se mostró enfadado con esas sospechas.
El responsable de la formación trató de "pseudo-científicos" a los 
que, a partir del seguimiento de las carreras a través de la televisión,
 se creen capaces de calificar las proezas de los ciclistas de 
"mutantes", en referencia clara al médico suizo Antoine Vayer, que mide 
el rendimiento en vatios de los ascensos y concluye que son imposibles 
sin ayuda de dopantes.
Braildsford se negó a publicar los datos de potencia de sus ciclistas
 porque forman parte del secreto interno del equipo y porque "nadie 
sabría analizarlos" y se podrían "manipular para que demostraran cosas 
que no son ciertas". En cambio, el director del Sky se mostró partidario
 de entregar las cifras de toda la temporada y de todo el equipo a un 
grupo de expertos de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) para demostrar 
que no tienen nada de sobrehumanos.
Froome se impuso en la cima del Mont Ventoux y agrandó su ventaja en 
la clasificación general, que ahora es de 4.14 con el holandés Bauke Mollema (Belkin) y de 4.25 con el español Alberto Contador (Saxo), ganador de las ediciones de 2007 y 2009.