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16 de julio de 2013, 17:24 Washington, 16 jul (PL) El escándalo provocado por las filtraciones del excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden mantienen en jaque a los servicios estadounidenses.
Este martes, 19 organizaciones demandaron a la NSA por considerar que sus programas de recolección de datos de espionaje violaron sus derechos constitucionales.
La demanda fue entablada por la Fundación por la Frontera Electrónica en nombre de varios grupos, entre ellos la Primera Iglesia Unitaria de Los Ángeles, la Fundación Calguns por el derecho a las armas, la organización ecologista Greenpeace y Human Rights Watch.
El caso fue presentado en un tribunal federal de California, oeste del país, y entre otros asuntos plantea que la recolección masiva de registros telefónicos en el marco del programa PRISM viola los derechos constitucionales de los estadounidenses.
La petición al tribunal es una más entre una ola de acciones legales interpuestas luego de las revelaciones del exconsultor de la NSA.
Mientras tanto, la Corte de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA), que supervisa los programas de espionaje doméstico, solicitó al gobierno que autorice la desclasificación de documentos sobre la participación de Yahoo en esas misiones.
El juez de la FISA, Reggie Walton, dijo que el Departamento de Justicia debe priorizar esta autorización, sobre la cual todavía no se ha pronunciado, a pesar de la solicitud presentada en junio por ese y otros grupos que ofrecen servicios en Internet, como Apple, Google, Facebook y Microsoft, señala la cadena Fox News.
Por otra parte, el Servicio Federal de Inmigración (FMS) ruso confirmó hoy la recepción de los documentos oficiales para el pedido de asilo temporal presentado por Snowden.
El joven estadounidense entregó los papeles respectivos a un equipo del FMS que se trasladó a la zona de tránsito del aeropuerto de Sheremetievo, donde se encuentra desde el pasado 23 de junio, reveló en Moscú el canal de televisión Russia Today (RT).
El exagente explicó en su petición que teme por su vida, al ser perseguido en su país, después de revelar detalles del programa Prism, empleado por la inteligencia norteamericana para acceder a datos de servidores de grandes compañías de Internet.
Como reacción a la solicitud, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney declaró que la posición de su gobierno es que "Snowden debería ser expulsado y enviado a Estados Unidos, y que no debería ser autorizado a viajar ya al extranjero, salvo para volver a Estados Unidos".
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