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| General: CUENTO DE MAR Escolher outro painel de mensagens
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| De: OSCARJ  (Mensagem original) | Enviado: 06/08/2013 12:46 | 
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CUENTO DE MAR 
 Voy a beberme el mar.Ya tengo listo mi velero fantasma.
 No le he trazado rumbos a mi ausencia,
 no he fatigado el mapa
 localizando zonas que no bailen
 al macabro jazz-band de las borrascas.
 Viajaré simplemente,
 sin triangular alturas ni distancias,
 llevando en el timón a Don Quijote
 y la rosa del viento en la solapa.
 
 Acompáñame tu dulce chiquilla,
 partiremos al alba,
 cuando los alcatraces no dibujen
 su ecuación de naufragios sobre el agua.
 Arranca tus raíces de la tierra.
 abre tu citolegia de nostalgias
 y vamos a bebernos el océano
 en la copa de luz de las montañas:
 
 visitaremos todos los países,
 los puertos y las radas.
 Te compraré crepúsculos en Chipre.
 Un elefante niño al sur del África.
 Un gajo de luceros en Corea.
 Dos elásticos tigres de Bengala.
 El dolor milenario de un camello.
 Y la fatiga estéril del Sahara.
 
 En el Japón te mostraré los biombos
 con figuras bilingües y enigmáticas.
 En Pekín buscarmos la muñeca
 de blanco corazón de porcelana.
 Haremos de bambú balsas de ensueño
 para subir un río de esperanzas.
 Y te daré un sombrero en forma de hongo
 y unas chinelas para tu pijama.
 
 Pasaremos a Escocia y a Noruega.
 Después navegaremos a Finlandia
 para buscar la estirpe de un vikingo
 de ojos azules y de luenga barba,
 que se murió coleccionando fiordos
 en el álbum con sal de su nostalgia,
 mientras su vieja pipa marinera
 quemaba archivos íntimos del alma.
 
 Y siempre sin control, siempre viajando,
 iremos al país de Sherezada
 y allí te contaré Mil y una Noches
 de reyes y de esclavas,
 de romances y torres de marfil
 de bazares, de alfombras y de flautas,
 de madrigales y de surtidores
 de pie como las cobras encantadas.
 
 Subiremos al Rhin buscando a Wagner
 y su Tetralogía desvelada.
 Cazaremos los cisnes hiperbóreos
 que abanican la muerte con sus alas.
 Te diré que la música es un vino
 que cuando estamos tristes se derrama.
 Y que el silencio es un santuario celta
 donde reposa el corazón de un arpa.
 
 Y fatigando el mar, ¡Qué importa el tiempo!
 visitaremos la ciudad sagrada,
 la tierra de la cruz y del olivo,
 la que escuchó el Sermón de la Montaña,
 la patria de Jesús y de María
 la que arrulló las bienaventuranzas,
 la tierra donde un tosco carpintero
 pulió a garlopa el globo de una lágrima.
 
 En otro amanecer arribaremos
 a las Islas Canarias.
 te compraré su nombre que es un trino
 diluido en el agua.
 Para pescar luceros en el fondo
 te bastará la red de tus pestañas,
 y aprenderás que a Dios también se llega
 por el verde camino de las algas.
 
 Si sueñas ver a Nápoles,
 cruzaremos por mármoles de Italia,
 y te daré una góndola en Venencia
 y en Asís la humildad de una campana.
 Compraremos al Dante sus Laureles
 y a Benvenuto su luciente daga,
 para tu muñequero de ilusiones
 y tu azul inquietud de extravagancias.
 
 Buscaremos ositos en Siberia
 rutas de manzanilla al sur de España,
 la sombra adolescente de Platero,
 la capa de Unamuno en Salamanca,
 la fatiga inmortal de Rocinante.
 El dardo del Amor Clavado en Ávila,
 la Morena ascendencia de “El Cachorro”
 y el llanto de Boabdil sobre Granada.
 
 Y cuando tengas sueño, mi pequeña,
 cuando te canses de medir distancias
 y no quieras viajar a la deriva
 con la estrella polar a las espaldas,
 te arrullaré, mientras mi vieja pipa,
 que compré a un bucanero en Samarcanda,
 quema frente a la noche de tus ojos
 mi viejo contrabando de nostalgias.
 JORGE ROBLEDO ORTIZ 
 
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 | |  |  | | Nos dijimos adiós.La tarde estaba
 llorando nuestra despedida.
 Nos dijimos adiós tan simplemente
 que pasó nuestra pena inadvertida.
 No hubo angustia en tus ojosni en mis ojos.
 No hubo un gesto en tu boca
 ni en la mía.
 Y, no obstante, en el cruce de las manos
 calladamente te dejé la vida.
 Fuiste valiente con tu indiferenciay fui valiente con mi hipocresía,
 nos separamos como dos extraños
 cuando toda la sangre nos unía.
 Pero tuvo que sery fue mi llanto,
 sin una escena ni una cobardía.
 Tú te fuiste pensando en el olvido
 y yo pensando en la melancolía.
 Hoy sólo resta de esa vieja tardeun recuerdo,
 una fecha
 y una rima.
 Así, sencillamente nos jugamos
 el corazón en una despedida...
     Tambien de nuestro gran poeta Jorge Robledo Ortiz   | 
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