Esta es una palabra que expresa un sentimiento 
 
cada vez mas dificil de encontrar.
 
 
 
Todos nosotros, en alguna ocasión, ya pasamos muchos días, 
o semanas enteras, sin recibir ningún gesto de cariño de las
 personas que nos rodean. Son periodos difíciles, 
cuando el calor humano desaparece, y la vida se reduce 
a un arduo esfuerzo por la supervivencia. 
 
 
En los momentos en los que el fuego de los otros no
 calienta nuestra alma, debemos comprobar la 
lumbre de nuestro propio hogar. 
 
Debemos echar más leña, e intentar iluminar la 
sala oscura en que se ha transformado nuestra vida. 
 
Si somos capaces de amar, también seremos capaces 
 
de recibir amor: es apenas cuestión de tiempo. 
 
Y para eso, más que nunca, se hace necesario recordar
 esa palabra tan olvidada: delicadeza.